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OPINIÓN - MARTES, 12 DE OCTUBRE DE 2010

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

La línea 8
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Un día no muy lejano, es posible que se hable de la línea 8 de los autobuses de Ceuta como la línea maldita en la que, a cada instante aparecen incidentes.

En muchas ocasiones hemos dicho y, posiblemente, tengamos que decir, también, que en determinadas líneas hay deficiencias, que a ciertas horas no hay los servicios que debiera haber pero, por esa circunstancia no se puede omitir ni, mucho menos, justificar que en la línea 8 haya una constante inseguridad, no por la propia línea, sino por lo que rodea en alguna o en algunas de las partes por las que circulan esos autobuses, en su recorrido.

Y como lo más fácil puede ser echar la culpa “al empedrado” pues, en parte porque son elementos que intervienen y en parte porque al no conocer exactamente quienes son, con la denominación de escolares se enjuicia y se explican unas actuaciones vandálicas que no tienen justificación alguna y que, algún día, habrá que cortar definitivamente.

Se habla de una última agresión. Para mí el término último en este tipo de actuaciones no existe, porque a esa que llamamos última, tal vez, puede añadirse alguna otra o algunas otras en cualquier instante.

Con todo en esa “última” una de las lunas del autocar estalló y cayó sobre un motorista que circulaba muy cerca.

Varios problemas, pues, a un mismo tiempo, una luna que se destroza, daños para la empresa, que ya veremos quien los paga, peligro para el conductor del autobús y para los pasajeros, que nada tienen que ver con todo este tinglado que tanto se repite y, por si fuera poco, daños y peligro para quien va circulando, ajeno a todo esto y que recibe “un regalo” nada agradable.

Es algo que, ya lo hemos dicho, es el fruto de momentos, días, semanas y muchos años de transigir y permitir lo que se veía venir y que se está escapando, si es que no se ha escapado ya, de las manos, por hacerse incontrolable.

Y es que, de poco me sirve a mí que se diga, desde la compañía de autobuses o desde la policía que se han identificado a todos o a parte de los autores de ese ataque o de esos ataques.

Eso no sirve de nada para la seguridad total de quienes viajan en esa línea, si una vez identificados los autores de esos hechos no reciben su correctivo, de acuerdo con las leyes, sí, pero en el grado que las leyes lo enjuicien, si es en el máximo mejor.

Y es posible que sea el comienzo del nuevo curso el detonante, otra vez, de todo esto, pero si ya estamos seguros de que los problemas vienen por ahí, la prevención debiera haberse usado desde antes, incluso, de que el curso comenzara.

Porque si son problemas, únicamente, de los períodos escolares, habrá que salvar la situación con unos servicios de seguridad para que los servicios de viajeros puedan cumplir con su cometido.

Si estamos hartos de oír que las peleas, los momentos de tensión y los insultos a los conductores son moneda de uso común, aquellos que provocan la tensión y aquellos que insultan a los conductores deberán ser puestos a buen recaudo, eso lo primero y, a continuación, que la ley actúe.

Y para que nada quede a medias, lo más lamentable es que, existe la sospecha de que todos esos alborotadores, o la mayor parte de ellos, ni siquiera pagan. Visto así, nos encontramos en una línea en la que parece que la ley no tiene sitio y eso, cuando menos, es muy preocupante, o a mí me lo parece.
 

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