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sucesos - MARTES, 19 DE OCTUBRE DE 2010


zona de los hechos. archivo.

tribunales
 

Piden 6 meses de cárcel por supuesta conducción bajo efectos del alcohol

Un policía del Cuerpo Nacional declara que el acusado intentó atropellarlo al circular a gran velocidad mientras que este, agente de la Guardia Civil, recalca que su coche estaba estacionado

CEUTA
Cristina Marzán

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Seis meses de prisión fue la pena solicitada por la representante del Ministerio Fiscal en la ciudad para un hombre por un supuesto delito contra la seguridad vial. El acusado mantiene que el coche estaba estacionado mientras que el testigo alega que habían intentado atropellarlo al circular a gran velocidad.

Un agente de la Guardia Civil ocupó ayer el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal por un delito contra la seguridad del tráfico que le imputaba la representante del Ministerio Fiscal en la ciudad y por el que solicitó la pena de seis meses de prisión ante el juez. Por su parte, la defensa pidió la absolución de su cliente al mantener que este no conducía su vehículo en el momento que ocurrieron los hechos ya que se encontraba estacionado a varios metros de la zona donde se produjo el incidente.

Según declaró el principal testigo, aquel 10 de junio el acusado circulaba por las inmediaciones de la barriada Poblado Sanidad cuando “por poco me atropella ya que iba a gran velocidad y dando giros”. El declarante, que pertenece al Cuerpo Nacional de Policía, mantuvo que al salir de su turno de trabajo y sufrir aquel suceso, se identificó como agente mostrando al conductor su placa e insistiéndole en darle el alto. “Cuando le enseñé la placa intentó arrebatármela, negándome que fuese auténtica e insultándome. Por lo que llamé a la Policía Local porque el señor desprendía un fuerte olor a alcohol”, apostilló.

El acusado negó completamente la versión dada por el agente y explicó que había estacionado su vehículo una hora antes de los hechos, que luego había ido a su casa a por una pastilla para el dolor de muela por su visita al dentista, y que al no tener la medicina entró en un bar para beberse dos copas de orujo para calmar el dolor. “Pero nunca conduje bebido porque, de hecho, yo había dejado a dos compañeros míos en el cuartel de Regulares porque habíamos quedado para comer y tenía que aparcar. Y fue una de mis compañeras la que después trajo el coche cuando me pidieron la documentación”, explicó el guardia civil. Con respecto a la identificación del testigo como agente del Cuerpo Nacional, el procesado aclaró que “al sólo enseñarme la placa e ir de paisano, creía que podía ser falsa, por lo que le pedí su carné profesional y que se negó a mostrar”.

Instantes después del suceso, se personaron en las inmediaciones de Poblado Sanidad, concretamente en una explanada cercana, una unidad de Policía Local, cuyas agentes también declararon durante el juicio de ayer. Estos confirmaron que, tras hacer la correspondiente prueba, el encausado dio positivo en el test de alcoholemia pero que, externamente, no presentaba síntomas de estar ebrio. Además de asegurar que el imputado no había conducido en ningún momento y que su coche se encontraba a más de 200 metros de la disputa entre las dos personas. “Cuando llegamos estaban los dos con las ánimos un poco alterados pero el acusado no se tambaleaba, hablaba bien y no se resistió a cooperar en ningún momento”, advirtieron ambos. La última declaración, compañera del acusado, corroboró la versión de este y aseguró que el coche estaba “a 500 metros porque yo tuve que ir a recogerlo para dar la documentación”. El magistrado dejó el juicio visto para sentencia.
 

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