Cerca de 30.000 personas y 5.000 vehículos pasan cada día
entre Marruecos y Melilla por el puesto fronterizo de Beni-Enzar.
A pesar de este tráfico internacional tan intenso por una
frontera no Schengen como la nuestra, el número de guardias
civiles que realizan las labores de control se puede contar
con los dedos de una mano, y aún así sobrarían. Sólo tres
guardias custodian la entrada a Melilla por Beni-Enzar.
En cifras concretas, la petición de la AUGC es que se
refuerce la dotación de efectivos destinados a la vigilancia
de los puestos y el perímetro fronterizo en unos siete
oficiales, entre 10 y 15 suboficiales, y alrededor de 100
guardias civiles. Con estos 120-125 agentes más, se podría
prestar una vigilancia fronteriza “en condiciones”, sin
necesidad de doblar turnos y respetando las horas de
descanso entre servicios que el Ministerio del Interior
tiene previsto implantar próximamente en la Guardia Civil.
En la actualidad, dada la falta de efectivos que denuncia la
AUGC, los agentes se ven obligados a doblar turnos en el
mismo día, porque “no hay más guardias de donde tirar” para
completar las exigencias de vigilancia y control que
establece la frontera hispano-marroquí de Melilla.
La situación en Beni-Enzar
Según la AUGC, en el puesto de Beni-Enzar sólo prestan
servicio tres guardias, de los cuales uno está dedicado
exclusivamente al registro de los vehículos sospechosos, que
quedan apartados a un lado para no entorpecer el tráfico.
“Por lo tanto, quedan dos guardias para los cinco carriles
de Beni-Enzar”, denuncian desde la AUGC, que comparan esta
dotación con la de la Policía Nacional, que tiene
desplegados a unos 16 agentes en este paso fronterizo.
La falta de efectivos de la Guardia Civil es lo que provoca
los tradicionales embotellamientos a la entrada de Melilla,
admite la AUGC. En los carriles de salida, según esta
asociación, ni siquiera hay guardias que presten vigilancia,
al igual que en el caso de los peatones, donde no hay
agentes de la Guardia Civil que fiscalicen la mercancía que
pasan hacia Marruecos. “Eso lo puede ver cualquiera que pase
por la frontera”, señalan desde la delegación melillense de
la AUGC, que reclama que haya dos guardias por carril y un
mínimo de cuatro dedicados al registro de vehículos
sospechosos.
|