Nacida en Alicante y con 32 años, la psicóloga Vanesa
Estepa llega a tierras ceutíes a ayudar a aquellas personas
que padecen fibromialgia. Será en la asociación de
fibromialgia y astenia crónica de Ceuta (AFAC) donde trabaje
con estas mujeres de manera voluntaria. Son seis años los
que lleva intentando hacer la vida más fácil a las que
padecen esta patología. Estas personas además de sentir
mucho dolor muscular suelen tener muchos problemas
psicológicos, porque en cierto modo es una enfermedad muy
incomprendida al no tener manifestaciones físicas evidentes.
Suelen tener problemas asociados como depresión, ansiedad o
trastorno cognitivo. De manera que esta psicóloga intentará
hacerles a estas mujeres la vida más llevadera.
Pregunta.- Viene desde Alcoy (Alicante), a Ceuta a trabajar
de voluntaria a la AFAC como psicóloga, ¿cómo surgió la
idea?
Respuesta.- Me vine a Ceuta buscando trabajo. Antes en mi
pueblo, Alcoy, he trabajado con una asociación relacionada
también con la fibromialgia, concretamente ASFAL y se me
ocurrió mandar el curriculum a la AFAC. La presidenta de la
asociación, Encarnación Caro, me comentó que tenía prevista
una jornada para estas mujeres y que si estaba dispuesta dar
una charla. Me pareció una buena idea y como tengo
experiencia con personas que sufren fibromialgia, acepté. Ya
después se me ocurrió hacerme voluntaria mientras que
encuentro algún trabajo.
P.- Aunque no le habrá dado tiempo aún de conocer en
profundidad a AFAC, de lo poco que la conoce, ¿qué le parece
la función que lleva a cabo con estas mujeres?
R.- Como dices, no me ha dado lugar a actuar con ellas, pero
lo cierto es que lo poco que he visto lo tienen muy bien
montado. Hacen muchas actividades que benefician a las
mujeres que padecen la enfermedad. Practican acupuntura,
tai-chí, sesiones de relajación, cosas que conlleva una
serie de mejoras a estas personas, porque suelen acumular
mucha tensión.
P.- Ya que ha trabajado con personas que padecen esta
patología, ¿qué características comunes existen entre ellas?
R.- Pues lo que más suelen sufrir es incomprensión,
empezando por los médicos y acabando por los familiares. Es
una enfermedad muy compleja porque no existen síntomas
físicos que delaten el dolor que esas mujeres están
sufriendo constantemente. Tienen que pasar años de pruebas
para que a la persona se le detecte que sufre esta dolencia.
De hecho hasta 1993 no fue una enfermedad reconocida como
tal por la OMS.
P.- ¿Me puede enumerar rasgos que se repitan en ellas?
R.- Suelen ser propensas a tener depresión, ansiedad. El
trastorno en el sueño es muy común también, al dormir
pasamos por cinco fases y en la quinta es donde todos
descargamos la energía acumulada durante todo el día. Bien,
pues ellas normalmente no llegan a este último paso, por lo
que se levantan a diario con cansancio acumulado. Suelen
tener problemas de memoria. Son muy perfeccionistas con
ellas mismas y con los de su alrededor, de ahí que se
produzcan esas tensiones familiares. El hecho de que sean
tan meticulosas y ordenadas hace que nunca lleguen a
conseguir las cosas como ellas desean. Los familiares lo
pasan realmente mal.
P.- ¿Ha dicho incompresión por parte de familiares, pero
también por los propios médicos?
R.- Sí, es una enfermedad que muchos médicos no se la creen,
provoca mucha desconfianza entre algunos profesionales, es
más, se la conoce como la “enfermedad invisible”. Conlleva
muchos años de análisis para que se le diagnostique.
P.- ¿Existe alguna causa concreta por la que se padezca
esta enfermedad?
R.- Hay algunas hipótesis, como que puede tratarse de un
problema hormonal, porque por siete mujeres que la padecen,
sólo un hombre sufre fibromialgia. Otro de los motivos que
se creen es que estas personas han tenido algún trauma en su
pasado, tales como un accidente, algún ‘shock’ importante a
lo largo de su vida, pero la verdad es que no se existen
datos concretos que la revelen como tal.
P.- ¿Y su papel en qué consistirá dentro de la
asociación?
R.- Pues tengo previsto hacer terapias individuales y
grupales, con el objetivo de que su día a día lo lleven lo
mejor que puedan, y que aún sufriendo dolores, sean felices,
y por supuesto que asuman la enfermedad. Primero las haré
individualmente, para saber qué tipo de comportamientos
suelen tener y ayudarlas, un vez que sepa más de ellas las
haré grupales incluyendo en éstas a sus familias. La ‘III
jornada de dolor y los síntomas psicológicos de la
Fibromialgia’, van destinadas a todas las que tengan dudas
sobre esta enfermedad, y que necesiten información.
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