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El fantasma de la reducción de tropas, en concreto, de
cuadros de mando, que provocó múltiples protestas en Ceuta y
Melilla en 2008, aún planea sobre los miembros de las
unidades de la Comandancia General ceutí.
En abril de 2008 se conoció el denominado Plan de Transición
de las Fuerzas Armadas, aprobado por el Gobierno de la
Nación y que preveía un recorte no cuantificado de los
efectivos destinados en las ciudades autónomas. Las primeras
en lanzarse entonces a protestar a las calles y a recoger
firmas en contra de los traslados fueron las mujeres de
algunos de los militares afectados. Tanto los Gobiernos de
Ceuta y Melilla como entidades entre las que estuvo la
Cámara de Comercio ceutí, mostraron también su
disconformidad con la retirada de personal de Defensa de
ambas ciudades, una medida muy perjudicial -argumentaban-
para las economías locales.
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