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La mordaza informativa sobre las Fuerzas Armadas es de tal
calibre que todo movimiento táctico pivota sobre el número
de votos que el ministro de Defensa de turno considere que
se encuentra en juego dentro de su jurisdicción. No hay más
que ver la tendencia al besuqueo de los niños en misiones
internacionales, que es lo único que dejan salir en las
fotos. Después están ellos, los generales de diferentes
estrellas, tan mudos que cuesta creer que sean capaces de
arengar a sus tropas con un vocabulario que exceda de más de
20 palabras. Pura teoría darwinista: lo que no se usa tiende
a desaparecer.
La situación de Ceuta respecto a la Base Única tiene
cerrojazo informativo ante la sospecha fundada de que están
quitando su esencia militar con excusas poco creíbles. El
partido Popular en el Congreso va a plantar cara para
intentar conocer lo que no se quiere decir.
Cuando la ministra Chacón tenía 19 añitos, este periodista
estaba caminando por un norte de Iraq apenas acabada la
guerra y con la primera misión española en el exterior, la
‘Alfa-Kilo’. Ahora nos venden discursos como el del pasado 9
de agosto en la UNED de Ceuta, dentro de las ‘VIII Jornadas
de Geopolítica’ en las que el general Director de Estudios
Estratégicos, Miguel Ángel Ballesteros, se le ocurre decir
que “las guerras se ganan hoy por medio de la información y
no por medio de los combates y las armas”. Pues nada, a
vender las armas, combatientes cero y manipular periodistas.
Todo un ‘experto’ en ganar guerras (sic) sobre el papel. Tal
discurso se lo debería aplicar la titular de Defensa, Carme
Chacón, que ya lleva ¡cuatro! jefes de prensa en dos años,
más dos interinos. Ni siquiera se creen lo que dicen.
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OPINIÓN
/
EL 7º DE MICHIGAN
