PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - VIERNES,19 DE NOVIEMBRE DE 2010

 

OPINIÓN / EL OASIS

A mandar Alí, que para eso estamos
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Juan Luis Aróstegui está envejeciendo mal. Que es lo peor que le puede ocurrir a un tipo que siempre ha presumido de ser inteligente. Muy inteligente, me dijo a mí que era cuando lo entrevisté hace ya muchos años. Semejante intrepidez le supuso que no le votaran nada más que cuatro amigos y su familia cuando se celebraron las elecciones de esa época en la cual él alardeaba de tener un coco privilegiado. Pobre diablo.

El pobre diablo, por más que presuma de muchas cosas, se ha sentido herido porque Juan Vivas le ha tachado de llevar veinte años medrando en la política. Es decir, prosperando y mejorando de posición, especialmente en el aspecto económico. Lo cual es una verdad como un templo de grande.

Juan Luis Aróstegui, que ingresa dinero en su casa por motivos varios, tiene la caradura de estar siempre arremetiendo contra las irregularidades cometidas por los demás. Cuando todos sabemos que familiares suyos disfrutan de empleos y sueldos de aquí te espero. Y no conseguidos precisamente por los conductos adecuados.

Juan Luis Aróstegui, en su última artículo, titulado ‘El medrador’, no hace sino retratarse. Porque en sus actuaciones poco o nada éticas tergiversa y manipula la voluntad popular y merecen ser castigadas. Para evitar que su mal ejemplo no cunda en otros avispados medradores.

Juan Luis Aróstegui es un individuo que disfruta de tantos cargos, y se cree en posesión de tanto poder, por ser el secretario general de CCOO, que se atreve a dar lecciones de moral a cada paso. Cuando todos sabemos que el pobre hombre se levanta cada mañana hecho un guiñapo. Tan decaído en todos los aspectos, que si no existiera Juan Vivas él tendría que inventárselo para poder seguir viviendo y profiriendo diatribas contra el presidente de la Ciudad. Porque esa forma de ser le sirve para estimularse. Ya que, según es sabido, está total y absolutamente carente de estímulos.

Juan Luis Aróstegui ha sido, sin duda alguna, durante los años que ha disfrutado de poder en el Ayuntamiento, una especie de Conde de Romanones. O sea, un individuo dedicado a hacer del clientelismo el único motivo de su actividad política.

Juan Luis Aróstegui, tan dado a sentirse orgulloso de ser la cabeza visible del PSPC, cuando ya pertenece a Caballas, es un pobre hombre que jamás será capaz de ganarse la voluntad de un pueblo que no quiere saber nada de él. De un pueblo que lo ignora en todos los sentidos. Pero que él, terco donde los haya, se niega a aceptar. Y así le va.

A JLA le va de manera que en cualquier tertulia se hace mofa de él. Porque la gente está harta de aguantar a un tipo que no deja de ser un tonto con balcón a la calle. Un tonto que se está aprovechando de que Juan Vivas sea como es. Y es que si Vivas fuera de otra forma de ser, Aróstegui llevaría ya mucho tiempo sin poder decir ni pío.

Aunque lo que dice y escribe, Juan Luis Aróstegui, créanme, son sandeces que terminan provocando que la gente acuda a las urnas aun con más ganas de votar a Vivas. Mientras él, Aróstegui, sigue lampando por hacerse con un acta de diputado, por más que en el empeño deba decirle a Mohamed Alí, líder de la UDCE, a mandar Alí, que para eso estamos... Y se queda tan pancho.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto