PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 21 DE NOVIEMBRE DE 2010

 

OPINIÓN / EL OASIS

El socio de Mohamed Alí
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Me encuentro con la persona que en el mes de agosto me contó cosas muy sabrosas sobre algunos miembros del Gobierno local y, de paso, me puso al tanto de cómo lo estaba pasando Juan Vivas en aquellos momentos donde las temperaturas invitaban más al sesteo que al enfrentamiento con la oposición.

En esta ocasión, tras saludarnos, quedo enterado de que la mayor preocupación del presidente de la Ciudad se centra en no perder ni tan siquiera un diputado en las próximas elecciones. Lo cual demuestra que Vivas está convencido, aunque decirlo no sea lo más conveniente, de que volverá a ser elegido alcalde por mayoría absoluta.

A mí me parece que las aspiraciones del presidente son legítimas. No las de continuar arrasando en las urnas, que es algo que se da por hecho, sino que además haga lo imposible porque el grupo Caballas vaya tan a menos como para perder un escaño. Algo que podría suceder por haber errado Mohamed Alí al coligarse con un partido cuyo dirigente está tan mal visto en la ciudad.

Cierto es que los yerros cometidos por el líder de la UDCE, el nombre de Caballas como partido político me sigue sonando fatal, han sido no pocos durante los años que éste lleva en la política activa. Pero ninguno tan grave cual el de unirse a alguien que en cuanto abre la boca causa malestar casi general entre los ciudadanos.

Lo siento; pero no exagero si digo que el socio que se ha buscado Alí carece de crédito a la par que su puesta en escena tira para atrás. Hay algo en él, en el socio de Alí, que, en cuanto abre la boca, causa irritación entre los oyentes. Sí, ya sé que no todo el mundo nace con ese regalo divino que se llama carisma. Y que a mí me agrada llamar encanto.

El socio de Alí, en cuanto se pone delante de un micrófono, da la impresión de que está poseído por el diablo. Su voz suena a castigo. Y uno tiende a pensar que su permanente malhumor es la penitencia que él nos impone por no votarle.

Por no votar a la persona más inteligente nacida en esta tierra. Y ha habido momentos en los que he sentido el frío culpable. Y he estado al borde de flagelarme. Máxime cuando uno, además de no haber votado nunca al socio del líder de la UDCE, lleva escrito tantos artículos sin concederle la menor tregua. Porque escribo en un periódico vendido. Bueno, vendido dice el socio de Alí que están todos los medios de la ciudad.

Todos los medios que le permiten a él, al socio de Alí, a pesar de sus acusaciones, aprovecharse de ellos a mansalva. Vamos, sin tasa y en gran abundancia. Largando cuanto le viene gana. Y haciéndose pasar por el hombre más honrado y cabal de una tierra habitada por personas que le odian de manera que le están impidiendo conducirla por caminos de verdad y opulencia. Y en la que la palabra pobre, si él estuviera al frente de la alcaldía, sería erradicada de un plumazo.

Mientras tanto, o sea, mientras el socio de Alí sigue empecinado en dar muestras palpables de ser un elegido, y no cesa de proferir diatribas contra todo y contra todos, el líder de la UDCE está expiando sus errores. Y cuando se quiera dar cuenta, que será ya demasiado tarde, el elegido le habrá estropeado la fiesta. La fiesta de las elecciones que tan bien le habían ido hasta ahora a MA.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto