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OPINIÓN - DOMINGO, 21 DE NOVIEMBRE DE 2010

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Cognitariados escolares

Por Julio de Antón - Consultor antiviolencia escolar, juvenil y fútbol profesional


Es sobradamente conocido que a finales del siglo XX, los modelos educativos que se postularon en ámbitos psicopedagógicos fueron la mediación y el comunitario, aún vigentes, inmersos en el marco de una sociedad occidental y capitalista caracterizada por ser tecnocrática, discriminatoria, insolidaria, consumista y acelerada, y que promovía tener más, ser más, usar y tirar, tener por tener, y ganar, favoreciendo modelos individualizados, competitivos, consumidores, acríticos, simplistas e intolerantes, propios, por evidente de modelos disciplinados.

Ahora en las escuelas se apuesta, aunque con irrelevantes éxitos, por formar a individuos para ser personas, por y para la comunidad, envidando por el logro, entre alumnos, de ejercitarse en la responsabilidad, comprometidos al mismo tiempo con la libertad, igualdad, equidad, respeto activo y solidaridad, incorporando estos contenidos a la didáctica. Ahora, más que nunca, en las escuelas, se insta a la promoción del diálogo continuo como única forma legítima de abordar la disparidad y los conflictos. Actualmente se reta por la aceptación de la diversidad y diferencia, reconociendo esos contenidos como valores societarios. En este orden la diversidad en aulas es la mejor y mayor expresión de normalidad y algo natural en centros, circunstancia que favorece el enriquecimiento cognitivo y afectivo entre alumnos que transitan por comunidades escolares.

El Consejo de Europa, en el año 2005, recomendó que la educación ciuda-dana se refleje en todos los espacios de la organización escolar, y que sirva para resolver conflictos de forma no violenta, que comprenda a interpretar los argumentos de otras personas, a reconocer y aceptar las diferencias, a asumir responsabilidades compartidas, y a establecer relaciones constructi-vas, no violentas.

En este orden cualquier agente educativo debe promover en el marco do-cente “programas de buenas prácticas”, donde se fomente la tolerancia, participación, solidaridad, escucha activa, asertividad, y otros valores que incluyan la “buena educación”.

J. Escámez, P. Ortega y J.M. Touriñán, en un trabajo extenso sobre “Educación para la ciudadanía, interculturalidad y convivencia en las sociedades abiertas y pluralistas”, concluyen que hoy es urgente la formación de ciudadanos competentes para vivir en una sociedad plural, tras comprobar que el mundo ya no es homogéneo y uniforme, de modo que la visión de sociedades compactas ,estructuradas en torno a un sistema de valores coherentes y patrones compartidos se van derrumbando y rompiéndose en mil pedazos. Añaden aquellos estudiosos que en nuestros días existen cuatro ideas fuerzas dominantes en el contexto del trabajo, de la escuela y del pensamiento, a saber:

1º.- La idea del tercer sector, que corresponde a la sociedad civil, en el sentido de conjunto de organizaciones sociales no sometidas a las instituciones del Estado ni del mercado.

2º.- La idea del tercer entorno, constituido por barrios y tejidos urba-nos.

3º.- La idea de globalización que integra la educación en red, tercera comunicación (audiovisual-digital frente al lenguaje oral, y escri-to); tercer espacio (pantalla interactiva frente al encerado), que afectan al lenguaje, comunicación y estilos de vida.

4º.- La idea de la cuarta vía que bajo la propuesta de la sociedad del co-nocimiento y desarrollo sostenido propugna la transformación con-tinua de la vida personal favoreciendo el bienestar económico, co-hesión social y desarrollo de la libertad.

Consecuentemente esas fuerzas van forjando un espacio mundial sin fronteras que genera condiciones para que surjan nuevos flujos migratorios atraídos por mercados laborables más ricos y desarrollados, favoreciendo con ello a la aparición de una nueva clase social marginal, los cognitariados, o personas que carecen de recursos cognitivos necesarios para lograr éxitos en la escuela y en las sociedades civiles donde se cobijan.
 

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