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OPINIÓN - MARTES, 14 DE DICIEMBRE DE 2010

 
OPINIÓN

Los insultos y la falta de educación en política

Por Partido Popular


Sabemos que nos encontramos en plena precampaña electoral. Pero ello no significa que todo valga en política y aunque algunos hayan hecho del insulto, los malos modos y la falta de educación su manera de contestar a sus contrincantes de otras siglas, los ciudadanos no tienen la obligación de aguantar por más tiempo esas maneras de diferenciar las opiniones contrarias.

Hace unos días, la portavoz del Gobierno y consejera de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Yolanda Bel, se encontraba en la rueda de prensa que se celebra tras el Consejo de Gobierno y un periodista le preguntó su opinión sobre la alegación presentada por el PSOE a los Presupuestos que pasaba por la reducción del número de Consejerías y cargos de confianza. La consejera, en su derecho y libertad de opinar, dijo que si de verdad los partidos de la oposición deseaban una mayor política de austeridad podían comenzar por renunciar a los seiscientos euros que cada vez perciben sus portavoces.

Esta idea, que como tal se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con ella, sirvió para que el portavoz de la UDCE, Mohamed Alí, presentara urgentemente una alegación para que todos los diputados renunciaran a las cantidades que perciben por su asistencia a pleno y comisiones. Luego han ido más lejos y lo han introducido en el programa electoral con el que se presentaran a las próximas elecciones.

Hasta ahí, se puede entender como una posición política, desde luego, no muy asumida y razonada, porque nace con rapidez por una posición personal defendida por la portavoz del Gobierno. Y han de pensar que conectan de esta manera con la ciudadanía, porque, de pronto, a golpe de impulso, incluyen esa propuesta en su programa electoral. No es la mejor manera de preparar un programa que se presenta a los ciudadanos. Perfilarlo a golpe de impulso ni es decente de cara a la ciudadanía, ni es la mejor tarjeta de visita para intentar convencer a los ceutíes.

Pero yendo al fondo de este artículo, resulta que cuando Alí conoce la propuesta de reducción de esos seiscientos euros por parte de los portavoces de los partidos de la oposición utiliza un calificativo que es más una injuria que un insulto. Es más un delito que una opinión realizada en el fragor de las diferencias políticas.

Una situación que no favorece para nada a la convivencia política entre las diferentes formaciones que participan en la Asamblea autonómica. Apoyamos la decisión que ha adoptado la portavoz del Gobierno de no contestar más a las opiniones vertidas por la UDCE, porque ya está cansada de los insultos, las malas artes y la falta de educación en la vida política. En su condición de portavoz ha tenido que salir ya al paso, en muchas ocasiones, de acusaciones totalmente infundadas contra distintos miembros del equipo de gobierno. Acusaciones de la comisión de delitos sin ningún tipo de pruebas, y sin cumplir con ese deber sagrado de acudir al Juzgado si se entiende que se ha producido algún tipo de ilícito penal.

Aquí todo vale contra el Partido Popular, cuyo único pecado ha sido ganar dos elecciones por mayoría absoluta porque así lo han querido los ciudadanos de Ceuta. Aquí todo vale contra el Partido Popular, cuyo único pecado ha sido transformar esta ciudad durante los diez años de mandato del presidente Vivas. Aquí todo vale contra el Partido Popular, cuyo único pecado ha sido invertir en infraestructuras, mejorar los servicios públicos que son competencia del Ayuntamiento y preocuparse por mejorar la cohesión social de la población.
 

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