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ACTUALIDAD - LUNES, 17 DE ENERO DE 2011


Jesús Maeztu. CEDIDA.

entrevista / MÁXIMO RESPONSABLE DEL COMISIONADO PARA EL POLÍGONO SUR DE SEVILLA, JESÚS MAEZTU
 

«Hay voluntad política para que el ‘Príncipe’ deje de ser una barriada problemática»

Tal y como anunció el vicepresidente tercero Manuel Chaves, Maeztu mantendrá a partir de hoy los “primeros contactos” para conocer las especificidades de la zona ceutí
 

CEUTA
Paula Zumeta / Tamara Crespo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Nació en Medina Sidonia, Cádiz, en el año 1943. Jesús Maeztu Gregorio de Tejada se convirtió en el año 2003 por el decreto 303/2003 de 21 de octubre en el máximo responsable del Comisionado para el Polígono Sur de Sevilla, institución creada para solucionar, entre otros cinco barrios, la problemática de la barriada murillo, mayormente conocida como las ‘Tres Mil Viviendas’. Maeztu comienza hoy los primeros contactos con Delegación de Gobierno de Ceuta y espera que los avances y los “errores” del Plan Integral del Polígono puedan aplicarse a la situación que se está viviendo en Príncipe Alfonso. Maeztu aboga por comenzar con la integración urbana y social del barrio ceutí.

En su visita a Ceuta, el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, ya anunció al Ejecutivo que dirige Juan Vivas la intención de trabajar de forma conjunta para solucionar los problemas de la barriada Príncipe Alfonso. Chaves se puso en contacto inmediato con el máximo representante del Comisionado para el Polígono Sur de Sevilla, Jesús Maeztu. Hoy comienzan los primeros contactos con la Delegación del Gobierno de la ciudad. Maeztu, que lleva desde el año 2003 trabajando por y para esta barriada sevillana en la que residen 50.000 personas, cree que se puede solucionar la situación en el ‘Príncipe’ con “voluntad política”. El representante del Comisionado tiene previsto trasladarse a Ceuta para conocer de primera mano la situación y aplicar las mejoras y “evitar” los errores. En una entrevista a EL PUEBLO, Maeztu desvela las “claves” para el éxito en el trabajo en barriadas problemáticas o marginales en las ciudades.

Pregunta.- ¿Cuáles son sus funciones exactas en el Polígono Sur?

Respuesta.- Como Comisionado represento a las tres Administraciones, la del Estado, el Gobierno Autonómico y el Ayuntamiento. Mis funciones consisten en impulsar, coordinar y articular toda la política y servicios públicos que prestan las tres Administraciones. Es decir, no suplo ningún servicio ni tampoco ninguna política pública que corresponda a los seis barrios que forman el Polígono Sur. Lo que hago es que funcionen de manera coordinada y que las planificaciones vayan engarzadas para que todo pueda ser mucho más eficaz. Sobrevuelo sin capacidad de gestión todas estas competencias.

P.- Dentro de ellas, ¿cuál considera más importante?

R.- El Polígono Sur es una zona muy emblemática y en la que tres de los barrios tienen una vulnerabilidad y marginación social mucho más fuerte que el resto. El Plan en el que se ha trabajado con todos los colectivos, desde asociaciones de vecinos a diferentes grupos, tardó dos años en conocer qué necesitaban. Era imprescindible que el Plan Integral partiera de abajo y de las propias necesidades de los vecinos. Así, se contemplan dos tipos de actuaciones importantes. En primer lugar, las que pertenecen al ‘corazón’ que son las políticas que necesita la gente; las que pertenecen a salud, empleo y desarrollo económico, vivienda, educación y servicios sociales -menores y familia-. Alrededor de éstas, se encuentra el de hacer permeable el barrio a la ciudad y dotarlo de equipamientos estratégicos. Al mismo tiempo, crear un entorno donde haya equipamiento urbano que signifique vencidad, convivencia. Ahí se introduce el asunto de la seguridad, evitar conflictos o disciplina urbanística.

P.- ¿Qué filosofía general anima su trabajo diario?

R.- Tiene una filosofía muy ambiciosa que es la construcción de la ciudadanía que hay en los seis barrios. Posibilitar que los vecinos tengan derecho a ejercer como ciudadanos, ya que son portadores de derechos y obligaciones como todos. El objetivo es que esto se produzca en un entorno que esté vivo, sea habitable, equiparable y esté integrado en la ciudad. Â partir de ahí ya es responsabilidad de los vecinos qué tipo de vida eligen, los estudios que deciden realizar, etc., pero que tengan esas posibilidades como ciudadanos y que no sean vecinos de segunda. Aquí hay un emblema que dice que ‘Nosotros también somos Sevilla’. No pueden ser un equipamiento periférico de la ciudad aislado de la misma. No se trata sólo de hacer un lavado de cara sino que los sistemas de movilidad, integración y de control de disciplina urbanística en la ciudad estén como en cualquier otro barrio. Es decir, que el Polígono no se convierta en un lugar en el que se concentre la gente marginada. Es un proyecto muy ambicioso.

P.- ¿Ha tenido algún ejemplo en el que mirarse en España o en otros países?

R.- La dimensión del Polígono Sur es más que las ‘Tres Mil Viviendas’, un término que no nos gusta utilizar ya que es un barrio llamado Murillo y está integrado con otras cinco zonas. El grupo está formado por Letanías, Martínez Montañés, Antonio Machado, Paz y Amistad, La Oliva y Murillo. Alguna experiencia hermana que se hizo en España fue en Bilbao, en San Francisco, también en La Mina de Barcelona o en La Cova de Valencia. Ellos estaban trabajando en la cohesión urbana, en el cambio de la estructura de los barrios. Además, se unían las experiencias de intervención social, de dinamización comunitaria o de seguimiento de los colectivos a través de actuaciones con las familias. Eso nos ayudó mucho a iniciar el camino de debate de lo que se quería para Sevilla. También se hizo en Francia y he visitado países como Chile y Ecuador para conocer estas experiencias. De lo que se trata en el Polígono Sur es de que haya regeneración urbana, con plazas y bulevares donde se pueda convivir y que no haya conflictos en la zona. En ese entorno tienen que vivir familias, lo que le va a dar sostenibilidad al Plan Integral. Así, el trabajo del ladrillo y el ‘alma del ladrillo’ constituyen la cohesión social.

P.- ¿Cuáles son los principales problemas del Polígono Sur?

R.- Por un lado sería el del aislamiento exterior con el resto de la ciudad respecto de sus ejes estratégicos. Es decir, los sevillanos pueden pasar por cualquier sitio sin necesidad de entrar al Polígono Sur. Eso hace que la ciudad tenga un concepto criminalizado y estigmatizado de la zona. Es uno de los problemas más graves. El segundo asunto importante es la falta de equipamientos propios de una ciudad lo que causa que no se pase por aquí. Sin embargo, es de destacar que la Universidad Olavide ha ubicado en el barrio una residencia de estudiantes con 300 plazas, algo que supone una apuesta valiente y es un ejemplo claro de este tipo de equipamientos. El tercer problema es el abandono que ha sufrido la zona, lo que ha provocado una tasa de impunidad muy fuerte de tal manera que se puede permitir o hacer la ‘vista gorda’ sobre asuntos que en otros lugares no se hacen. Se construyen porches que invaden las aceras públicas o se montan ‘chiringuitos’ sin control y sin licencia de ningún tipo. Este asunto está cambiando ahora. El último tema importante sería el del consumo y la venta de droga, algo que puede generar muchos conflictos.

P.- ¿Cree que el Comisionado es un modelo trasladable a Ceuta?

R.- Conozco la barriada del ‘Príncipe’ y su problemática por lo que he leído y a través de algunos compañeros de estudios. El vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, ha visto la evolución del Plan en el Polígono Sur y ha apoyado mucho este proyecto. Me llamó y me comunicó que era de Ceuta y que estaba muy interesado en la ciudad y al mismo tiempo que estaba preocupado por la barriada del ‘Príncipe’. No se trata solamente de ‘lavar la cara’ a la zona. Hay un caudal y un tesoro de actuaciones y características que pueden venir muy bien a este lugar como a otros barrios. En Ceuta ya hay material de cómo se interviene y de cuáles son los requisitos imprescindibles para que pueda haber un proceso sostenible. No decimos que haya que montar un Comisionado en el ‘Príncipe’, problablemente no. Aunque sí hay en el Plan del Polígono, material, herramientas, claves, experiencias, errores y fracasos que le pueden venir muy bien al tipo de trabajo que se tiene que hacer ahora de manera integral y participada. Las Administraciones tienen que perder su protagonismo y deben unirse para sacar una barriada habitable. El Plan del Polígono Sur debería ser un referente especial para el ‘Príncipe’ al igual que el resto de barriadas en España. Los problemas son muy comunes. El interés de Chaves es que la barriada vuelva a la normalidad y sí que es posible y trasladable. Tiene que haber una voluntad política clara y no debe haber protagonismos ni partidismos ninguno. Además, hay que coger las fuerzas internas del barrio y que se debatan en talleres con una mirada compleja. Hay que implicar a la gente y que haya un equipo motor básico que se lo crea y tenga fuerzas para dar pasos hacia adelante y hacia atrás. Es decir, un proceso social y urbano.

P.- ¿Se ha concertado ya alguna visita?

R.-Ya me han llamado y esta semana vamos a tener un primer encuentro con Delegación. No es de trabajo, sino de que haya un primer contacto para ver cómo me traslado a Ceuta y veo cuáles son los datos, cómo se encuentra la barriada. Al mismo tiempo es importante que se cojan ideas comunes de cómo se ha hecho en el Polígono Sur. Es decir, montar una mesa de trabajo para que estén todos los que deban estar y que se tenga una voluntad clara, política, técnica y vecinal para acomter los comienzos del plan para el ‘Príncipe’. Hay voluntad política de que la barriada deje de ser problemática.

P.- ¿Dónde tiene su sede el Comisionado? ¿De qué recursos dispone?

R.- En principio yo estaba en el edificio habilitado para la Consejería de Vivienda ya que la Empresa Pública de Suelo de Andalucía -EPSA- era la dueña de los terrenos y de las 7.500 viviendas que componen los seis barrios, exceptuando La Oliva que es una cooperativa. En unos meses nos dimos cuenta de que había que estar en el corazón del barrio, viendo el día a día de la gente y compartiendo con ellos sus jornadas. Ahora mismo el Comisionado se encuentra en los dos ejes estratégicos de los barrios entre Murillo -las ‘Tres Mil’- y Martínez Montáñes -las ‘Ochocientas’-. Es decir, equidistantes en los seis barrios. El Comisionado es un supervisor que está impulsando todas las gestiones. Lo que son gastos ordinarios del mantenimiento del equipo se hacen a través de EPSA dada su vinculación con el territorio en una parcela de 145 hctáreas, equivalente a 200 campos de fútbol. Por otra parte, las distintas Consejerías aportan recursos humanos; Igualdad destina un equipo de intervención y dinamización social; Educación pone un equipo liberado de profesores para trabajar los planes de escolarización inclusiva; Salud también pone recursos para llevar a cabo las necesidades pertinentes en este sentido a través de los ambulatorios. Como Comisionado articulo, coordino y secciono el trabajo de los seis equipos además de que todos están actuando en el propio territorio.

P.- ¿Cómo se le acogió por parte de los habitantes del barrio? ¿Cómo es su relación con los vecinos? ¿Han hecho alguna investigación al respecto?

R.- Cuando se llegó al Polígono se encontraron unos fuertes movimientos vecinales y se han comprometido con la lucha, el trabajo y la dignificación del barrio. Han elaborado muchas medidas y han hecho proyectos de cambio. La Administración respondió desde el año 1980 hasta 2003 con ocho proyectos que intentaban responder a sus respuestas. Sin embargo, fueron fracasando. Los vecinos solicitaban una especie de autoridad única que diseñara todo. Se trató de conjugar a modo de Comisionado y esto ayudó a que se creara otro modelo de gestión con la base de datos necesaria. El contacto con los vecinos y el trabajo de los equipos y de los profesionales de los que nos hemos rodeado dedujo que había que hacer las cosas de otra manera para que no fracasara de nuevo, ya que la exigencia de los vecinos era muy grande. Eso nos dio las claves fundamentales para la sostenibilidad: que todos los proyectos de los sectores intervinientes tengan que partir de modelos territorializados, es decir, que contemplen en qué fase está cada uno de los barrios, la especificidad del territorio; la segunda clave sería la integración de todas las políticas ya mencionadas -hay que estudiar cómo está ese bloque con respecto a la salud, el empleo, los servicios sociales o la educación-; la tercera sería la participación. Si los vecinos no se implican y no participan en la gestión y en la decisión, el Plan no tiene sostenibilidad. La gente tiene que ser la que salga en la lucha de su propio desarrollo. Los vecinos nos acogieron muy bien y tenían una gran esperanza. A pesar de todo, el modelo de autoridad única no es posible. Se ha hecho un ciclo de cinco años y en el siguiente período se espera que ya se consolide. En un tercero el Comisionado ya no tendría que existir. La esperanza de los vecinos es muy vigilante. Ya llevamos siete años y creemos que es la primera vez que funciona con esa estabilidad.

P.- Desde su creación en 2003, ¿cuáles cree que han sido los objetivos conseguidos? ¿Considera que ha tenido el apoyo suficiente por parte de las instituciones implicadas?

R.- Ahora mismo tenemos centros de salud nuevos, hay un novedoso Plan Urban, se ha pasado del 48% al 12-14% de absentismo escolar, ya hay tres institutos y doce colegios. Se dispone de unas políticas que unen en sus modelos de gestión la vivienda, la educación y la Policía de Menores de la Junta donde los casos se estudian de forma individual. La voluntad política se ha ido trabajando bastante desde un principio -cuando Chaves era presidente-. Sin embargo, el problema que hemos tenido en estos dos últimos años es que los cambios en la Administración han obligado a empezar de nuevo. Eso tiñe de duda a los vecinos y creen que se pierde apoyo. Además, la crisis económica nos va a poner un examen muy fuerte y ahí está la preocupación, si se va a poder salir de la misma porque ahora mismo hay rehabilitación de viviendas que no pueden continuar. Eso produce al mismo tiempo que haya una situación social en la que aumentan los robos. Ahora en 2011 esperamos salvar todo lo posible que los recortes no sean sustanciales y que no haya un retroceso.

P.- ¿Cuáles son los objetivos a corto plazo para el Polígono Sur? ¿Y a medio y largo si es que los hay?

R.- A corto plazo lograr que este modelo de gestión territorializado, participado e integrado empiece a conectar con las estructuras de los barrios a través de las diferentes comisiones. Además que se construyan indicadores de seguimiento y evaluación de los resultados de las actuaciones. Ahora el objetivo es que no decaiga. Lo que se quiere es que se mantenga la implicación. A medio plazo es que los técnicos ya trabajen integrados y en red y los que lo hagan sea porque quieren hacerlo en esa zona ya que saben de las carencias y de las necesidades que tiene la gente. Es decir, que la Administración mantenga esos compromisos para que pueda haber sostenibilidad y en ese sentido hay que garantizar que los cambios funcionen y se engrasen. A largo plazo, que se haya conseguido el suficiente nivel de participación para que los vecinos desde el principio tomen como suyo el Plan y por lo tanto lo mantengan, para que esos vecinos sin Comisionado estén en las mismas condiciones y con los mismos instrumentos para apostar por la ciudad según esa construcción de ciudadanía que se ha querido hacer. Los residentes de Polígono Sur son los que decidirán si quieren mantener una vida normalizada ya que si no, el Plan fracasaría. El objetivo es que pueda ser sostenible técnica, política y socialmente y que se consolide de manera que no tenga vuelta atrás.
 

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