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OPINIÓN - DOMINGO, 23 DE ENERO DE 2011

 
OPINIÓN

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES. 17

Hablando con un pariente de Córdoba, me dice que se ha encontrado a Mariano Mansilla y que éste le había preguntado por mí. Mansilla, cuando apenas había cumplido los dieciochos años, me fue recomendado por su padre, que era joyero destacado, como jugador de fútbol. Y le hice caso a don José. Mansilla triunfó clamorosamente en el Mallorca y a partir de ese momento encandiló a otros equipos. Huelva y Jerez disfrutaron de su juego. Hoy he hablado con Mariano por teléfono. Y me dice que está ejerciendo de agente futbolístico. De MM podría hablar mucho y bien. En esta ocasión, hemos recordado pasajes de nuestras vidas y he llegado a emocionarme. Con Mansilla tuve la satisfacción de hacerle comprender cómo un delantero diestro podía jugar por la izquierda y hacer estragos en la defensa contraria. Semejante logro me fue posible trabajando duramente con él. Mariano me ha prometido venir a Ceuta cuanto antes.

MARTES. 18


Luis Parrilla me llama para comunicarme que estoy invitado a una comida en la cual voy a disfrutar de la compañía de Pepe Montes y Toñi, su esposa; de Maite, arquitecta; de Marina y José, inspectores de trabajo. Y no tengo el menor inconveniente en aceptar su invitación. Luis Parrilla lleva casi diez años trabajando en esta ciudad y la vive intensamente, porque está caído de boca por ella. Es su gran amor. Y no se cansa de celebrar en Córdoba, donde tiene fijada su residencia, lo bien que se lo pasa entre nosotros. Venir a Ceuta significa muchísimo para Luis Parrilla: tanto, créanme, como para hacer proselitismo de ella en toda Andalucía. La labor de Luis está pidiendo a gritos que se le reconozca la tendencia que muestra a destacar las bondades de esta tierra. Sé, positivamente, que mis palabras le van a causar la inquietud que suele apoderarse de quienes no desean, bajo ningún concepto, destacar en nada para no perder esa condición de persona que intenta siempre pasar inadvertida. Luis se ha ganado el derecho a que los ceutíes que lo vienen tratando, desde hace una década, lo distingan como lo vienen haciendo.

MIÉRCOLES. 19

José Manuel Gallardo y yo nos hemos pasado muchos años trabajando en periódicos. Llegó muy joven a ‘El Periódico de Ceuta’ y pronto comenzó a mantener muy buenas relaciones conmigo. Por aquel tiempo, principio de los años noventa, ya andaba chiflado por el fútbol. El fútbol ha sido siempre la pasión de JMG. No en vano su padre jugó en el Ceutí y lo llevaba a ver los partidos. Con José Manuel he hablado yo de fútbol lo que no está en los escritos. Durante muchos años, y casi todos los días, él procuró por todos los medios pegar la hebra conmigo para tratar de sonsacarme opiniones que le ayudaban a comprender más un deporte que le tenía comida la sesera. Eso sí, me consta que mis comentarios se los trasladaba a su padre para que éste reflexionara sobre ellos. Gallardo, amante del fútbol sala, aprovechó un momento en que esta ciudad se olvidó del fútbol a once para hacernos creer que nuestro destino deportivo estaba en el de a cinco, y acabó convirtiéndose en un especialista de la cosa. Nuestras relaciones, por causas ajenas a nuestra voluntad, se fueron deteriorando y estuvimos cierto tiempo manteniendo una tirantez entre nosotros, que no nos correspondía. A pesar de que mis consejos, dada nuestra diferencia de edad, fueron siempre en la misma dirección: la de ayudarle; lo cual no quiere decir que uno estuviera en todo momento acertado. Pues bien, de un tiempo a esta parte, Gallardo y yo hemos recuperado la conversación. Y hoy, cuando nos hemos puestos a charlar, él no ha tenido el menor inconveniente en asegurarme que nunca ha dejado de estar atento a mis comentarios. Y dice compartir mis aciertos en un porcentaje altísimo. El halago me importa un bledo; lo que sí me importa y me alegra, muchísimo, es que José Manuel y yo hayamos recuperado el diálogo.

JUEVES. 20

Hace dos semanas, en esta misma página, contaba yo que Pepe Ávila, director del Hotel Tryp, me había invitado a compartir mesa y mantel con su hermana y el marido de ésta. Y que los dos me habían causado una magnífica impresión. Aquel día, precisamente, PA y yo tuvimos la oportunidad de charlar lo justo para aclarar ciertas dudas que ambos teníamos en relación con nuestra forma de actuar en según qué cosas. Con lo cual la comida resultó provechosa. Hoy, el director del Tryp me ha requerido ciertos datos que le había reclamado su cuñado para poder acceder a cierta página de Internet que yo le había recomendado. Y, tras facilitárselos, nos hemos puesto a charlar de cuando ambos estuvimos en Las Islas Baleares. En Menorca él, y yo en Ibiza. En ambos sitios tenemos amigos comunes. Así que, casi sin venir a cuento, nos ponemos a charlar sobre las diferencias que existen entre ambas islas. Los menorquines, me dice él, son personas afables pero precavidas. Y, desde luego, se nota mucho el efecto que produce entre la gente la tramontana. Un viento que, cuando sopla, cambia el carácter de las personas. Es cierto, le digo yo, que Menorca es más europea que Ibiza; por razones claras de invasiones. Ibiza, la que yo viví intensamente, es una isla africana, en la que predominan los vientos del sur. Y así, metidos en semejante conversación, anduvimos un tiempo que nos fue más que suficiente para volver a recobrar las formas que un día, sin venir a cuento, pusimos en peligro.

VIERNES. 21


Hacía un montón de tiempo que yo no veía a Juan José Cerro. Y mucho más que no había tenido la oportunidad de cruzar unas palabras con el eficiente, según me han dicho distintas personas, secretario del alcalde. Pero el martes me fue posible compartir unos minutos de charla con él y con Francisco Sánchez Paris, ya que ambos estaban tomando el aperitivo en el mismo sitio que yo. De ese momento, me he acordado hoy. Y, claro, he querido reflejarlo en esta página. Y el motivo es tan sencillo como verdadero: a mí me ha caído siempre muy bien Juan José. A pesar de que con él nunca me ha sido posible mantener ese trato continuo que se necesita para conocer más a las personas. Pues bien, debo decir que sólo tuvimos tiempo para intercambiar impresiones varias y con gran celeridad: las justas para que Sánchez Paris volviera a demostrarme que me lee todos los días. No le irá mal…

SÁBADO. 22


Leyendo el periódico Estadio Deportivo, en su edición de Cádiz, hallo la siguiente denuncia de Enrique Ortiz: capitán del equipo gaditano. “Los jugadores estamos hartos de no cobrar”. “Antes de fichar, que los directivos solucionen lo nuestro”. Y todo, claro está, porque los jugadores del equipo amarillo no están percibiendo sus sueldos en los plazos fijados. Lo cual demuestra que en el seno de la plantilla existe un descontento generalizado. Lo que ocurre en el Cádiz viene ya siendo habitual en otros muchos equipos. No obstante, el equipo gaditano está entre los cuatro primeros del grupo. En Ceuta, Javi Navarro, el jugador que más ha rendido hasta el momento, manifestaba, días atrás, que los mayores enemigos de la Asociación Deportiva Ceuta son sus propios jugadores. Y que era necesario solucionar el problema con la urgencia que requiere el caso. Un problema que propició la destitución de Joao de Deus y que está poniendo en evidencia a Goikoetxea –esto es de mi cosecha-, dada la poca entrega de unos futbolistas que sí vienen cobrando sus salarios. En los tiempos que corren, de tanta penuria económica, los futbolistas de la ADC deberían dejarse de tonterías de tres al cuarto y empezar a rendir acorde con el dinero que ganan y que están cobrando como es debido. Ojalá que hoy frente al Lorca Atlético, podamos ver el principio de una recuperación que dure hasta conseguir el logro que se busca: la clasificación entre los cuatro primeros.
 

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