| 
                     
					El aumento de la pobreza en la sociedad ceutí a causa del 
					aumento del desempleo que conlleva la pérdida de poder 
					adquisitivo y hasta de la vivienda en muchas familias 
					arrastra a muchas personas a pedir ayuda a organizaciones 
					solidarias cuando nunca lo habían hecho. Cáritas y Cruz Roja 
					hablan de nuevos pobres o pobres vergonzantes porque no se 
					atreven a solicitar asistencias. La primera entidad atendió 
					a un 17% más de personas en 2010 que en 2009 y la segunda 
					recibió de la UE y distribuyó 5.000 kilos más de alimentos 
					entre los excluidos. Además, las dos entidades dan ayudas 
					económicas para pagar el alquiler y la luz. 
					 
					La prolongación de la crisis económica, con una tasa de paro 
					en Ceuta del 24% en el último trimestre de 2010, trajo 
					consigo el aumento constante de la ayuda que las 
					organizaciones solidarias prestan a los más desfavorecidos, 
					buena parte de ellos personas que nunca antes habían pedido 
					asistencia. Un total de 800 familias fueron atendidas por 
					Cáritas Diócesana en 2010 para hacer frente a sus 
					necesidades básicas y se repartieron 130.000 kilos de 
					alimentos. Además, Cruz Roja entregó otros 47.562 kilos de 
					alimentos a seis entidades que a su vez los distribuyeron a 
					alrededor de 1.000 personas. Esta ONG experimentó un 
					incremento de 5.000 kilos en la cantidad de alimentos 
					básicos distribuidos. 
					 
					La institución católica ya experimentó un aumento del 14% de 
					personas atendidas en 2009, con 600 familias, y las 800 
					familias atendidas el pasado año elevaron otro 17% el 
					porcentaje de asistidos. El año que se inicia se espera “más 
					duro todavía”, en palabras de Manuel Gestal, director de 
					Cáritas Diócesana, que coordina a las ocho oficinas de 
					cáritas parroquiales, quien recuerda que “para febrero 
					esperamos la llegada de gente a la que se le ha acabado la 
					ayuda de los 420 euros”. 
					 
					El aumento de las acciones solidarias para sostener la 
					difícil supervivencia diaria de cientos de familias dibuja 
					el rostro de los nuevos pobres, personas que contaban con 
					medios de vida, vivienda y un poder adquisitivo medio y la 
					pérdida del empleo les lleva a pedir ayuda a las 
					organizaciones. Estas consisten en entregas de alimentos y 
					apoyos económicos para pagarles puntualmente las cuotas de 
					la hipoteca, el alquiler o la luz. 
					 
					Manuel Gestal, director de Cáritas Diócesana, que coordina a 
					las ocho oficinas de cáritas parroquiales en la ciudad, 
					describe que la presencia de estos nuevos pobres entre los 
					receptores de ayudas ha sido creciente. “Entre el 20 y el 
					30% de los receptores son nuevos pobres y el 90% de ellos 
					son parejas jóvenes que se casaron con muchas ilusiones, se 
					han quedado sin trabajo y no tienen ni casa, ni dinero”. 
					 
					Otros dos bloques de ciudadanos que se ven sostenidos en 
					estos momentos de crisis por la acción de Cáritas son la 
					Tercera Edad y las familias numerosas, muchas de ellas con 
					más de cuatro hijos.  
					 
					Los nuevos pobres sufren su situación de una manera 
					“vergonzante” y Gestal revela que “son personas de las 
					clases medias que vivían con fluidez en épocas de bonanza 
					económica. La competencia entre los bancos por ver cual daba 
					créditos más baratos hizo que se diera crédito a algunos que 
					no podían pagar. Cuando explotó la burbuja inmobiliaria, la 
					gente empezó a quedarse sin trabajo y muchas parejas se 
					quedaron sin los dos empleos. Se creó una tenaza que cogía a 
					la gente. No podían pagar la hipoteca del piso, ni 
					venderlo”. 
					 
					Gestal reveló que hay personas que sienten vergüenza por su 
					situación y mandan a amigos a pedir asistencia en su nombre 
					porque ellos no se atreven. Entre estos, los hay que tienen 
					que pagar 1.000 euros al mes por la cuota hipotecaria y solo 
					ingresan 600 euros.  
					 
					La acción de Cáritas en esos casos se dirige a “pagar el 
					recibo a quienes lo reclaman, nosotros no damos dinero y le 
					decimos a las personas que si más adelante se recuperan 
					económicamente recuerden que hay otros están mal por si 
					quieren hacer su aportación”. 
					 
					Los nuevos pobres son solo el último sector de la sociedad 
					que ha caído en la exclusión social, ya que en España, según 
					datos del Instituto Nacional de Estadística, el 19,5% de la 
					población está bajo el umbral de la pobreza. Ceuta y Melilla 
					con un 36,6% de población pobre compite en ese ranking 
					negativo con ExtreMadura, una comunidad donde el nivel está 
					en el 36,2%. 
					 
					Alicia Condote, presidenta de Cruz Roja en Ceuta, recuerda 
					que el plan ‘Cerca de ti’ ha servido en 2010 para adelantar 
					los gastos de luz y alquiler mientras Asuntos Sociales de la 
					Ciudad Autónoma tramita el pago de las personas que no 
					pueden hacerlo. Además, se están repartiendo alimentos 
					infantiles y pañales para los niños dentro del programa 
					costeado con 30.000 euros abonados entre la entidad ceutí y 
					la Cruz Roja Española. 
					 
					Los lotes de alimentos que se entregan provienen de los 
					excedentes alimentarios de la Unión Europea que en España 
					entrega el Fondo Español de Garantía Agraria a las ONGs. 
					Condote tiene claro que la llegada de más alimentos es 
					porque “la Unión Europea responde con este programa al hecho 
					de que el 17% de la población europea está bajo el umbral de 
					la pobreza”. Las entidades que reparten son Betel, Remar, 
					Parroquia Nuestra Señora de África, Cáritas de El Valle, 
					Cáritas de Los Remedios y la comunidad islámica Al bujari.
					 
   |