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sociedad - LUNES, 14 DE FEBRERO DE 2011


gatos abandonados. reduan.

REPORTAJE / PROTECTORA DE ANIMALES
 

Hay 190 gatos, ¿quieres uno?

A pesar de que la cuota es tan solo de cinco
euros mensuales, no tienen tantos socios como para que el dinero les alcance para pagar los 1.200 kilos de pienso que necesitan al mes para alimentar a los felinos
 

CEUTA
Patricia Gardeu

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre”. Esta mítica cita de Víctor Hugo se materializa al entrar en la sala, un pequeño espacio que rebosa de gatos. Atigrados, blancos, negros, de angora... Estamos en la nave que la protectora de animales de Ceuta destina al cuidado de felinos, y da la sensación de que allí no entra un animal más. “Habréis perdido la cuenta de cuántos gatos hay aquí...”, cuestiona EL PUEBLO. “No, hay 190”, responden, mientras van nombrando a cada uno y contando sus historias. Cariñosos, juguetones y curiosos, ellos se acercan al intruso y huelen si es o no de fiar. Después, escalan, arañan la mochila, se suben en los hombros como si fuesen loros y maúllan exigiendo una pequeña atención, algún mimo que agradecer con un ronroneo. Los 101 dálmatas se quedarían en poca cantidad. Impresiona ver a cerca de doscientos gatos juntos. Ni la mísmisima filósofa María Zambrano, que durante su exilio romano se hizo famosa en la Plaza del Popolo por compartir casa con treinta gatos. Claro que por algo Roma, además de eterna, es conocida como “la ciudad de los gatos”, los cuales, vagabundean a sus anchas por las ruinas, y se van a dormir la siesta a la sombra de las pirámides, en el cementerio acatólico.

Si fuese por Juan José Tuset, el actual presidente de la protectora, atenderían a más gatos. “Pero es que no podemos, ya ves, no entran”, reconoce. “Además, no disponemos de medios económicos para mantenerlos”. Gracias a un convenio con la Ciudad, cubren los gastos sanitarios: vacunas, veterinario... Pero la alimentación, unos 20 kilos de pienso mensuales, corre por parte de la protectora. En total se necesitan unos 1.200 euros mensuales que con los fondos apenas llegan nunca a cubrir. Las cuotas de socios, cinco euros al mes, son imprescindibles pero no suficientes. También intentan sacar algo de dinero con algunas actividades, como el calendario que realizaron en Navidad, o el festival celebrado el pasado fin de semana. Pero la recaudación fue inferior a la prevista, poco más de 1.400 euros.

Compañia en días sin tiempo

Según estudios recientes, en estos tiempos de prisas y crisis, el gato, que en principio requiere menos atenciones que el perro, se está alzando como animal de compañía por encima del perro. “Da menos trabajo, sí; no hay que sacarlo a pasear, pero esto no significa que no requiera cariño”, matiza Esperanza. Es una voluntaria que acaba de llegar a la protectora para dejar un gato. El animal apenas puede mantenerse en pie. Lo ha encontrado cerca de la comisaría de Los Rosales. A pesar de los años que lleva cuidando animales, aún se sorprende: “La gente pasaba, veían al gatito en el suelo, tan enfermo, y ni se acercaban”. Como muchos de los gatos que llegan hasta al centro, está afectado de rinotraqueitis viral, por lo que echa muchos mocos. “Vas a salir de esta, pequeño”, le susurra al felino, que acurruca en una toalla. “Está muy grave, pero otros que han llegado peor han salido adelante”, añade Tuset.

Contigua a la sala donde duermen todos los felinos, y que dispone de una gatera para que salgan y entren al patio, está la “enfermería”, una habitación con un par de mesas y algunas jaulas improvisadas en las que los animales reciben tratamiento antes de pasar a la habitación principal.

En una de esas jaulas, tres o cuatro gatitos de tan solo cuatro días duermen en la barriga de mamá. Son blancos y aún no han abierto los ojos. Es probable que esas crías sí encuentren una familia. Pero no tendrán la misma suerte ni su madre, ni los demás gatos con los que comparten ‘celda’.

“Nadie quiere gatos. Y menos aún si son adultos”. Ese es el principal problema al que se enfrenta la protectora. Cada vez llegan más gatos pero pocos encuentran una familia que los adopte. La única salida que, a veces, tienen los gatos adultos es Suiza, aunque solo representan el 10% de todos los gatos que tienen en la protectora. “La gente en ese país está acostumbrada a tener gatos, hay una mayor concienciación. La media de felinos que suele adoptar cada familia es de diez”, explican en la protectora. Por eso, los reclaman desde allí. Vuelan a Suiza tras una petición realizada a través de la asociación ‘Lara’ de Madrid, que es la encargada de coordinar la adopción. Todos los animales que salen de la protectora, tanto si se quedan en Ceuta como si cruzan el Estrecho, llevan un microchip y tienen puestas todas las vacunas.

Uno de los temores del personal de la protectora es la llegada de la primavera. Las hembras se ponen dos veces al año en celo, y coincide con la llegada de la próxima estación, la época de partos. Por este motivo, realizarán en breve, por la ciudad, una campaña de castración. “Es fundamental castrar a los gatos cuando tienen unos seis meses. Otra opción es la vasectomía”. Durante estos meses, además, empiezan a “devolverse” regalos de Reyes. “Aún la gente no se ha dado cuenta de que un animal no es un juguete que pueda regalarse por sorpresa cuando es una bonita cría”, recuerdan.

Salimos del recinto. Ellos acompañan hasta la puerta. Miran como diciendo “como en una casa no estaríamos en ninguna parte”. Sheila, ‘la cantante’, nos despide a maullidos.
 

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