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sucesos - JUEVES, 17 DE FEBRERO DE 2011


inmediaciones de patio paramo. archivo.

tribunales
 

La dueña de una casa y su inquilino son juzgados por un altercado

La vivienda es de protección oficial y Emvicesa le expedientó por alquilarla, lo que motivó que ella y su pareja acudieran al piso para hablar con él y se enfrentaran
 

CEUTA
Luis Santiago

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El Juzgado de lo Penal 1 juzgó ayer a un caso de intento de desahucio que acabó con un altercado entre el novio de la propietaria de la casa y el hombre que vivía de alquiler. Ambos se denunciaron mutuamente después de enfrentarse y el inquilino también denunció a la dueña. La pareja y el arrendatario ofrecieron versiones contradictorias. La mujer negó que presionara al inquilino y contó que Emvicesa le había abierto un expediente por arrendar un piso de protección oficial.

Una mujer, su pareja y el inquilino del piso que tenían arrendado fueron juzgados ayer después de interponerse denuncias cruzadas tras un incidente que se produjo cuando los dos primeros fueron a comunicarle al segundo que debía de abandonar la casa por ser de protección oficial y tener un expediente abierto en Emvicesa por alquilarla.

Los hechos se remontan al verano de 2007, cuando la Ciudad Autónoma inspeccionó las viviendas de Patio Páramo, entre ellas la de T.R, la mujer juzgada ayer, y se le comunicó que no podía alquilar la casa y se le podría retirar una subvención que tenía concedida. A partir de ese momento, T.R. intentó negociar un acuerdo con el inquilino para que este abandonara la casa cuando llevaba año y media en ella y le quedaban otros tres año y medio contratados.

T.R. declaró que, tras varios intentos, localizó al inquilino por teléfono en el verano de 2007 y “me pidió que yo le buscara un piso de características similares y le pagara la mudanza”. La acusada relató que, posteriormente, estuvo dos meses intentando hablar con el arrendado mediante cinco o seis llamadas al teléfono móvil, otra llamada a su trabajo y, como no respondía a los intentos de contactar, le envió un fax. Por último, el 22 de octubre, a las siete menos cuarto de la tarde, la propietaria se presentó con su nueva pareja en el piso de Patio Páramo. T.R. contó así lo que sucedió. “Iba a informarle de que había encontrado una casa para él y me abrió la puerta enfadado porque su hijo estaba dormido. Me dijo que no se iba porque no le salía de los cojones. Mi novio le pidió que hablara bien, este hombre lo empujó contra la pared y cayó al suelo. Cuando estaba tirado, levantó el puño y le dijo que lo iba a matar”. En ese instante, T.R. llamó a una ambulancia y la mujer del inquilino aviso a la Policía Local que ofreció a las dos partes poner denuncias.

El novio, S.R, corroboró el testimonio anterior y negó que los dos hubieran ido a la casa para coaccionar a la familia que ocupaba su piso. Aseguró que estuvo 7 días de baja con un collarín por el golpe y que el otro hombre lo amenazó con acudir a un amigo juez “que me arruinaría la vida”.

El tercer acusado, A.L, explicó que su mujer estaba embarazada y su hijo durmiendo y cuando apareció T.R. iba con “un hombre al que yo no conocía de nada porque el contrato lo firmé con el marido”. Dio media vuelta para entrar en la casa y “este individuo me empujó, se metió en mi casa un metro o metro y medio, se tiró al suelo y cuando oyó que mi mujer llamaba a la Policía se arrastró fuera del piso”.

A.L. acusó al novio de la propietaria de entrar gritando “ladrones, sinvergüenzas” y negó que él lo tirara al suelo.
 


La propietaria pagó 9.000 euros al ocupante y dejó la casa

Aunque el proceso penal siguió adelante hasta ayer, las dos partes ya habían llegado a un acuerdo antes por el que el inquilino cobró 9.000 euros y dejó la vivienda. En las conclusiones del juicio, el fiscal modificó las acusaciones iniciales por delitos contra los tres acusados por faltas. Pidió 20 días multa a razón de 10 euros de diarios de cuota por cada falta para T.R. y A.L. Acusa a cada uno de una falta de coacciones y otra de injurias. Al inquilino. A.L, le imputó una falta de lesiones solicitando 40 días multa a 10 euros por día. La acusación particular en nombre de la dueña de la vivienda y su novio pidió dos años por lesiones y otros dos por amenazas a A.L. La abogada de este acusó a la dueña de un delito de coacciones y a su pareja también sosteniendo que hubo una presión para que su cliente abandonara el piso.
 

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