PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 20 DE FEBRERO DE 2011

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Por qué es de mal tono llamarle a alguien “gordo baboso”

Por Nuria Van den Berghe


La convivencia, en lo personal y en lo profesional, puede ser y es en muchas ocasiones, fuente de fricciones. Podría incluso decirse que, a veces, los roces resultan inevitables y hay que echar manos de los principios básicos del protocolo para llegar a una especie de “entente cordiale” a un entendimiento cordial o al menos, dentro de los límites aceptables.

Tal vez por ello el tener conocimiento de que, en un determinado lugar de trabajo, es decir, en el ámbito laboral, un directivo se refiere a su segundo como al “gordo baboso” y el segundo al primero como “la hermana de Picio” resulta de un increíble mal tono, atenta contra la convivencia y llega a conculcar las leyes antidiscriminación.

Se nota además que, el gordo y la fea enfrentados, tienen muy poca empatía ¿Qué dicen? ¿Qué carecerán de empatía pero les sobra asertividad? Bueno, más o menos, porque, el concepto de “asertividad” tan de moda en la nueva psicología, sobre todo desde que está en boga la Terapia de la Escuela Gelstalt, es un concepto que se toma es un aspecto positivo, es decir, como la cualidad de expresar libremente las ideas y necesidades e incluso la capacidad de decir “no” y no dejarse avasallar. Pero decirle a un tipo “gordo baboso” y a su contraria “la hermana de Picio” no es asertivo sino malvado. Y demuestra escasísima sensibilidad y tener malísima leche.

Otra cosa es acercarse al individuo de manera asertiva y positiva y decirle amablemente “Metidito en carnes, te traigo una propaganda de Natur House, porque te aprecio y no quiero que se te “junten las mantecas” y te ahogues como los pavos y además porque, como me pareces una buenísima persona pienso que “mereces” algún día poderte atar los cordones de los zapatos sin asfixiarte con el barrigón y no des credibilidad a quienes critican que tu sudor huele a “brumas de cebollino” porque huele a seboso incienso divino”. ¿Ven la diferencia? No hay que temer usar y abusar de la amabilidad, porque, el ser amable y cariñoso, impacta emocionalmente al contrario y surge una corriente de afecto que energiza el espíritu.

Y en cuanto al apelativo “la hermana de Picio” primero es un menosprecio para el desventurado romano Picio que no era muy atractivo, pero tenía un gran corazón y era músico notable tocando el caramillo. Por ejemplo, el gordito relleno se acerca a la interfecta y le indica con dulzura “ Haz oídos sordos a quienes comenten que eres más fea que un bizco hinchando un globo, la cirugía se encuentra en época de grandes avances y el doctor de la Fuente, que opera en la clínica Ruber de Madrid, diseña unas narices preciosas serrando el caballete, perfila el óvalo, mete pómulos con hialurónico, plancha las arrugas con botox de última generación y si, pese a ello, cuando pidas un coche a la empresa para desplazamientos, te continúan enviando una escoba y te indican que salgas volando por la ventana y te ofrecen contratos cada Halloween para representar “Martes y 13” aquí tienes un billete para Lourdes y un burka de diseño, por el tema de barajar diversas opciones”. ¿Lo captan? Terapia Gestalt en estado puro transmitiendo virtudes positivas y aportando soluciones a los conflictos. ¿Qué murmuran admirativos? ¿Qué desde cuando me dedico a dar sabios consejos de autoayuda y a marcar pautas conductuales? Pues desde que tengo como maestro espiritual a Deepak Chopra y bebo de las fuentes intelectuales del terapeuta transpersonal José María Doria. De hecho, lo poco que sé me lo tengo muy currado a fuerza de desgastar codos porque nunca me he-me han considerado demasiado despabilada y si diserto con cierta habilidad es gracias a la Iluminación.

Y por ello, por ser tan sensible gracias a mis prácticas espirituales, me apeno ante las fricciones, el mal tono, lo antiprotocolario, personalmente adoro el cálido ambiente de los salones de la Preysler cuando anuncia el “Ferrero Roché” ¿Qué si al gordito y a la poco agraciada les invitaría la Preysler para un anuncio de “Ferrero Roché”? Pues sospecho que no, pero a mí tampoco. Ni para eso ni para “Porcelanosa”, pero hay otras opciones como un parque temático sobre Parque Jurásico, o el museo arqueológico que es ideal, porque te sacan la edad con carbono 14. Pero todo con buen tono y con mucha asertividad.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto