| 
                     
					Aún no han sido redactados los correspondientes escritos de 
					acusación contra el militar detenido por la agresión a su 
					mujer e hijo pero tanto el Ministerio Fiscal como la 
					acusación particular ya apuntaban ayer al delito de 
					tentativa de homicidio pese a que el parte del forense 
					acreditaba que las lesiones de las víctimas no comprendían 
					riesgo para la vida puesto que no alcanzaron los órganos 
					vitales.  
					 
					Fuentes judiciales consultadas por este medio de 
					comunicación explicaron que la calificación de homicidio o 
					asesinato conlleva, entre otras circunstancias, el que la 
					agresión sufrida por las víctimas alcance riesgo vital para 
					las mismas. Hecho que en este procedimiento no se ha 
					producido y que podría derivar en una calificación de delito 
					de lesiones graves. Sin embargo, la intencionalidad, que es 
					otro de los parámetros de estudio en la acusación, sí 
					comprenderá un estudio más exhaustivo de la única 
					declaración aportada ayer por el detenido. Lo que se conoce 
					como el ánimo o ‘dolo’.  
					 
					Con respecto a las propias víctimas, el INGESA ayer confirmó 
					que continúan en proceso de recuperación aunque las heridas 
					en las manos son bastante graves, habiendo producido la 
					rotura de tendones en el caso del hijo del detenido. Y tal 
					como decretó el jueves el juez de Instrucción número 4, 
					ambos continuarán custodiados por los agentes del Cuerpo 
					Nacional de Policía hasta que se les de el alta médica, como 
					medida de protección.  
					 
					Vistas así las cosas y recopilando los datos aportados a la 
					causa, a tenor de las estimaciones realizadas por la 
					Fiscalía, el subteniente de la ULOG no sólo podría 
					enfrentarse a un delito de tentativa de homicidio, que parte 
					de una pena de hasta 7 años de prisión, sino que habría que 
					añadirle el agravante de parentesco, que sumaría otro año de 
					cárcel.  
					 
					Además del delito de quebrantamiento de condena, puesto que 
					sobre él pesaba una orden de alejamiento con respecto a su 
					esposa, y que estimaría entre 6 meses y un año de presidio. 
					Sin olvidar las lesiones, que podrían ser constitutivas de 
					delito, con otros dos años de cárcel por cada víctima, o una 
					falta, por lo que se quedaría en una multa durante 30 días. 
					Por lo que el detenido podría enfrentarse a más de diez años 
					de prisión y, según el Código Penal Militar, a la 
					inhabilitación como miembro de las Fuerzas Armadas.  
   |