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OPINIÓN - JUEVES, 3 DE MARZO DE 2011

 
OPINIÓN / ANALISIS POLITICO

Musa Rahal y “los cantos de sirena”

Por Nuria de Madariaga


Los cantos de sirena” existen, lo encontramos en las grandes obras de la mitología clásica, ya saben, la típica escena de navegantes escuchando voces cautivadoras que entonan melodías maravillosas para hechizar a los marineros, atraerles hacia las rocas y que naufraguen con todo el equipo.

¿Y existen las sirenas?. En la mitología de la antigua Grecia proliferaban, bellísimas, con largas melenas rubias, idénticas a la Sirenita del cuento infantil. Luego, la realidad es más prosaica en cuanto a la apariencia física de esos extraños especimenes marinos. En Nápoles, cuando la II Guerra Mundial tenían un ejemplar en un acuario, era el orgullo de la ciudad pese a que no pasaba de ser una especie de engendro con cola de pescado, la parte superior amorfa y las aletas excesivamente desarrolladas con apariencia de muñones. Pero los napolitanos, que son tremendamente fantasiosos, andaban privados de emoción con su “sirena”. Hasta que llegó el bando aliado, los americanos liberaron la ciudad italiana y en un banquete oficial el General al mando ofreció como “delicatessen” un guiso de sirenita en plan plato principal, una manera bastante calamitosa de tratar a un presunto ser mitológico. Pero con todo y con eso suerte tuvo el pez-humano de que no se lo dieran de merienda a los gatos.

No obstante preferimos pensar que existen las voces líricas ofertando placeres innombrables en paraísos marinos, porque esa creencia mítica forma parte de nuestra memoria genética. Así que si retrotraemos el mundo de la leyenda a la actualidad resulta imperativo pensar, de forma inevitable, en la posición de Musa Rahal. En su valiente renuncia a cargos y prebendas por mantenerse fiel a sus ideas y al impacto que esta posición ha causado en el que ha sido hasta estos mismos momentos, su electorado.

La opinión generalizada es que, la política ceutí no puede ni debe renunciar a personas que demuestran ser capaces de dimitir antes que perpetrar dos traiciones: a sí mismo y a los votantes del partido que contribuyó a crear y a conservar. La integridad y la entereza demostradas y demostrables siempre tienen resultados políticos. Lo quiera o no el interesado. Por mucho que desee quedar al margen de cualquier actividad pública, es sencillo: no se lo van a permitir. Ni Musa Rahal se lo puede permitir, porque eso sí que sería una auténtica bofetada sin mano a aquellos que siguen sus postulados, comparten sus ideas y se muestran dispuestos a seguirle.

Si la UDCE consiguió un contingente de votantes y mantenerse en él, fue a fuerza de demostrar una serie de capacidades y de no defraudar las expectativas de sus seguidores. Pero la operatividad no era 1º Mohamed Alí 2º Mohamed Alí y 3º Más de lo mismo. Sino que la labor era conjunta, resultado de los esfuerzos de un equipo humano en el que Musa Rahal siempre contó, aportó y trabajó. El liderazgo personalista unigénito es peligroso porque desaparece la cabeza y todo se desmorona. La ventaja de aquel partido que fue y ya no es era la labor compartida, la lealtad entre sus miembros y el esfuerzo común. Nadie era imprescindible y al mismo tiempo todos lo eran, hasta que UDCE dejó de “ser y estar” y comenzó la desbandada, la desbandada que no las deserciones. Desertar es “huir” y aunque el bochinche ideológico y el batiburrillo de ideas que conforma la actual Coalición Caballas provoca un rechazo generalizado, los que se van no es por dejación, sino porque han comprendido que, la formación actual, nada tiene que ver con lo que fue. ¿Se ha vendido la UDCE por un plato de lentejas? No. Por un canto de sirena que es aún más irreal y más increíblemente absurdo.

Pero los cánticos son como todo: depende de donde provengan. Porque no es lo mismo escuchar un canturreo desde el Fondo Monetario Internacional que el melodioso chillido de la muchacha vocalista del conjunto que actúa en el bar “Scándalo” el más acreditado puticlub de Málaga. En su momento Aróstegui se convirtió en barítono y Mohamed Alí quedó subyugado. Pero las voces angelicales que le están llegando o llegarán al carismático demócrata liberal Musa no van a ser graznidos de cuervos enmascarados por corcheas y semicorcheas ejecutadas por un pianista clásico, sino voces auténticas con ofrecimientos concretos y plausibles tendentes a rescatar para la vida pública a un hombre al que la ciudad no puede ni debe renunciar, por su valía, porque este Musa, le pongan donde le pongan, se adhiera a quien se adhiera, vale.

Y es un tipo honesto, a la vista está. Y lo seguirá siendo y encima parece impermeable a los cánticos y sabe distinguir entre un canto real y un graznido de cuervos.

Dicen en “todas” las esferas que lo esencial para Ceuta es recuperar a este político íntegro, sea como sea, al frente de su propia formación, porque arrastra consigo las lealtades inquebrantables de los votantes que presentan como principal característica hacer gala de rectitud. Puede que añadido a otro partido que sea similar en valores y principios. O incluso rescatando mediante el lógico congreso democrático, los restos de la UDCE y compitiendo con Mohamed Alí en las urnas, cada cual encabezando su lista y su propuesta: Alí con el sindicalista Aróstegui y Musa Rahal con su propio equipo. Hoy por hoy, en unas primarias de UDCE, Rahal arrasaría.

Los cantos se multiplican para Musa Rahal, Mohamed Alí siguió fielmente la leyenda mitológica, hizo caso a la llamada y se estrelló, en el caso de Rahal no hay sirenas, sino gente buena, curiosamente de todos los signos y de todos los grupos, quienes le tratan de encandilar de la mejor manera para que su talento y sus cualidades no se desperdicien.

¿Y quien tiene ahora que mover ficha?. Es el turno de Musa Rahal. ¿Y con qué canto se quedará Musa?. Probablemente con el de la Sirenita, que es un canto de esperanza, como todo canto infantil.

Mohamed Alí todavía esta a tiempo de agudizar el oido.
 

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