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política - MIÉRCOLES, 9 DE MARZO DE 2011


Juan Luis Aróstegui y chaves. archivo

  PRESENTE Y PASADo
 

La historia de Aróstegui, José Luis Chaves y el cachorrito Iván

La frustración de Aróstegui, le llevó en 1989, junto con otros compañeros de viaje entre los que se encontraba José Luis Chaves, a “auspiciar” la creación de un periódico más proclive a hacerle la ola.
 

CEUTA
Ramón R.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

De no ser de aquí, de Ceuta, o de llevar viviendo en esta ciudad poco más de un año, cualquiera podría llegar a la conclusión de que Juan Luis Aróstegui es una persona a la que, de pronto, le ha sobrevenido la necesidad de participar en política y aportar algo desde una perspectiva distinta. Decía, un eminente físico de los años cincuenta del siglo pasado, que si cualquiera de nosotros echase la vista atrás y se observase a si mismo en una etapa anterior de su vida, probablemente ni se reconocería. Se encontraría con otra persona que más bien poco tiene que ver con él. Y es posible que algo así le esté pasando a Aróstegui, hasta el punto de creerse que él es “nuevo” en la plaza, borrando de su memoria todos los malos recuerdos de “aquel” que recién estrenada la década de los noventa del pasado siglo, era considerado el hombre que más mandaba en el Ayuntamiento de Ceuta.

Concejal de Economía y Hacienda de aquellos años, gobernaba en coalición con el PSOE y con el CDS. Su paso por ese área de gobierno, la más nuclear según todos los expertos en política, dejó secuelas todavía hoy no superadas, aplicando en la acción de gobierno dos máximas que siempre le han caracterizado: “Hago lo que me da la gana” y “Las consecuencias me traen sin cuidado”. A esta filosofía propiamente arosteguiana, habría que añadir algo que define perfectamente su “pedigrí democrático”: Su incapacidad para soportar las críticas y valorar mínimamente cualquier idea de otros. De hecho, sentía y siente (en esto son iguales “aquel” y “el de ahora”) un profundo desprecio por quien ose discrepar.

Seguramente ese escaso margen de frustración, le llevó, junto con otros compañeros de viaje entre los que encontraba José Luís Chaves, a “auspiciar” la creación de un periódico más proclive a hacerle la ola, que el diario decano, que por entonces era la referencia informativa de Ceuta. Pero crear un medio informativo sólido y estable, requería entonces, igual que ahora, una capacidad económica importante y la decisión de asumir un elevado riesgo empresarial. Y es ahí donde, al parecer, la mano de Aróstegui tuvo una intervención clave para obtener fondos para... ¿podríamos decir: su “panfleto”?. En aquellos momentos, Aróstegui y unos pocos más afines, como José Luís Chaves, controlaban el consejo de administración de la casi moribunda Caja de Ceuta. Moribunda gracias a una gestión que endeudó a nuestra Caja hasta la insolvencia, basada en una política crediticia en favor de “amiguetes”. Y con un acuerdo ya cerrado de absorción por parte de Caja Madrid, casi con nocturnidad y aprovechando los últimos estertores de autonomía de una Caja practicamente intervenida, Aróstegui forzó una reunión de aquel también moribundo e inhabilitado consejo de administración de Caja Ceuta, con el fin de seguir facilitando una línea de crédito a los accionistas de aquella aventura periodística que él auspiciaba, a pesar de que Caja Madrid, por obvias razones de riesgo, ni avalaba ni autorizaba.

No hace falta tener mucha imaginación para saber que los accionistas de ese nuevo poryecto editorial, eran personas cercanas a él y a sus socios de gobierno. Conclusión: Un serio intento de fabricar un “periódico a la carta”, usando toda su influencia política y con el dinero de todos, no con el suyo.

Pero volvamos al presente. No hace muchos días que Aróstegui vomitó contra el diario El Pueblo de Ceuta, al que tachó de “panfleto” y de periódico inexistente que se financiaba con subvenciones públicas. No hace falta reproducir aquella atropellada y atragantada filípica, ni replicarla más, por insolvente, ramplona y falsa. Pero la insistencia de uno de sus cachorro, Iván Chaves, hijo de José Luís Chaves, antiguo socio de Aróstegui, hace conveniente destacar aquella referencia que hizo sobre la cuestión: “El que quiera tener un periódico, ¡que se lo pague!, como hacemos nosotros”. ¿Y ahora, qué?

Es posible que algún lector no de crédito a nada de lo expresado en estas líneas. Que considere que todo lo anteriormente escrito forma parte de una fábula construida por el diario El Pueblo de Ceuta, que ataca a Aróstegui por el agravio recibido. Pero no, en este caso no.

De ser falso todo lo relatado, habríamos puesto en evidencia la desorientación de Aróstegui, porque todo esto y mucho más, se publicó un domingo, 15 de octubre de 1989 en el diario decano de la ciudad. Y es de suponer, ya que escribe en él todos los jueves, que a ese periódico lo considera “decente”. Entonces ¿quién es el “indecente”? Y ¿dónde quedan alojados esos inquebrantables principios que ahora exhiben con asfixia él y su cachorro?

Son muchos los que piensan en Ceuta que, no sólo es un político nada de fiar, sino que arrastra al abismo a todo el que pacta con él. La historia así lo afirma: el PSOE y el CDS tras abrazarse a él se hundieron en la miseria política, por no seguir hablando de Caja Ceuta, la Hacienda Municipal, etc, etc. Resultaba gracioso verle el otro día de palmero aclamando como “Presidente” a Mohamed Alí. Lo más probable es que éste y toda su formación, la UDCE, sean la siguiente víctima de este hombre tan sobrado de palabras y tan escaso de principios, ya que considera a este respecto, que para hablar está él y para vivir de acuerdo con los principios, los demás.
 


Todo esto y mucho más, se publicó el día 15 de octubre de 1989 en un periódico de la ciudad

15/10/1989.-Hace escasas fechas, se ha propuesto en Caja Ceuta, la ampliación de crédito a una empresa informativa creada hace pocos meses. La noticia podría pasar inadvertida dentro del mundo de las finanzas, pero las conexiones políticas de esta sociedad privada son abundantes.

El miembro del consejo de Administración Juan Luis Aróstegui, ha apostado fuerte para que los consejeros aprueben dicha ampliación, pero curiosamente Caja Madrid ha denegado la misma a través de una circular.

Nos encontramos pues ante un caso insólito, y es que probablemente los mayores partidarios de la fusión por absorción, pueden decidir en contra de los designios de Madrid y la opinión de la dirección. Los demás consejeros que se opusieron a la fusión, argumentan que el Consejo de Administración ya no tiene razón de ser, ni está éticamente capacitado para promover esta medida especialmente si Madrid se ha pronunciado. La provisionalidad del actual Consejo de Administración es la que obliga a estos consejeros a mantener una neutralidad ya que Madrid ha dicho que no. Pero hay más, ya que esta empresa de reciente creación tiene créditos solicitados antes de la fusión y la plantea ahora una ampliación para hacer frente a una serie de gastos, entre ellos nóminas.

El papel a jugar por los políticos, miembros del Consejo, entre los que se encuentran Aróstegui, Chaves y varios concejales del PSOE, precisamente los que en su día eliminaron a la oposición municipal en los órganos de la Caja parece ser proclive a esta medida que alienta Juan Luis Aróstegui. Hoy a las once se resuelve la situación de la ampliación del crédito, frente a la seriedad que la Caja de Madrid intenta imponer en sus gestiones, y en el control de las actitudes caprichosas de algunas personas. El PSOE a través de Pedro del Corral dijo no saber nada del asunto. Sobre la mesa, 5 millones para resarcir los primeros problemas financieros de esta empresa informativa.

¿Quién hay detrás de esta sociedad?

El rigor informativo lo exige en esta ocasión, aunque vamos a evitar y obviar el nombre de la sociedad para no perjudicar a los que no tienen la culpa y pueden empezar y sufrir las maquinaciones políticas.

La sociedad anónima nace con 10 millones de capital. 4 accionistas “ponen” el dinero, y ya resulta increíble que entre ellos no hubiera vinculación alguna, en lo personal.

María Dolores Higueras Robledo, una mujer enigmática que trabaja en PREOSA, propietaria oficial de las acciones no sólo en esta empresa sino también otras. PREOSA es la empresa que gerencia Félix Muñoz Yepes, casi el virrey del Puerto con sus naves industriales y sus pintorescas concesiones administrativas. María Dolores trabaja en PREO, y pudiera actuar de representante de Muñoz. El capital que desembolsa es de 4.900.000 pesetas, o sea el 49% de las acciones. Detrás planea en la rumorología, que se encuentra una parte de acciones en favor de relevantes hombres del PSOE. Para completar el círculo, la empresa en cuestión se establece en una de las naves portuarias.

El segundo accionista oficial es Rafael Báez. Perteneció a la lista del PSPC, el partido de Aróstegui en las municipales del 87. Es también accionista de CONCESAL, una empresa de construcción creada recientemente y que tiene la suerte de ser adjudicataria directa de muchos trabajos municipales de obras, y además cobra religiosamente mientras otros han de esperar meses. Compró 1.700.000 de pesetas. El tercero en cuestión es alguien llamado Mandillo Quirós, que pagó la misma cuantía. Es funcionario y posiblemente vinculado a un personaje importante dentro de la política.

La cuarta persona es una mujer. Ana Comino, miembro de la ejecutiva del CDS. Desembolsó 1.700.000 pesetas, y podría ser la representante oficial en esta sociedad del dúo Chaves – Vázquez por las relaciones políticas tan estrechas.

Estas 4 personas podrían haber revendido las acciones, pero lo cierto es que las relaciones con el PSPC, el CDS y algunos miembros del PSOE, están claras. Es más, Bolorino y Julio Parres son asiduos visitantes de la empresa.

Las conexiones políticas están más que claras, a tenor de las vinculaciones que mantienen las personas citadas y que aparecen en el acta de constitución de la sociedad, en el registro de sociedades.

Según nuestros datos, Caja Madrid, que no parece estar de acuerdo con la forma de llevar a cabo créditos por valor de cerca de 60 millones, ha aconsejado que no se amplíe el crédito. Parece que la eficiencia de la Caja madrileña, no está dispuesta a entrar en el campo de los movimientos e intereses de algunos políticos que antes manejaban bien las cuestiones en Caja Ceuta. No sólo razones técnicas llevaron a la fusión, aunque criticamos desde aquí las formas políticas que se exhibieron, sino que ahora parece que Madrid puede frenar algunas irracionalidades financieras, y el uso que de la Caja se ha hecho a veces desde instancias políticas.

Está por ver lo que hoy decide el Consejo, el PSOE puede dejarse arrastrar por enésima vez por el pacto y Aróstegui, votando contra la “sugerencia” de Caja Madrid.
 

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