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OPINIÓN - JUEVES, 24 DE MARZO DE 2011

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Iniciativa facebukera por el toro de Osborne
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Lógico que estemos tramando para instalar una mesa de recogida de firmas, el texto a firmar extremadamente levantisco y salpicado de una única reivindicación: “Queremos a nuestro toro en el Monte Hacho”.

Están desde el pasado diciembre en facebook, me refiero a los de la “Iniciativa por la implantación del todo de Osborne”, plataforma que aglutina a todos aquellos que deseamos llevar a cabo la exaltación de la españolidad de la ciudad. Aspiración legítima mantenida durante años y que vino a encontrar eco en Melilla, por aquello de “adelantada”.

¿Que por qué Melilla tiene el título de “adelantada”? Pues, amen de por haber tramado, conspirado, buscado, encontrado, comprado y transportado “nuestro” toro por otra razón políticamente “incorrectísima”, más, infinitamente más que “muy” incorrecta ya que se “adelantó” al Alzamiento Nacional que en el resto de España fue un 18 de agosto de 1936 y en Melilla un 17 de agosto del mismo año. Pero “eso” no se puede contar, ni recordar, ni decir, ni tan siquiera pensar. No existe. Así que, de adelantamiento nada, si un caso algo de premura, una pizca de aceleración y un algo más de iniciativa que nosotros. Por lo del astado.

Y es que Imbroda es mucho Imbroda y ha colocado al de Osborne en lugar bien visible, reivindicando y proclamando españolismo con eñe de España y redaños con otra eñe también muy española.

Por ello los facebukeros de la Plataforma echan la hiel de rabia, recuerdan que “aquí” hubo un toro en San Amaro y quieren investigar quien se llevó a nuestro toro, cuales fueron las circunstancias que motivaron su desaparición y si fue algún amigo de lo ajeno quien se apropió de él y lo birló de pésima manera. Lógico que estemos tramando para instalar una mesa de recogida de firmas, el texto a firmar extremadamente levantisco y salpicado de una única reivindicación: “Queremos a nuestro toro en el Monte Hacho”. Pero no deprisa y corriendo y de cualquier manera, sino en condiciones e infinitamente superior al astado melillense, es decir, que la silueta de nuestro símbolo patrio debe ir bordeada por luces de manera que, desde toda Ceuta y desde la mar, se refleje cada noche la sombra iluminada del toro. Y no solo eso, sino, ya que lo venimos solicitando con reiteración, adornar la testuz del animal con una virgulilla de la eñe de España entre la cornamenta.

Resaltar y ennoblecer cada denominación con nuestra graciosa y airosa virgulilla autóctona es algo que hemos pedido machaconamente a través de este diario y no nos han hecho ni puto caso. Lo que viene a significar que, las Autoridades no están por “reflejar el clamor popular” y eso es mala cosa porque, sin caer en el populismo puro y duro, su miajita de populismo siempre es muy refrescante y da idea de la cercanía y hasta del apareamiento intelectual entre los ciudadanos y aquellos que nos gobiernan. El pueblo y la Plataforma anhelamos esa representación que enlaza con la tradición táurica de la Iberia Vieja, llevamos la imagen impresa en nuestra memoria histórica, acoplada en los genes, tatuada con fuego en el ADN celtíbero, que es el nuestro y es el latido de nuestra irrenunciable y no manipulable Historia de España.

Pero los “Poderosos” pueden alegar que no hay presupuesto para instalar simbologías entrañables que nos producen un contento colectivo y si esta es la respuesta la nuestra será que haremos colectas y cuestaciones, nos rascaremos el bolsillo, mendigaremos si es preciso en nombre de la Tradición con mayúscula y de los Cojones con más mayúscula, para conseguir legalmente que nuestro deseo se materialice. Y recalco “legalmente” porque, si a algún listo facebukero aparece con un camión sospechoso y un astado poco fiable en cuanto a su origen y que presenta la inquietante característica de llevar las patas aserradas mientras que en Melilla se lía una revolución porque les han robado a su toro con nocturnidad y alevosía, entonces no tendremos más remedio que dudar sobre la procedencia y avisar a la Policía Judicial.

Queremos un toro con papeles y con certificado de origen. Y también instalarlo celebrándolo con una verbena donde haya agua, azucarillos y aguardiente. Y un barquillero que venda barquillos con canela. Y un organillo que toque chotis y pasodobles. ¡Cuanto contento! Y ese sentir es importante, porque, si la felicidad es casi inalcanzable como estado continuado, mil instantes de contento sí son factibles y es obligación moral y ética de los Gobernantes el luchar por ofrecer al pueblo ocasiones de contento.

Y también es obligación irrenunciable hacer caso a la peña taurina de facebook.
 

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