| 
                     Ya es lo que nos faltaba, pero la 
					“agilidad mental” para adelantarse a las propias leyes es 
					algo que se da con más frecuencia de la que desearíamos. 
					 
					Y ahora vemos como una “señora” española puede verse entre 
					rejas, y por bastante tiempo, al haber intentado pasar a un 
					niño indocumentado. 
					 
					Cada vez, parece que importa menos, a algunos, que uno debe 
					tener una documentación, en regla, para andar por el mundo, 
					y cada día son más los que no tienen escrúpulos para burlar 
					las leyes, incluso en esto. 
					 
					Nueve años es lo que piden que pase en la cárcel esa 
					“señora” que intentaba pasar a un niño, sin documentación 
					propia. 
					 
					El juego, y habrá que tener cuidado en el futuro, lo tenía 
					bien tramado, al utilizar el pasaporte de su hijo para 
					trasladar a un primo de Marruecos. En principio, parece que 
					no ignoraba todo, a la hora de actuar. 
					 
					No sé si es el primer caso que se detecta en esta situación, 
					pero conociendo el “percal” y las artimañas de muchos, nada 
					nos extrañaría que ésta haya podido ser una práctica 
					utilizada ya en otros momentos. Tiempo al tiempo. 
					 
					Y no es que estemos acusando, simplemente estamos viendo lo 
					que ha sucedido en este caso y las posibilidades de que esa 
					no haya sido la primera ocasión, porque aquí te puedes 
					encontrar, como en el circo, con el “más difícil todavía”, 
					cada semana que pasa. 
					 
					Y como no podía ser de otra forma, de por medio se coloca la 
					situación económica, que no es algo baladí, pero que aparece 
					más veces de lo normal. 
					 
					La acusada, para la que se piden esos nueve años de cárcel, 
					es la prima de un niño al que su familia no puede mantener. 
					Una argucia o una realidad pero con eso se va jugando frente 
					a las leyes. 
					 
					La acusada, en todo este embrollo, no creo que tenga fácil 
					salir del problema en el que se encuentra metida, por cuanto 
					tiene, de momento, la acusación del uso indebido de un 
					documento legal, que ha utilizado de una persona para otra. 
					Algo que no parece que se haya producido, por mera 
					casualidad. 
					 
					Por si esto fuera poco, hay de por medio un delito contra 
					los derechos de los ciudadanos extranjeros, pero a lo que 
					hay que añadir otro capítulo más, el agravante de que la 
					persona a la que trasladaba es un menor. 
					 
					A la hora de las declaraciones, tratando de defenderse esta 
					acusada, musulmana española, que reside en Fuengirola, 
					argumenta que el padre del menor, tío suyo, vive en 
					Marruecos en una situación crítica económicamente hablando y 
					que por eso trató de adoptar al chiquillo. 
					 
					La trama, real o ficticia, no me cabe duda de que tendrá más 
					de un problema, de ahora en adelante, por cuanto el padre no 
					ha ido a recoger al niño al centro de menores y ha declarado 
					que si no vino a Ceuta a buscar a su hijo ha sido por no 
					tener dinero. 
					 
					Vistas las cosas sin profundizar puede parecer uno de esos 
					casos de recogida de un niño para que el hambre y la soledad 
					no terminen con él, pero si uno profundiza más, nada nos 
					extrañaría que, con estos “juegos” que hacen ciertas 
					personas de las leyes, pudiéramos estar entrando en otra 
					forma de pasar sin documentación, o utilizando la 
					documentación de otros, cosa que habrá que, primero vigilar 
					y luego cortar de raíz. 
   |