¡Albricias mil! ¡Un jueves “sin”!

Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
 

Me refiero a “sin” convocatoria de la Coalición Caballa que, todos los jueves del mes comparecen en rueda de prensa para desgranar su interminable lista de agravios y penosidades diversas.

Ambiente de euforia en las redacciones, generalizado suspiro de alivio entre los profesionales exentos de cumplir con el farragoso deber de acudir a encajar “vaderretros” contra el Gobierno de la Ciudad Autónoma.

Suspiro de alivio también en todos los colectivos de trabajadores, que no tendrán que soportar ataques innecesarios, artificiosos y dañinos como han tenido que sufrir los trabajadores de Correos, de RTVCE, de Urbaser, y por supueto, de ‘El Pueblo’.

¿Será que, el espíritu de la primavera ha alcanzado las filas de la Coalición? O será tal vez un canto a la estación tipo “Estación nueva, vida nueva, Caballa se disuelve ¡Sálvese quien pueda!”. UDCE a rentabilizar sus votos utilizando a Fatima Hamed y los de Aróstegui a buscarse la vida como buenamente puedan y Dios les de a entender.

No. Tal vez no sea así y Mohamed Alí continúe empecinado en su fantasmagórico proyecto bicéfalo quemando a sus leales y haciendo un continuado canto a la “poquedad” del ser, que no a la “levedad” del ser ya que, la levedad es de alguna forma espiritual mientras que la “poquedad” es escasez y precariedad en ideas, proyectos, iniciativas, realidades, novedades fashionistas, avances y desarrollo tanto cuantitativo como cualitativo. Ser leve es ser evanescente. Ser poco es un mísero grado más que ser nada o no ser.

Pero ¡Albricias mil! La primavera ha venido y esta vez sí sabemos como ha sido y nos regalan unas amables vacaciones que nos ahorran gasto neuronal. Será que las ruedas de prensa semanales, tan periódicas, tan poco novedosas, suponen inevitablemente un desgaste porque producen estrés.

Estrés favorable cuando es la reacción química del cerebro ante una situación de riesgo inminente con activación de los mecanismos de huida, pero distrés o estrés tóxico cuando la producción de la hormona cortisol va asociada a un estado de íntimo disgusto y de agobio mental ante el hecho insoportable que supone el que, de aquí a mayo, tendremos que soportar por auténtica “obligación” la tediosa convocatoria del jueves-juevete que no es sábado-sabadete. Porque las ruedas de prensa de la Coalición Caballa son factor de estrés, la sede es tristísima, las luces son de neón es decir contrarias a los dictámenes de la luminoterapìa, el triste mobiliario desprecia los dictámenes del feng-shui y se nota que la energía positiva no circula en absoluto y a los periodistas convocados no nos ofrecen ni un botellín de agua. Por cortesía, por mantener las normas protocolarias, por enmascarar la escasez que se les presume o sencillamente “por quedar bien”, no se trata de avaricia y aprovechamiento por parte de plumillas y de cámaras, tampoco se pide que nos preparen un bufet libre porque ya se sabe que hay mucha crisis y más de uno y más de dos podríamos abusar de la hospitalidad y saquear las viandas para paliar nuestra precariedad endémica, pero cuando se convoca “tanto” debería ofrecerse algún aliciente o tener un pequeño detalle como regalar bolígrafos que escriban y mecheros, algo simbólico que predique buen gusto.

No obstante el hecho de poder vacacionar este jueves constituye ya de por sí un aliciente y un acicate para el crecimiento personal, nos figuramos con una pizca de rebeldía que, nos han llamado y no hemos ido porque no nos ha dado la gana y esa respuesta resulta estimulante y energética. ¡Albricias y más albricias!

Pero… ¿Es que tal vez han decidido no convocar más? ¿Ha cundido el desánimo entre sus filas y se han retirado a los cuarteles de invierno, que como en Ceuta no existen podemos sustituirlos por el “cuartelillo”? ¿Se han declarado tal vez en huelga de vaciedades y al sentir que les ningunean quieren premiarnos con su discreta desaparición? Es lo mismo, esto parece el Jubileo del Año Santo Compostelano de pura euforia piadosa “Un jueves sin…” ¿Qué mejor respuesta a nuestras plegarias?.