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                     Luego ya veremos si se cumplen. Yo 
					estoy convencido de que las que parten de Juan Vivas como 
					tal, las que dependen de él, estarán cercanas al 100% de 
					cumplirse, las otras, las que apuntan al PP, desde otros 
					ángulos del partido, especialmente de fuera, habrá que 
					verlo, antes de creerlo. 
					 
					Y viene esto a colación de esa ilusión que se vislumbra en 
					gran parte del PP, aquí en Ceuta, cuando nos dicen que serán 
					tres “primeros espadas” los que vendrán a Ceuta, para apoyar 
					a Juan Vivas. 
					 
					Nada más y nada menos que, se dice, vendrán Mayor Oreja, 
					Javier Arenas y Mariano Rajoy. 
					 
					La terna sería de lujo, incluso para un festejo del Domingo 
					de Resurrección en La Maestranza, o el día de San Isidro, en 
					Las Ventas. 
					 
					Lo malo es que, también en los toros, se suelen caer de los 
					carteles, en algunas ocasiones, hasta el 50%, o más de los 
					maestros anunciados, por aquello de que ha habido percances 
					o porque el ganado no le gustó al apoderado. 
					 
					Aquí, en una campaña electoral, el percance puede estar en 
					que al de Logroño, por ejemplo, le haga más falta que a 
					Vivas la visita de Rajoy, al que se presenta por Dos 
					Hermanas le puede hacer más falta allí Javier Arenas o en 
					Oyarzun se puede necesitar más a Mayor Oreja, con lo que el 
					cartel está descabezado y habrá que recurrir a otros. Es un 
					decir. 
					 
					De todas formas, esas visitas, si llegan, pueden servir de 
					estímulo, de apoyo, pero con ellos o sin ellos, Vivas va a 
					lograr los mismos votos, luego, sobrar nunca sobra nadie, 
					pero tampoco es de total necesidad, para ganar de sobra las 
					elecciones el propio Juan Vivas. 
					 
					Y es que, posiblemente, sea más necesario Mayor Oreja en 
					ciertos momentos que haya que tratar cosas de la UE, o 
					Javier Arenas, siempre que haya de por medio cuestiones con 
					Andalucía, ahí sí, ahí hace falta todo el que llegue, para 
					que la efectividad sea mayor. 
					 
					Es más, Arenas conoce Ceuta, mejor fuera, como la palma de 
					la mano y su venida el día 19 de abril será más bien un 
					acompañamiento en plena Semana Santa que una búsqueda de 
					apoyos, traducida en votos, ante unas elecciones en las que 
					la pugna va a estar, simplemente, en si se mantienen los 
					mismos escaños, o si se ha ganado uno más. 
					 
					Demasiado aburrimiento, podríamos decir, cuando está todo 
					ganado, pero más vale eso, dirán en el PP, que la tensión 
					por ver si se llega a ganar de verdad o no, tal como sucedió 
					en aquellas elecciones en las que los aventureros del GIL 
					aparecieron por aquí, ganaron las elecciones, no lograron la 
					mayoría absoluta y, durante dos años, Ceuta estuvo en la 
					cresta de la ola de todos los foros políticos, por media 
					España, y más todavía cuando en una sola legislatura hubo en 
					Ceuta tres presidentes. Aquello, qué duda cabe, tenía menos 
					aburrimiento y mucha más tensión para los implicados en la 
					campaña. 
					 
					Intencionadamente, he dejado para el final, la venida de 
					Mariano Rajoy a Ceuta, algo que se lleva esperando en el PP 
					de Ceuta, desde el pasado otoño. Se está demorando demasiado 
					y si es que viene el 9 de mayo, tendremos la oportunidad de 
					verlo en plena campaña. 
					 
					Como visita estará bien, como punto de partida para conocer 
					lo que es Ceuta, todavía mejor, y si a eso se une que ya, de 
					antemano, saluda al presidente autonómico que, en teoría, 
					entonces, mejor lo tiene para ganar, mejor que mejor. 
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