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					LUNES. 28 
					 
					Me tropiezo con el delegado del Gobierno en la plaza de los 
					Reyes. Tras los saludos de rigor, me dice que viene del 
					edificio de Ibarrola. Cuya rehabilitación ha quedado de 
					dulce. Se le nota a José Fernández Chacón que está 
					muy contento. De hecho, no duda en proponerme tomar el 
					aperitivo en la terraza del Hotel Ulises. Y allá que nos 
					encaminamos hacia ese sitio. Una vez allí, le digo al 
					delegado, que el conocido por chalé de Ibarrola está, tras 
					el trabajo realizado, que se mete por los ojos. Es más, los 
					dos estamos de acuerdo con que en ese edificio, de haber 
					seguido abandonado a su suerte, habría continuado imperando 
					la ruina y con la ruina la muerte en todos los sentidos. Y 
					habría servido solamente como habitáculo de miseria. Pues 
					bien, hablando de la magnífica obra estábamos cuando 
					Mohamed Loulichki, jefe de obra del que va a ser el 
					Nuevo Centro Asesor de la Mujer, se acercó a saludar a José 
					Fernández Chacón. De Loulichki ya escribí en este espacio 
					hace varias semanas. Y dije de él cosas merecidas.  
					 
					MARTES. 29 
					 
					Coincido con Mabel Deu en un establecimiento y lo 
					primero que me dice es a qué ha venido publicar que ella 
					quiere ser directora de la UNED. Que eso es algo que ni 
					siquiera se le ha pasado por la cabeza. Y que incluso ha 
					llamado a Fernando Jover para comunicarle que todo es 
					un bulo. Pues además, aunque ella aspirara a ocupar ese 
					cargo, no tiene hecho el doctorado que se exige para acceder 
					a él. Y, mientras la consejera de Educación, Cultura y 
					Mujer, sigue largando, eso sí con una permanente sonrisa, yo 
					la miro con los ojos con que siempre la he mirado. Con los 
					ojos de la mayor simpatía que nunca he dejado de dispensarle 
					desde que la conocí por primera vez. Así que cuando Mabel da 
					por terminada sus explicaciones, le respondo que yo no hice 
					más que dejarme llevar por una noticia que se había 
					publicado al respecto en un periódico local. La que 
					aproveché, amén de para escribir sobre ella, que tanto me 
					agrada, para hacerle el artículo a mi estimado Jover Caos de 
					Lenos y de Bes. Y Mabel, tras mi contestación, allá que se 
					alejó con mucho aire. Criatura… 
					 
					MIÉRCOLES. 30 
					 
					Recibo la primera llamada cuando estoy enfrascado en la 
					lectura de los periódicos; ejercicio que suelo practicar 
					allá sobre las diez de la mañana. Mi comunicante, conocido 
					desde hace mucho tiempo, quiere que le revele el nombre de 
					la persona que me aseguró que yo iba en la lista electoral 
					del Partido Popular. Y, dado que me niego a ello, trata él, 
					por su cuenta y riesgo, de ponerle nombres al individuo a 
					ver si acierta por un casual. Pero se queda con las ganas. 
					Media hora más tarde, aproximadamente, vuelve a sonar el 
					teléfono, y al aparato se encuentra otro conocido que 
					también se interesa por lo mismo: Manolo, dime quién 
					es ese tío que pesaba tantos kilos y ahora está, según, tú 
					escurrido de carnes, que te ha dicho que tu nombre 
					aparecería en la lista electoral del PP. Y así hasta que 
					llama un tercero y a quien le cuento una trola que, 
					seguramente, debe estar ya aireándola por doquier. No sabía 
					yo que la gente se podía preocupar tanto por algo que tiene 
					tan escasa importancia: que alguien figure -o no- en una 
					lista electoral. Por más que sea una lista hecha a gusto de 
					Juan Vivas y tenga asegurada la victoria absoluta en las 
					urnas.  
					 
					JUEVES. 31 
					 
					Camino bajo un cielo nublado de panza de burro. Y a pocos 
					metros diviso a Pepe Ávila, director del Hotel Tryp, que 
					anda enfrascado en conversación por medio del teléfono 
					portátil. A Pepe Ávila lo han confundido con el 
					médico Ávila Rivera, que ha aparecido cerrando la 
					lista electoral del Partido Popular. Lo que le hubiese 
					gustado a él que Juan Vivas lo hubiera tenido en 
					cuenta. El director del Hotel Tryp, cuando habla por 
					teléfono, se ensimisma de tal manera que es imposible que 
					vea a nadie. En esta ocasión, mañanera, quizá es que estaba 
					hablando con el Príncipe de Gales. Pues las amistades de PA 
					son las que son; es decir, las de una categoría 
					inalcanzable. Lo mismo es recibido por un príncipe, que por 
					un marqués, o por individuos que se hinchan a comer cigalas 
					por la cara. Aun así, yo siempre he dicho, y lo mantengo, 
					pues uno no es voluble, que charlar con Pepe es un placer. 
					Excepto, nadie es perfecto, cuando le da por reunirse con 
					tontos con balcón a la calle. Entonces, y que Dios le 
					devuelva cuanto antes al buen camino, Pepe Ávila termina 
					dando el cante. Y me obliga a etiquetarle de manera que me 
					disgusta muchísimo  
					 
					VIERNES. 1 
					 
					Ayer no quise referirme a la lista de candidatos que hizo 
					pública el Partido Popular para participar en las elecciones 
					del 22 de mayo. Pero no hace falta ser un lince para 
					percatarse de que está hecha a la medida del presidente de 
					la Ciudad y asimismo del partido. Juan Vivas ha 
					conseguido, al fin, nominar a las personas que él deseaba 
					tener a su vera. Por variadas razones. Que yo sé 
					sobradamente desde que un día, de hace ya bastante tiempo, 
					tuve la oportunidad de entrevistarle. Por cierto, a raíz de 
					aquella entrevista, publicada en la revista Siglo XXI, las 
					pocas relaciones que yo tenía con Vivas acabaron diluyéndose 
					como un azucarillo. En realidad, y con todos mis respetos 
					para los candidatos, donde figuran tres o cuatro que me caen 
					la mar de bien, éstos no aportarán mucho, a no ser el voto 
					de sus familiares, al triunfo absoluto que obtendrá el 
					presidente. Si bien me temo que entre los antiguos 
					militantes haya caído como un garro de agua fría los 
					nombramientos. Debido a que ningún político de la época de
					Jesús Fortes aparece por ningún sitio. Está visto que 
					en el PP cuenta cada vez menos el pasado.  
					 
					SÁBADO. 2 
					 
					Manifiesto la alegría que me ha causado ver a Abdelhakim 
					Abdeselam en la lista electoral del Partido Popular. 
					Quien lo hace además con un número que le va a permitir 
					formar parte del equipo de Gobierno que presidirá Juan 
					Vivas Lara. Es curioso: mi aprecio por Abdelhakim es tan 
					sincero como asimismo es mi distanciamiento de su hermana 
					Malika. Ayer me tropecé con Abdeselam cuando acompañaba 
					a Abdelmalik El Barkani, vicepresidente en el 
					gobierno presidido por Juan José Imbroda. Y estuvimos 
					charlando unos minutos. Los suficientes para expresarle mi 
					satisfacción a Abdelhakim por su inclusión como candidato en 
					la lista popular. Me consta que este hombre reúne los 
					méritos suficientes para formar parte del futuro gobierno de 
					la ciudad. Y hasta me atrevo a decir que es un gran acierto 
					del presidente haber contado con él. Creo, de verdad, que su 
					designación merece que se le dedique una columna. Cuanto 
					antes mejor. 
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