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					Alrededor de las 16.30 horas la Cruz Peregrina y el Icono de 
					María partían desde el puerto de Ceuta con destino a la 
					Diócesis de Gibraltar después de haber permanecido en Ceuta 
					desde el pasado sábado. El vicario parroquial de África, el 
					padre Andrés Muñoz, resaltaba a EL PUEBLO como la “juventud 
					ceutí ha demostrado durante estos días que el cristianismo 
					sigue vivo”. 
					 
					A las 9.30 horas daban comienzo las últimas actividades 
					programadas con la Cruz Peregrina del papa Juan Pablo II y 
					el Icono de María en la ciudad ya que alrededor de las 16.30 
					horas decenas de jóvenes despedían entre llantos y cánticos 
					estos dos importantes símbolos cristianos, los cuales 
					partían, después de su estancia de tres días en la ciudad, 
					con destino a la Diócesis de Gibraltar. 
					 
					Esta primera visita se hizo a la residencia de Nazaret, 
					donde los mayores pudieron disfrutar de la presencia de la 
					Cruz del Papa y del magnífico Icono gracias al esfuerzo 
					realizado por los más de cincuenta jóvenes voluntarios de 
					estas jornadas. Tras este encuentro, tanto la Cruz como el 
					Icono fueron trasladados hasta la Catedral donde cientos de 
					alumnos ceutíes se acercaron para poder tocar y ver durante 
					unos instantes ambos símbolos, cerrándose las actividades 
					con la celebración de una adoración de la cruz en la Seo 
					Septense desde donde se partió hasta el Muelle de España 
					para proceder a la despedida. Tras estos tres intensos días 
					desde que la Cruz y el Icono llegaran a la ciudad, el 
					vicario parroquial de África, el padre Andrés Muñoz, 
					resaltaba a EL PUEBLO que los jóvenes han dado una verdadera 
					lección a todos y han dejado constancia de que “el 
					cristianismo sigue vivo con claras muestras de que Cristo es 
					signo de esperanza en la juventud”. 
					 
					El padre Andrés valoró el esfuerzo realizado no sólo por los 
					voluntarios inscritos sino también por todos aquellos 
					jóvenes que han querido estar presentes y participar de las 
					actividades, destacando que desde un primer momento sabían 
					de las dificultades a las que se enfrentaban ya que están en 
					plenas fechas de exámenes. 
					 
					“Esta jornada de tres días ha dejado una tremenda huella 
					entre los jóvenes aunque esto es sólo la antesala de lo que 
					se vivirá en la Jornada Mundial de la Juventud que se 
					celebrará el próximo mes de agosto en Madrid, durante los 
					días 16, 17, 18, 19, 20 y 21”, afirmaba el padre Andrés, 
					quien destacó que desde hoy se abrirá el plazo de 
					inscripción para asistir a este importante encuentro en la 
					capital de España. 
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