| 
                     
					Las II Jornadas Jurídicas de Ceuta continuaron ayer con la 
					ponencia ‘La mediación en la hoja de ruta de la 
					modernización de la justicia en España’ a cargo de Margarita 
					Uría, vocal del Consejo General del Poder Judicial encargada 
					de su implantación dentro de la modernización de la 
					Justicia. Los ensayos que se vienen haciendo están sirviendo 
					para acercar a personas opuestas en pleitos civiles, 
					empresas y trabajadores y víctimas y agredidos en los 
					juzgados penales. Los magistrados cuentan con el apoyo de 
					fundaciones y universidades que facilitan la colaboración de 
					personas con formación que no suelen cobrar. 
					 
					La vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), 
					Margarita Uría, explicó ayer en la segunda jornada de las 
					Jornadas Jurídicas de Ceuta el proceso de implantación de la 
					mediación que, por iniciativa de los jueces, está teniendo 
					lugar en numerosos juzgados de diversas jurisdicciones y 
					comunidades autónomas. 
					 
					La mediación es un proceso negociado entre dos partes 
					opuestas en un pleito en el que un profesional con formación 
					universitaria y jurídica promueve que hablen entre ellas y 
					lleguen a un acuerdo. Este supone evitar todo un 
					procedimiento judicial con su juicio y tiene la validez 
					legal de que el juez tutela el acuerdo y lo hace cumplir. 
					 
					Margarita Uría tiene el mandato del CGPJ de promover la 
					mediación y de unificar los protocolos que usan los jueces 
					en las diferentes autonomías, ya que en España ni hay una 
					ley de mediación. Tras varios años de experiencias en 198 
					juzgados penales, 78 de asuntos de familia, civiles, 
					penales, laborales y de menores, Uría explica que “en casos 
					de personas con adicciones y de menores prácticamente no hay 
					reincidencia en los asuntos que se media. La persona que ha 
					hecho el daño se pone en el papel de la víctima, sabe como 
					lo ha sentido, lo que le ha pasado y no vuelve a ser 
					‘cliente’ del juzgado”. 
					 
					En la legislación laboral, explicó Uría, hay experiencia en 
					Bilbao y se proyecta una iniciativa con seis jueces de 
					Madrid. Los asuntos con mejores resultados son los cambios 
					en las condiciones de trabajo en una empresa, la 
					conciliación laboral y familiar y el impago de cantidades.
					 
					 
					En los asuntos de los juzgados de familia, se suele llegar a 
					acuerdos en las pensiones alimenticias y horarios de visitas 
					a los niños por los divorciados, si bien existen leyes que 
					regulan la mediación extajudicial, es decir, antes de que 
					los procedimientos se judicialicen. 
					 
					Margarita Uría explicó que el Gobierno ha elaborado un 
					anteproyecto de Ley de Arbitraje muy criticado por el propio 
					CGPJ y por el Consejo de Estado, entre otras cosas, porque 
					se planteó seguir las directrices de una directiva europea 
					cuando el poder judicial en sus protocolos de actuación y 
					ensayos vienen haciendo muchas cosas en los últimos años. 
					Así, comentó que Cataluña ha hecho un Libro Blanco de la 
					Mediación que fue presentado por el propio Carlos Dívar, 
					presidente del CGPJ. Además, se ha encomendado a la Comisión 
					Nacional de Estadística, integrada por el CGPJ, el 
					Ministerio de Justicia y las comunidades autónomas, que a 
					partir de la implantación de la nueva oficina judicial 
					incluya datos estadísticos de todos los procesos de 
					mediación. 
					 
					Otra iniciativas es la que impulsa personalmente Margarita 
					Uría para llevar la mediación a los procesos 
					contencioso-administrativos, que enfrentan a los ciudadanos, 
					los sindicatos y los colectivos profesionales con las 
					diferentes administraciones. Citó el caso de un juez 
					extremeño que convoca al alcalde de un pueblo y el abogado 
					municipal a ese tipo de mediaciones en el juzgado. 
					 
					El próximo mes de junio se quiere llevar al pleno del CGPJ 
					un convenio con la Fundación Instituto Europeo de Mediación 
					y Ética Pública que facilitaría el trabajo de mediadores 
					preparados para esa jurisdicción. En otras, se están 
					utilizando a juristas de varias universidades.  
					 
					Asimismo, Uría adelantó que hoy comienza un proceso de 
					formación en mediación del colectivo de secretarios 
					judiciales. Este ciclo se inicia en Madrid y en junio se 
					impartirá a los jueces de Málaga y Melilla. Uría invitó a 
					los presentes a unirse a la mediación. “En Ceuta, solo hacen 
					falta un juez, un fiscal y un mediador”. 
   | 
                		
						
                  | 
                      
					Una partidaria de que se aplique en Violencia Doméstica 
					María Fernanda García, de la 
					Audiencia Provincial de Jáen, contó su experiencia en 
					mediación y ensalzó el valor que tiene “no para descargar a 
					los juzgados de trabajos, sino para la reparación efectiva 
					de la víctima”. Explicó que su experiencia se viene haciendo 
					con personas de la universidad y, en casos penales pequeños, 
					“la víctima está dispuesta a hablar con el agresor”. El 
					mediador hablar con cada parte y luego tiene una entrevista 
					conjunta y al final se da forma a un acuerdo con el juez y 
					los abogados presentes. “La gente agradece que se le escuche 
					y es capaz de resolver sus problemas sin soluciones 
					impuestas”, señaló. García se mostró partidaria de la 
					mediación en Violencia Doméstica, aunque recordó que no es 
					posible porque la ley integral lo prohibe. 
   |