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                     Posiblemente para ir cogiendo 
					fuerzas para cuando haya que ir al correspondiente mitin, es 
					por lo que Aróstegui aparece, en la reunión del Foro de la 
					Educación, dormido o con aspecto somnoliento. 
					 
					La foto de Fidel Raso, como siempre, no podía ser más 
					oportuna, por cuanto todos los asistentes, 13 en concreto, 
					aparecen en esa foto y parecen prestar atención, salvo el 
					ilustre iluminado que, en primera fila, a la izquierda, se 
					nos muestra “soñando con los angelitos”. 
					 
					Hasta en esto da la nota, posiblemente porque “el cajón”, 
					del que él suele hablar, ya está tan lleno que no le cabe ni 
					la cabeza de un alfiler, de los tontos o de los más listos. 
					 
					Y no voy a entrar en si fue interesante ese encuentro de 
					hace un par de días, no seré yo quien alabe ningún tipo de 
					actividad en la que los sindicatos lleven la voz cantante, 
					para evitar la lluvia por su mala sintonía. Pero ¡¡Cómo 
					sería la reunión!! Cuando tanto sindicatos como la FAMPA la 
					han considerado inútil. 
					 
					Una cosa más de las que no sirven para nada, por mucho que 
					el señor Díaz Rosas lo haya considerado constructivo y de 
					gran participación. 
					 
					Y he dicho que no sirven para nada, en las formas de 
					tratarlo, cuando subyacen problemas serios que habría que 
					abordar, entre todos, sindicatos y Ministerio sin ponerse 
					zancadillas los unos a los otros. 
					 
					Y en honor a la verdad, poco o muy poco interesante tenía 
					que estar el asunto, cuando Aróstegui, que es siempre una 
					“mosca cojonera”, especialmente en todo lo que no sabe, que 
					es mucho, aquí se desentendió del invento y “se echó a 
					dormir”. 
					 
					Parece que una de las peticiones más interesantes que se 
					plantearon en la reunión del Foro fue la de solicitar al 
					Ministerio en plan de construcciones escolares, donde haya 
					una mayor concreción y queden fijadas las plazas. 
					 
					Más que difícil es esto último, y lo es porque desde hace 30 
					años, ya metidos en democracia y, entonces, con la UCD en el 
					poder, se planteó incorrectamente la construcción de lo que, 
					al final, fue el Instituto Abyla. 
					 
					Recuerdo una reunión, de aquellos años, con Fernando Jover 
					como delegado de Educación, en la que la opinión de algunos, 
					entre los que yo mismo me encontraba, era que en vez de 
					seguir con la idea de construcción de institutos “monstruo”, 
					como al final fue el Abyla, como es el Siete Colinas y como 
					son los demás, para la enseñanza de este tiempo habrían sido 
					mejor varios institutos con una capacidad no superior a los 
					500 alumnos. 
					 
					Entonces se tiró por el camino de “en medio”, por donde 
					quiso el Ministerio, los sindicatos, entonces, eran los 
					“grandes desconocidos” y cada vez que se habla, desde 
					entonces, de construcciones escolares, miedo me da que se 
					nos venga encima otro mamotreto para 700, 900 o 1000 
					alumnos. Todos juntos y revueltos. 
					 
					Y volvemos a la historia y a los tiempos pasados de lo 
					incumplido por el Ministerio. Si ha habido incumplimiento y 
					ahora se gira a la derecha o a la izquierda, que tanto 
					monta, y se rectifica para bien, bendita sea la visita de 
					Mario Bedera, aunque sirva, también, de relax para que 
					Aróstegui duerma una muy buena y muy plácida siesta. Sea 
					como sea, la siesta es cosa buena, hasta Franco la durmió 
					minutos antes de entrevistarse con Hitler. Me supongo que lo 
					de Aróstegui no sería un guiño a la historia. 
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