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					Además de límpida y soleada, con las altivas crestas del 
					Gorges preñadas de historia señoreando la Blanca Paloma de 
					la Yebala, la madrugada de ayer domingo amanecía en Tetuán 
					con el amargo sabor del extraño comunicado de Al-Qaïda 
					“avisando” de un atentado en Ceuta y Melilla para Semana 
					Santa… Pero ahora no toca escribir de esto, si bien la 
					realidad geopolítica de nuestras ciudades africanas y su 
					ambivalente relación con Marruecos sí tienen un indudable 
					calado y “tirón” electoral, tanto en Ceuta y Melilla como 
					cruzado El Tarajal. Sin ir más lejos y después de la 
					polvareda levantada tras las últimas declaraciones del 
					pasado 28 de marzo de Omar Azziman, ex embajador de 
					Marruecos en España y presidente de la Comisión Consultiva 
					de la Regionalización (CCR), por cierto nada agresivas en la 
					forma y como respuesta a la pregunta de una periodista 
					española sobre el particular (es decir, en principio no 
					parece que la “inclusión” de Ceuta y Melilla en la nueva 
					configuración regional diseñada por Marruecos estaba en el 
					orden del día)… el inefable “Gobierno de España” presidido 
					por el pinocho Rodríguez Al-Zapatero ha dado la callada por 
					respuesta. Sería más que interesante conocer la opinión al 
					respecto, es decir la reacción del Gobierno español a las 
					palabras del diplomático Azziman, por el PSOE de Ceuta y 
					Melilla y, en nuestro caso, la sin duda interesante 
					explicación que nos pueda aportar el candidato socialista en 
					la Ciudad, mi respetado Carracao El Joven.  
					 
					Pero yo quería a estas primeras horas de la mañana y antes 
					de salir a “perrear” con la familia por la playa, llamar su 
					atención sobre la notable lista de la candidatura de Unión, 
					Progreso y Democracia (UPyD) para las próximas elecciones 
					del cuarto domingo de mayo, remarcando un hecho diferencial 
					con el resto de las formaciones políticas y les explico: 
					además de disfrutar todos de lo lindo (tanto los militantes 
					de UPyD como éste su simpatizante, sector crítico) con el 
					animado cotarro electoral, la tranquilidad que supone el no 
					depender de los resultados para el día a día de cada uno 
					créanme que es un valor añadido; es decir, si Julián 
					Domínguez sale elegido (como cada día que pasa es más 
					probable) y, por qué no, también Jacob Hachuel… pues miel 
					sobe hojuelas. Sería un hito. Pero si no entran en la 
					Asamblea… pues no pasa nada. Seguiremos todos en la brecha 
					con el romanticismo que nos embarga, laborando en nuestra 
					tarea diaria pues ninguno de los candidatos de UPyD 
					necesitan de la política para vivir. ¡Qué nervios, pero qué 
					zozobra se atisba en alguna lista!. O en los cargos y 
					carguillos repartidos alegremente en Ceuta. Porque toda una 
					pléyade de elementos y elementas seleccionados a dedo y que 
					se han acostumbrado a medrar -y bien- de la política, si no 
					siguen en sus acomodaticios cargos ¿de qué coño van a 
					vivir…?. Piensen un poco. En UPyD la política es un acto de 
					servicio y no un medio, indirecto y muchas veces retorcido, 
					de conseguir empleo por la puerta falsa. Digo. 
					 
					Los 25 candidatos de la lista (once de ellas mujeres) son 
					profesionales en lo suyo y viven de su trabajo. Como la 
					activa pero prudente Samira Mohamed Alí, cuarta de la 
					candidatura de UPyD, quien además de ser técnica 
					administrativa y estar ganándose desde hace años el cus-cus, 
					tuvo el humor de seguir estudiando la carrera de Turismo por 
					la UNED. Valiosa chica que debes cuidar Julián, que no se 
					“queme”. Siempre con una sonrisa en los labios, de Samira 
					destacaría como todos los que la conocen, además de su 
					notoria profesionalidad, su constancia y capacidad en todo 
					lo que emprende, su limpia ilusión. ¿Todavía no saben a 
					quien votar…? Pues con la “oferta “ en plaza está muy claro: 
					yo voto UPyD. 
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