| 
                     Y parece que fue ayer, pero han 
					pasado tres años, desde que el Gerona dejó fuera del ascenso 
					a Segunda A al Ceuta. 
					 
					Era el día 16 del mes de junio de 2008 y los catalanes 
					lograban el ascenso a esa segunda A, que tanto se desea aquí 
					en Ceuta. Claro está que aquello para Ceuta y para el Ceuta 
					terminó y nadie, del equipo o de su seguidores, volvió a 
					tener huellas de lo que allí hubo. 
					 
					Saber perder es mucho más complicado que saber ganar, pero 
					si uno, tras la derrota, la acepta y considera que eso está 
					dentro del deporte, sin más, se está valorando como seguidor 
					del deporte y como persona. 
					 
					En las tierras gerundenses, que se quedaron con la victoria, 
					que lograron el ascenso y que fueron felicitados por el 
					propio Ceuta, hubo alguien que no supo ganar o no sabía que 
					esa victoria se había dado en un choque en el que 
					participaban dos equipos españoles, dos equipos que tenían 
					en común una lengua oficial, la que es obligatoria para 
					todos los españoles y una bandera común para todos los 
					rincones de España, con los colores rojo y gualda. 
					 
					Ceuta que, a nivel local, tiene su propia bandera, como 
					todas las demás comunidades autonómicas, no se olvida jamás 
					de que al lado de ésta propia de la Ciudad, y por encima de 
					ella, siempre está la bandera española, a la que se respeta 
					y se defiende, por encima de todo. 
					 
					Eso no pareció corresponderse con los hechos de un seguidor 
					del Gerona CF, seguidor que se pasó la bandera de España, 
					por donde quiso, que la escupió y que, aunque fuera 
					simuladamente, intentó quemarla. 
					 
					En esa parte de España no me parece ya extraño todo eso, 
					especialmente con la bandera de España, y si no se han 
					cortado de raíz esos hechos es porque quienes debieran 
					proteger y defender la bandera rojigualda son de la misma 
					opinión, o de parecidas ideas, que estos saltimbanquis que 
					le hace el caldo gordo a quienes simulan una cosa pero 
					piensan todo lo contrario. 
					 
					Y menos mal, han tenido que pasar 3 años hasta que la 
					fiscalía ha solicitado nueve meses de cárcel y una multa de 
					3.000€ para el “alipende” que quiso jugar con la 
					representación más válida de nuestro país. 
					 
					El fiscal le imputa un delito de ultraje a España y los 
					símbolos españoles, así como un delito de desobediencia, ya 
					que en el momento de su identificación por parte de los 
					Mossos d`Escuadra, el acusado se negó a entregarles la 
					documentación y fue detenido. 
					 
					Así sucede, más veces de las debidas, cuando aparecen en el 
					horizonte los símbolos más representativos de nuestro país, 
					en ciertas partes de la propia España. 
					 
					Y no me extraña que haya lo que hay, pero lo que sí me 
					extraña es que haya quien trate de justificar, de alguna 
					forma, hechos de este tipo. 
					 
					De llegar a convertirse en algo firme esto que pide el 
					fiscal, no sé si esos nueve meses los tendría que cumplir en 
					una cárcel el personaje en cuestión. Ojalá y ojalá que fuera 
					en una cárcel separada de su tierra, mil kilómetros, para 
					que así se enterara este sujeto que las alegrías o el 
					forofismo de un partido nada tienen que ver con los símbolos 
					más representativos del propio Estado. 
					 
					Y sería bueno que sufriera, durante esos nueve meses, el 
					aislamiento de sus amigos y de sus familiares, para que, a 
					partir de ahí, se quiera valorar aquello que nos corresponde 
					a todos, por igual y por igual tenemos que respetarlo. 
   |