sucesos - JUEVES, 14 DE ABRIL DE 2011

CEUTA
Luis Santiago
ceuta@elpueblodeceuta.com

El Juzgado de lo Penal 2 vivió momentos de tensión cuando una denunciante de malos tratos comenzó a llorar cuando su hija entró a prestar declaración. La vista se celebró contra su ex pareja por un incidente relacionado con la vulneración de una orden de alejamiento. A su vez la mujer fue enjuiciada por injurias.

La titular del Juzgado de lo Penal número 2 tuvo que desalojar ayer la sala de vistas durante un juicio de malos tratos cuando la mujer denunciante, que también estaba siendo juzgada por injurias al acusado, se desmoronó y comenzó a llorar cuando su hija iba a prestar declaración.

La magistrada ordenó la salida de la sala de la mujer, A.A.M, de su ex pareja, J.M.M, y del resto de personas que estaba entre el público, dos periodistas y el policía asignado para la custodia de la maltratada.

A.A.M. está pendiente de un juicio por malos tratos contra J.M.M, del que se divorció en 2007, y desde octubre de 2010 está vigente una orden de alejamiento contra el presunto maltratador.

El juicio se celebró por los delitos de amenazas y contra la administración de justicia contra el hombre y una acusación de injurias leves contra la mujer. Ayer se trataba de aclarar que sucedió el pasado 15 de marzo en una cafetería de ‘El Sardinero’ donde ambos se encontraron. El hombre asegura que la mujer lo insultó llamándole “maltratador” y ella sostiene que el la amenazó diciéndole “hija de puta, prepárate después del juicio”.

J.M.M. declaró que era consciente de que “no podía acercarme a ella” y explicó que estaba en la cafetería junto a cinco compañeros de su empresa con los que merendaba cuando entró la mujer y lo insultó. Después continuó declarando que “mi ex mujer me persiguió por la calle y la altura de la Policía Local me insultó”.

El acusado insistió varias veces en el hecho de que tenía un juicio pendiente y tenía muy en cuenta que no podía acercarse a ella. Además, detalló que tenía una grabación en la que A.A.M. supuestamente lo acosaba, un hecho que denunció que se repetía muchas veces, incluso en su jornada laboral en la calle.

A.A.M. estuvo acompañada en el juicio por el policía local que tiene asignado para su custodia. En el interrogatorio, manifestó que “fue una equivocación entrar en ese bar” y relató que iba acompañada por su nueva pareja, pidieron dos cafés y antes de que lo sirvieran, J.M.M se levantó de la mesa en la que estaba y la amenazó. Según su testimonio, la espetó “que te prepares cuando pase el juicio, hija de puta”. Luego prosiguió diciendo que salió del local con su nueva pareja, negando los insultos porque “yo a esta persona le tengo temor”. Mientras testificaba, la denunciante insistió varias veces en que vivía atemorizada por las amenazas de su ex pareja y de los hermanos y la madre de este. La mujer rompió a llorar y la auxiliar judicial tuvo que darle un vaso de agua para que se calmara.

La pareja de A.A.M. ratificó lo ocurrido en el bar, pero añadió que ella fue a Comisaría porque le comunicaron que él la había denunciado. Por contra, la mujer había dicho que tras el incidente habló con su abogado, fue a clase y a primera hora de la noche presentó la denuncia.
 

“Me acogí al derecho a no declarar por miedo”

“Tampoco es de mi agrado tener que venir todos los días al juzgado”, declaró A.A.M. durante su declaración en el juicio como denunciante y denunciada. Así, explicó a la fiscal por qué la tarde del incidente en la cafetería, el pasado 15 de marzo, no denunció directamente lo ocurrido, sino que fue a clase por la tarde y denunció ya por la noche. “Hablé con mi abogado y me dijo que lo denunciara, pero yo estoy en tratamiento psicológico y a la mínima puedo saltar por lo que tengo que hacer las cosas bien”.

Asimismo, extendió su relato más allá del incidente señalando que anteriormente “él entró en prisión por romperme un brazo” y lo acusó de no querer saber nada de sus hijos de 23 y 13 años. “Aunque me divorcié, él ha seguido machacándome y nunca ha querido a mis hijos”.

El testimonio de esta se revistió de tensión cuando se lamentó de que pasan los años, “Ceuta es muy chica, desgraciadamente nos vemos en todas partes y solo le pido que nos deje en paz”.

Su relato se convirtió en un desahogo en voz alta al decir que “en otras ocasiones yo me he acogido al derecho a no declarar por miedo”. Dijo que tenía miedo de él y también de sus familiares.

Por último, acusó al presunto maltratador de incumplir la orden de alejamiento el pasado lunes, hecho que denunció, pero la jueza no le permitió a su abogado presentarla en el juicio porque no era el momento procesal adecuado.

La fiscal pidió para el hombre 3 años de prisión, otros 3 de alejamiento y 15 meses de multa a razón de 10 euros diarios por amenazas y delito contra la administración de justicia por vulnerar la orden de alejamiento.

Por otra parte, solicitó para la mujer 6 meses de alejamiento y 8 días de localización permanente a la acusada por un presunto delito de injurias leves.