PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 14 DE ABRIL DE 2011

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

La II República: lo que fue
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Ayer se cumplieron ochenta años de la proclamación de la etapa más oscura y sanguinaria de la Historia de España, es decir la II República, hoy presentada ante los españoles en un burdo intento negacionista que las hemerotecas de la época desmienten, como una especie de idílico paraíso de “derechos y libertades”.Una fatua tentativa de manipular la realidad y hacer lo negro blanco dentro de la política de intoxicación y adoctrinamiento ideológico a la que tan adictos y adeptos son los izquierdistas radicales.

Lo triste es que, series televisivas financiadas con dinero público como “República” de TVE expresen una especie de tergiversación cronificada en base a patrones caducos tipo “señorito malo-campesino bueno” obviando de manera artera y repulsiva los atroces sucesos de 1931 cuando los antepasados ideológicos de los actuales “progres” protagonizaron un capítulo sangriento dentro de la más genuina tradición de las “purgas” y los “progroms” del amado Padrecito Stalin (consulten los millones de asesinados en internet, si soy yo quien proporciona los datos no van a creerme) comenzando así el genocidio de más de cien mil cristianos por su religión y la famosa “quema de iglesias y de conventos”, el mayor expolio histórico artístico de la Historia de Europa, superior infinitamente a la destrucción de monumentos en la II Guerra Mundial. Ardieron monumentos y obras de arte de un valor incalculable, aquellos salvajes destruyeron y arrasaron tallas maravillosas, retablos de calidad museística, pinturas, esculturas, obras de imaginería exquisitas y robaron obras maestras de la orfebrería religiosa para fundirlas y aprovechar el oro.

Lo que expoliaron y destruyeron los republicanos, caso de haber sido vendido en Europa o en America hubiera bastado para financiar siete guerras civiles y se hubiera preservado el patrimonio para enriquecimiento de la Humanidad, pero esos asesinos de curas y de monjas “no querían” expulsar de sus fronteras el arte religioso y capitalizar el tema, sino que querían “quemarlo”. Desde aquí exijo públicamente a los descendientes políticos de quienes asesinaron a más de cien mil cristianos que, en virtud de la Ley de Memoria Histórica, nos pidan públicamente perdón por las violaciones, torturas y masacre de las mujeres católicas, las monjas y novicias y los asesinatos tras atroces padecimientos de sacerdotes, seminaristas y ciudadanos católicos. Que pidan perdón por el salvaje genocidio.

Y que estos jóvenes “progres” cuyos antepasados políticos chapotearon y se mearon en sangre cristiana, estudien un poco de Historia y comprueben que fue la derecha de Calvo-Sotelo quien ganó legítimamente las elecciones democráticas y que fue la izquierda quien se negó a aceptar que España les rechazaba en las urnas y para evitar molestias le asesinaron. ¿Quién puede reivindicar un periodo tan repugnante de la Historia de España?.

¿Libertades en la República mientras masacraban a los católicos? Solo digo una cosa, si Dios existe, que sobre aquellos y sobre estos de ahora caiga la sangre del martirio de los cristianos masacrados en la “muy gloriosa” II República española, aquella donde la sangre de los inocentes, al empapar una de las franjas de la roja y gualda, la tiñó de ese morado que significa luto por las víctimas del genocidio. Aquellos que murieron por su religión y bajo el signo de la cruz en la más terrible persecución religiosa de la que se tiene noticia desde los tiempos de Nerón. Y la memoria de los muertos exige una reparación.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto