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                     Veo que el Gobierno autónomo 
					reconoce que Ceuta es “una ciudad segura”.Yo le diría al 
					Gobierno autónomo que podría serlo mucho más, o eso es lo 
					que a mí me parece. 
					 
					Y podría ser más porque no hay, para tan pocos kilómetros 
					cuadrados, en todo el Estado español, un números de agentes 
					de seguridad, tan elevado como hay aquí. Y que no nos vengan 
					con “peteneras”, ni desde el Gobierno autónomo, ni desde 
					ningún otro organismo oficial, porque haber hay lo que hay y 
					todo lo que sea mirar para otro lado es estar haciendo un 
					flaco favor a Ceuta, a quienes vivimos aquí y a quienes, de 
					buena gana vendrían más veces de las que vienen a esta 
					ciudad. 
					 
					Aquí nos hemos inventado una cantinela, desde hace tiempos, 
					que cuesta trabajo desterrarla, y esa cantinela parece que 
					no recoge la cantidad de vehículos que “por fas o por nefas” 
					son incendiados a cada instante, ese descontrol que hay, 
					especialmente, desde el sábado al mediodía, cuando cuesta 
					trabajo encontrar, en su sitio, a quienes te podrían 
					organizar lo que aparece, más bien, desorganizado. 
					 
					Y a mí me parece muy bien saber vender la mercancía, pero 
					eso se hace cuando uno posee tal mercancía, y aquí se pude 
					vender la idea de una ciudad segura, pero mejor sería la de 
					vender la imagen de que podría y podrá ser “más segura”. 
					 
					Y no voy a ser yo el que dé la voz de alarma sobre esas 
					“supuestas” amenazas yihadistas, no es eso. Ahí entraríamos 
					en algo más profundo, en algo que se escaparía a los mínimos 
					dispositivos necesarios. Eso es otra cosa. 
					 
					Yo, al hablar de la seguridad de Ceuta, me quiero referir, 
					únicamente, a los tirones diarios y frecuentes, a los 
					incendios de vehículos, a los trafiqueos de productos que 
					menudean en ciertos lugares. 
					 
					Si eso está solucionado, lo otro ya lo solucionarán y 
					controlarán las fuerzas especiales, pero no están a mi 
					alcance criticar, ni alabar, porque su labor es de más 
					calado que lo que, desde aquí, se puede abarcar. 
					 
					Y que la portavoz del Ejecutivo, Yolanda Bel, quite 
					importancia a la amenaza yihadista es haber dado más 
					importancia, desde dentro, de la que realmente tiene. 
					 
					A mí me parece que hablar de seguridad, diaria al menos, es 
					hablar de que no hay problemas como el suscitado en el 
					Poblado Marinero, hace muy pocos días. 
					 
					Y que no me vengan con que eso “sucede en todas partes”, que 
					puede que tengan parte de razón, pero a quienes vivimos en 
					Ceuta y pagamos aquí nuestros impuestos, nos interesa, por 
					encima de todo, la seguridad de aquí, no la de Navalcarnero, 
					Écija o Santo Domingo de la Calzada, por citar varios 
					lugares. 
					 
					Yo sé que ahora, especialmente, hay que salir “en los 
					papeles” cuantas más veces mejor, porque estamos entrando en 
					época de elecciones, pero eso no implica que tengamos que 
					salir vendiendo “máquinas quita nieves” para utilizarlas en 
					el Hacho, por ejemplo. 
					 
					Está muy bien hablar de un plan antiterrorista, pero ahí 
					deberían ser las Fuerzas de Seguridad del estado, más que 
					las puramente municipales, y eso se está haciendo así 
					siempre. 
					 
					Está bien hablar de la frontera pero eso está controlado y 
					bien por la Policía Nacional y Guardia Civil, cada uno en su 
					parcela. Lo meramente local es otra cosa y también los 
					sábados por la tarde. 
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