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                     Es la víspera de la semana de 
					pasión y lo que vendrá después, porque, a lo largo de todos 
					estos días se irán sucediendo los hechos y pocos de ellos 
					serán para favorecer a aquellos que quieren venir a Ceuta, o 
					a los que tengan la intención de salir de ella. 
					 
					Sea como sea, lo cierto es que, a las primeras de cambio, 
					Acciona, la compañía de siempre, se averió y aunque había 
					tiempo para poder haber solucionado la papeleta, en vez de 
					tener que estar esperando al barco lento, desde las seis y 
					media de la tarde, hasta las ocho y cuarto, que tampoco 
					salió a esa hora, sino a las nueve y media. 
					 
					No era un día de mucho tráfico, el miércoles día 13 por la 
					tarde, y ya lo único que hubiera faltado era que en vez de 
					ser miércoles hubiera sido martes, para los supersticiosos. 
					 
					No hay solución a esto y pasan los años, los meses o las 
					semanas y la auténtica realidad es que los desplazamientos 
					de Ceuta a Algeciras o de Algeciras a Ceuta son siempre una 
					incógnita, pero eso sí, en ningún momento, para favorecer a 
					los pasajeros. 
					 
					Así tendrá que ser y ya es mala suerte que, por un lado el 
					levante, por otro los horarios, luego con los precios y 
					finalmente con las averías, un viaje de menos de 20 
					kilómetros se puede transformar en una odisea. 
					 
					Y no es por los recovecos que haya que rodear, sino por el 
					tiempo que se invierte, pues mirándolo bien Ceuta-Algeciras 
					el pasado miércoles se tardó en hacer la travesía, con la 
					espera del puerto, más que lo que se tarda en hacer el 
					trayecto Algeciras – Jaén, pongamos por caso. 
					 
					Y el que dude de esto que empiece a echar cuentas. Para 
					viajar en le barco de las seis y media hay que salir de casa 
					antes de las seis de la tarde. Llegada al puerto y ¡¡la gran 
					noticia!! Hay que esperar hasta las ocho y cuarto. Luego el 
					retraso del barco, que no salió hasta las nueve y media, con 
					lo que el desembarco en Algeciras fue sobre las once y 
					media, pasadas. No he exagerado nada, un viaje desde 
					Algeciras a Jaén se tarda mucho menos. 
					 
					Ahora bien, mirándolo sin enfado, yendo la situación como 
					va, lo mejor es tomárselo a broma, porque de lo contrario es 
					posible que el dolor de estómago te deje peor que las horas 
					de espera en el puerto. 
					 
					La solución que nos proporcionó Acciona fue la del barco 
					lento, una más de esta compañía que no sé si algún día va a 
					tener frente a ella a las autoridades de Ceuta, tomando 
					cartas en el asunto, cosa que no están haciendo, ni han 
					hecho nunca. 
					 
					Ahora en los momentos de las promesas, casi todas ellas para 
					no cumplirlas ¿Se atrevería el que forme Gobierno a firmar y 
					rubricar, a prometer, de verdad, que él dejará solucionado 
					este asunto para siempre?. Mucho me temo que no habrá 
					ninguno de los que tengan posibilidades de formar Gobierno 
					de cargar con esta responsabilidad firmada ante notario, 
					desde la semana que viene. 
					 
					Y es que, respecto a Acciona, la sempiterna compañía del 
					estrecho, con este o con otro nombre, ya va siendo hora de 
					que entre en razones o de que los organismos oficiales la 
					vayan metiendo “en verea” para que sus incumplimiento no 
					sigan siendo el aval que con más frecuencia presenta. 
					 
					Yo fui uno de los que tuvieron que soportar ese largo viaje, 
					señor delegado del Gobierno, señor presidente de la Ciudad 
					Autónoma de Ceuta, los que vivimos en Ceuta, hayamos nacido 
					en ella o no, creo que merecemos más respeto del que se nos 
					da desde Acciona, por ejemplo y en este caso. 
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