| 
                     
					 
					Jacob Hachuel, excelente profesional de la sanidad y persona 
					con cuya amistad me enorgullezco, me subrayaba el otro día 
					que si estaba batallando en UPyD era por las ideas, la 
					apertura de mente, la búsqueda de nuevos planteamientos 
					políticos huyendo de sectarismos e ideologías encorsetadas 
					al uso. Jacob me comentaba finamente que si había decidido 
					saltar a la arena política en un tramo maduro de su vida, 
					era porque “después de ver, oír, callar y analizar, los 
					demás han hecho que parezca saber qué es lo que no hay que 
					hacer”. Efectivamente, el razonamiento del nº 2 de la lista 
					de Unión, Progreso y Desarrollo, UPyD, es impecable y de 
					algún modo, reconozco que con cierto sarcasmo, se lo 
					comentaba yo de forma más jocosa un domingo de éstos: 
					“Busque, compare y si encuentra otra alternativa política 
					mejor (mejor que UPyD), vótela”. 
					 
					Partido Popular y PSOE representan más de lo mismo, mientras 
					que Coalición Caballa lleva sus entrañas lastradas por un 
					buen puñado de interrogantes. Por lo demás, representan 
					modelos ideológicos excesivamente parciales y agotados: el 
					Partido Popular no deja de ser (y ahí están sus estatutos) 
					una formación política de corte democristiano “vergonzante”, 
					es decir, sin el coraje de definirse como tal, mientras que 
					el PSOE está en el lado contrario, enmascarando un laicismo 
					agresivo y sesgado, centrado tan solo en la crítica a la 
					Iglesia católica. UPyD es un partido transversal, implantado 
					en toda España y con un bagaje ideológico progresista y 
					abiertamente humanista, en el que pueden sentirse cómodos y 
					luchar codo a codo activistas laicas y personas de firmes 
					creencias religiosas. No deja de maravillarme, por cierto, 
					que haya musulmanes militando como si tal cosa bien en el 
					Partido Popular (formación política inspirada en el 
					humanismo cristiano) o en su alter ego, el PSOE. Allá cada 
					uno con su coherencia. 
					 
					Pero como decía Jacob, lo importante es el debate de fondo, 
					el debate de las ideas y, naturalmente, la presentación de 
					alternativas creíbles. Les recuerdo las últimas iniciativas 
					de Unión, Progreso y Desarrollo (UPyD) en Ceuta, cuya lista 
					está representada en la Ciudad por Julián Dominguez, Jacob 
					Hachuel, Javier Dominguez, Samira Mohamed Alí y Eva Duque. 
					UPyD fue la primera formación política en denunciar el otro 
					día la abusiva práctica de las navieras al subir el billete 
					cerca de un 10%. Luego, naturalmente, el resto de la clase 
					política entro al trapo rasgándose las vestiduras, incluso 
					desde la Asamblea de la Ciudad. Pero qué pasa, ¿tan torpes 
					son que no se habían enterado antes….?. También y a 
					iniciativa de UPyD, el Presidente de Ceuta, Juan Vivas, 
					acaba de ser condenado a una multa de 300 euros por la Junta 
					Electoral Local, simbólico castigo que fue la “comidilla” 
					este fin de semana. Y hay otra acción que, permíteme amigo 
					Julián, la adelante en estas apretadas líneas: el segundo 
					boletín electoral de UPyD reproduce varias fotos de la 
					Ciudad, entre las que se encuentra una panorámica del 
					colapsado cementerio musulmán de Sidi Embarek. Me consta que 
					UPyD está elaborando un comunicado solicitando tanto su 
					ampliación, necesaria a todas luces, como la revisión de la 
					peculiar plantilla que se encarga del enterramiento de los 
					ciudadanos musulmanes que fallecen en Ceuta. ¡Ah jai, chof!: 
					¿te vas enterando sidi Laarbi Maateis…?. Porque esa es otra: 
					tiene muchos bemoles que, con el PSOE mirando para otro 
					lado, haya sido precisamente el “democristiano” Partido 
					Popular quien haya protegido y amparado el preocupante 
					despliegue del islamismo radical en Ceuta. Y usted amable 
					lector, con lo que está cayendo… ¿va a seguir votando más de 
					lo mismo…?. Yo lo tengo muy claro: ¡voto UPyD!. 
   |