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                     Si hemos de escribir sobre la 
					Semana Santa, debemos hacerlo desde el principio de la 
					misma, en comparación con lo que fue la Semana Santa de mí 
					época y lo que es la Semana Santa actual. 
					 
					Por principio debemos aclarar, para que no exista confusión 
					alguna, que lo de marcharse en estas fechas a la Península, 
					sólo le estaba permitido a los señoritos que tenían parné, 
					muy pocos por cierto. Vamos que, en aquella época de mi 
					niñez, se podían contar con los dedos los que tenían parné 
					y, a veces, sobraban hasta dedos de la mano.  
					 
					Hoy ni hay que ser de aquellos señoritos, ni nada que se le 
					parezca, Hoy se van de vacaciones todo quisqui, sin 
					importarles poco ni mucho, que pasará al mes siguiente 
					cuando no nos llegue la paga hasta el final del mes. Pues, 
					nada, aunque algunos no se lo puedan creer, hay quienes 
					incluso, por tal de marcharse fuera estas mini vacaciones, 
					piden un préstamo al banco. 
					 
					Pero así es el asunto de vivir en esta época moderna, donde 
					a diferencia con los antiguos, no se piensa en el mañana, 
					sólo se piensa en el presente. De ahí que ya haya empezado 
					el éxodo hacia la Península de miles de ceutíes que pasarán 
					la Semana Santa fuera de su tierra. 
					 
					Antes, en la época mi niñez, era muy difícil marcharse fuera 
					y precisamente por esa causa o motivo las calle Real, 
					principal arteria de Ceuta, durante todos esos días, se veía 
					abarrotada de ceutíes que iban a presenciar los desfiles 
					procesionales. 
					 
					Es más, en esos días, sobre todo el jueves y viernes santo, 
					había que dase prisa, saliendo temprano de los domicilios, 
					para encontrar un buen lugar desde donde presenciar los 
					desfiles procesionales, ante la enorme cantidad de personas, 
					que desde temprana hora, ocupaban los mejores lugares del 
					recorrido. 
					 
					Al contrario de hoy día, la carrera oficial de las distintas 
					cofradías, era la calle Real, donde se agolpaba todo el 
					pueblo ceutí para presenciar esos desfiles procesionales.
					 
					 
					Hoy, sin embargo, se ha establecido la carrera oficial en la 
					Gran Vía, y puede usted presenciar, como aquellas cofradías 
					que tienen que hacer el recorrido por la calle Real hasta 
					entrar en la carrera oficial son presenciada por escaso 
					público, que se concentran, mayoritariamente, en la Gran 
					Vía. 
					 
					En aquellos momentos era tradicional que, a la llegada de 
					las cofradías a la calle Cervantes, camino de la Plaza de 
					los Reyes, para iniciar su entrada en la calle Real que era 
					la carera oficial, que en bar que hacia esquina en la calle 
					Cervantes, los mejores cantaores de saetas de nuestra 
					tierra, se reuniesen en aquel lugar y le dedicasen saetas a 
					cuantas cofradías pasaban por allí camino de hace su entrada 
					en la carrera oficial. 
					 
					Entrada que se iniciaba, al coger la curva donde está 
					ubicado, actualmente, la zapatería “El Precio Fijo” en la 
					Plaza de los Reyes. Allí se hacía una parada de varios 
					minutos, lo que aprovechan los hermanos mayores de las 
					cofradías, para invitar a las señoras y señoritas de 
					mantillas a tomarse un café o un refresco en los bares 
					cercanos. 
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