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					Ezequiel Teodoro comenzó su carrera como periodista en 
					Ceuta, donde pasó, entre otros medios, por El Pueblo. 
					Después se trasladó a Málaga, Sevilla y por último Madrid, 
					donde actualmente trabaja. Ahora ha presentado su primer 
					libro, ‘El Manuscrito de Avicena’. En él se cuenta la 
					historia de un médico español que busca a su esposa, 
					secuestrada por Al-Qaeda mientras investigaba un manuscrito 
					milenario. En apenas dos semanas, la editorial contempla 
					sacar una segunda edición y la obra ha conseguido arrancar 
					las buenas críticas de varios medios, donde incluso han 
					comprado su narrativa con la de Pérez-Reverte. Su próxima 
					parada será Ceuta, donde presentará su obra en la próxima 
					feria del libro, en mayo.  
					 
					Pregunta.- ¿Cómo se ha sentido al leer que le comparan con 
					Arturo Pérez-Reverte? 
					 
					Respuesta.-Ha sido una emoción tremenda e indescriptible. Yo 
					sabía que la revista Interviú iba a sacar algo de la novela, 
					pero me imaginaba que era una pequeña reseña. Pero cuando he 
					visto la excelente crítica que han hecho los compañeros de 
					la revista, me he emocionado. 
					 
					P.- ¿Esperaba tanta repercusión de su primera novela? 
					 
					R.- No, por supuesto que no. Estoy sorprendidísimo, aún 
					apenas está en las librerías y ya está a punto de agotarse 
					la primera edición. Además, todos los amigos y compañeros 
					que han comprado la novela me dicen que están enganchados 
					que les encanta. Hay una respuesta muy positiva, que a mi me 
					agrada y que no esperaba. 
					 
					P.- ¿Qué espera encontrar en la presentación del libro en 
					Ceuta? 
					 
					R.- Espero encontrarme entre los míos, a la gente que me 
					quiere y que me apoya. De hecho, ya estoy recibiendo ese 
					cariño, ya tengo más de 400 seguidores en mis redes sociales 
					y la mayoría son de Ceuta. Desde el primer momento, han 
					estado apoyándome, mandándome mensajes de ánimo y 
					ofreciéndome su cariño, que para mi ha sido muy importante, 
					porque este trabajo es subjetivo, y si no tienes a alguien 
					que te de diga que sigas adelante, a veces cuesta mucho. 
					Pero todo está siendo muy positivo, ahora mismo estoy en una 
					nube. 
					 
					P.- Recordando su época de periodista en la ciudad ¿que 
					destacaría? 
					 
					R.- Sobre todo el compañerismo y la cercanía. He trabajado 
					como periodista fijo en cuatro ciudades distintas y 
					eventualmente en muchas otras. En Ceuta ha sido donde mejor 
					me he encontrado porque hacía un periodismo a pie de calle, 
					que te da una cercanía con la gente que no puedes alcanzar 
					en ninguna otra ciudad. Pero en Ceuta, tus fuentes 
					terminaban siendo tus amigos y esa cercanía y calor es muy 
					importante en el periodismo. 
					 
					P.- Usted cuenta que su idea inicial era hacer una novela 
					sobre carreteras ¿Cómo se termina convirtiendo esa historia 
					en ‘El Manuscrito de Avicena’? 
					 
					R.-La idea de escribir una novela se me planteó en el camino 
					de Madrid a Sevilla. Se me ocurrió la idea de cómo serán las 
					carreteras dentro de 50 años, y que tal vez, para entonces, 
					los coches puedan circular sin ayuda del ser humano. Con esa 
					idea me senté a escribir, pero los personajes empezaron a 
					escribir la historia. El escritor tiene mucho de medium, de 
					dejarse llevar por lo que le viene a la cabeza en ese 
					momento, así que la propia novela me fue llevando. 
					 
					P.- ¿Cómo llegó el personaje de Avicena a meterse en la 
					novela? 
					 
					R.- Era algo que yo tenía en mi mente desde hace muchos 
					años, cuando leí su biografía. Me enamoré del personaje, que 
					tenía una mezcla de hombre sabio y justo pero también de 
					vividor. Ese contraste hizo al personaje más entreñable ante 
					mis ojos. Cuando empecé a escribir la novela simplemente 
					surgió. 
					 
					P.- Esta historia se compone de muchos elementos, como 
					espionaje, amor o historia ¿Cómo ha sido el resultado? 
					 
					R. Yo espero que bueno. He dejado muchas incógnitas de un 
					capítulo a otro para suscitar la curiosidad del lector. 
					Mezclar terroristas de Al Qaeda o agentes del CNI con 
					cruzados de la Edad Media, Avicena propiamente, o, incluso, 
					un presidente del gobierno del S. XIX que aparece en el 
					libro, muchas veces podría dar pie a pensar que es un 
					maremágnum sin sentido, pero todo se enlaza de manera que al 
					final entiendes perfectamente la novela. 
					 
					P.- ¿Por qué recogió el tema de la vida eterna en esta 
					novela? 
					 
					R.- La idea del manuscrito es buscar algo que nos haga 
					sentir realizados, luego surgió que ese objeto podía ser un 
					pasaporte a la vida eterna. Pero creo que todos debemos 
					buscar un manuscrito, no debemos quedarnos sólo con lo que 
					tenemos. Para mi, este libro es la puerta a una etapa de mi 
					vida que he deseado con todo mi alma desde que cogí el 
					primer lápiz y que ahora espero disfrutar.  
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