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La situación en la Planta de
Transferencia se está volviendo insostenible. Los empleados
de Urbaser se encuentran desesperados ante la ‘avalancha’
casi diaria de inmigrantes que intentan esconderse en los
contenedores de basura para poder cruzar a la península. Las
escolleras han quedado ya olvidadas pero ahora un nuevo
‘horizonte’ se abre ante estas personas que se enfrentan a
unos trabajadores que sienten impotencia y desolación al ver
que no pueden hacer nada. La Guardia Civil, en colaboración
con la Policía Nacional, intenta erradicar esta práctica,
pero los inmigrantes tienen una ruta bien trazada para no
ser descubiertos. Sin embargo, los controles se han
intensificado y el trabajo de las Fuerzas de Seguridad es
incesante.
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OPINIÓN / EDITORIAL
