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                     Son dos palabras que, desde hace 
					años, van cogidas de la mano, si es que no circulan en 
					paralelo, por aquello de que, salvo los muy osados, que los 
					hay, al salir de viaje, tras varios meses de estar sin salir 
					de casa, se quiere asegurar uno que el coche está en buen 
					estado y si no lo está hay que ponerlo en condiciones. 
					 
					Pero si mal está salir con dudas, desde casa, peor es 
					meterte en cualquier taller de reparaciones, especialmente 
					si no lo conoces. 
					 
					Hoy por hoy, nos encontramos talleres de todos los pelajes, 
					y en muchos de ellos, además de no solucionarte el problema, 
					te dan el sablazo, con lo que las vacaciones pueden quedar 
					reducidas a la mitad. 
					 
					A lo largo de mis muchos años de conducción, con casi un 
					millón de kilómetros a las espaldas, y tras haber recorrido 
					toda España,he entrado en talleres de todo tipo, más en 
					malos que en buenos y, por eso, ahora, cuando acabo de hacer 
					una serie de cambios en mi coche, puedo decir que he 
					encontrado el taller de más confianza y seriedad en muchos 
					años, ITARSA AVILA. 
					 
					Y no es que trate de hacer publicidad a unos amigos, puesto 
					que tan sólo son conocidos de las cuatro, cinco o siete 
					veces que he necesitado de sus servicios para el propio 
					vehículo. 
					 
					Insisto en que no se trata de propaganda, si no de advertir 
					y orientar a muchos, puesto que aunque escribimos desde 
					Ceuta, afortunadamente nos leen en toda España, digo que es 
					orientar a muchos que salen de casa y se encuentran sin 
					saber donde les pueden atender, especialmente atenderles 
					bien. 
					 
					Desde hace más de veinte años, precisamente, en vísperas de 
					estas fiestas de Semana Santa o al ir a salir de vacaciones 
					del verano, han sido varios los reporteros, de distintos 
					medios, que han salido a ver lo que se cocía en las 
					“clínicas de los automóviles” y, a decir verdad, en pocas 
					ocasiones han dado con un taller solvente y preparado a la 
					última, como el de ITARSA, Concesionario y Taller Autorizado 
					Mercedes-Benz, de Ávila. Digo que en pocas ocasiones, porque 
					los principales problemas con los que uno se encuentra por 
					ahí son con establecimientos mal acondicionados, con 
					personal que conoce el oficio a medias, con atenciones poco 
					agradables y para remate, con el sablazo de la “dolorosa”. 
					 
					Eso lo hay por ahí, y eso es lo que no existe en este taller 
					que he citado ya en dos ocasiones y que volveré a citar, 
					creo que, en muchas ocasiones, porque de allí sales con la 
					seguridad de que llevas el vehículo, perfectamente revisado. 
					 
					Yo, tengo que volverlo a decir, desde hace unos años, lo he 
					tenido claro, desde que alguien me lo recomendara, del 
					propio gremio, como el mejor de esa zona. 
					 
					Con esto, afortunadamente, una ciudad histórica y turística 
					como es Ávila, con buenos hoteles, con precios asequibles, 
					con sabor a Edad Media, con buena gastronomía que, además, 
					tenga el lugar donde te pueden solucionar el problema que 
					tantas veces sucede de las averías, es para tenerlo en 
					cuenta y para anotarlo en la hoja de ruta de cualquier 
					excursión de tres días o de una semana. 
					 
					Aquí, ni perderías el tiempo, ni te asaltarían la cartera, 
					con lo que las vacaciones son mejores. 
					 
					Ahora en plenas vacaciones, con la primavera reluciente los 
					últimos días, darse una vuelta por esta ciudad, totalmente 
					medieval en el centro, es casi un deber que uno tiene y 
					además sabiendo que también los servicios de recuperar los 
					coches averiados funcionan a la perfección. Ávila es ciudad 
					de turismo y de vacaciones, ITARSA AVILA es la seguridad 
					para el que viaje por aquí. 
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