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La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción
número 2 tomó ayer declaración al ‘Vasco’, en calidad de
imputado’, al abrir diligencias ante el posible falso
testimonio aportado por este durante la última fase del
juicio sobre el tiroteo acontecido en Puente Quemadero en
1997, y que sentó dos veces en el banquillo a ‘Tafa Sodia’ y
otros cuatro procesados. La defensa pide prisión e
indemnización.
Una vez admitida a trámite la querella interpuesta por la
letrada de ‘Tafa Sodia’, la titular del Juzgado de Primera
Instancia e Instrucción número 2, que lleva la causa, tomó
ayer declaración, en calidad de imputado, al ‘Vasco’ por
falso testimonio del que le acusan cuando intervino en la
segunda fase del enjuiciamiento del tiroteo acontecido en el
Puente del Quemadero en 1997, en el que el procesado señaló
con el dedo a ‘Tafa’, después de no haber hablado del suceso
durante los 13 años transcurridos.
Por este motivo, la magistrada y la Fiscalía entienden que
la declaración del Vasco durante el juicio celebrado en la
Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta
puede ser constitutiva de un delito de falso testimonio, por
lo que lo que el perjudicado por dicha intervención reclama
penas de prisión y la correspondiente indemnización.
El procedimiento que contó con una primera fase en diciembre
y posteriormente en febrero, se resolvió con una primera
sentencia absolutoria dictada por el titular del Juzgado de
lo Penal número dos de la ciudad y que luego fue ratificada
por los magistrados de la Sección VI de la Audiencia
Provincial de Cádiz en Ceuta, que volvían a declarar
inocentes a los apodados como ‘Tafa Sodia’, ‘Tos’, ‘Tapiño’,
‘Manteca’ y Rachid, del tiroteo acontecido en 1997 en el
Puente del Quemadero. Esta segunda fase reabrió el caso por
el recurso de apelación interpuesto por la acusación
particular, que presentó al ‘Vasco’ como testigo y motivo
por el que, a la fecha actual, ha sido imputado por supuesto
falso testimonio. En su declaración de ayer, el ‘Vasco’
reafirmaba las palabras emitidas en aquel plenario de
febrero y aseguró que no había declarado antes “por miedo
para su familia”.
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