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                     En el día de hoy compartiré con 
					los lectores de este medio de comunicación algunas 
					reflexiones en relación a las afirmaciones ofrecidas en los 
					últimos días, en plena Semana Santa, por el ideólogo de la 
					coalición Caballas. Candidato de una formación política, que 
					pretende alcanzar el Gobierno de la Ciudad desacreditando a 
					sus actuales inquilinos. En esta ocasión, utilizando 
					demagógicamente una de las problemáticas, que en mayor 
					medida angustia a los ceutíes, el alta tasa de desempleo 
					existente. Para ello, no duda incluso en mostrar 
					públicamente su desconfianza ante los procesos selectivos 
					desarrollados en los últimos años, que han permitido 
					legítimamente el acceso a la función pública de un número 
					importante de ciudadanos y ciudadanas. 
					 
					Aunque, lo realmente deleznable es la doble moral que 
					exhiben en sus intervenciones públicas unos portavoces, que 
					obvian intencionadamente la capacidad intelectual de una 
					ciudadanía perfecta conocedora tanto, de las actuaciones 
					desarrolladas en la última década por el Ejecutivo 
					sustentado por el Partido Popular como, de todas las 
					actuaciones desarrolladas en la etapa más oscura de nuestra 
					historia democrática por quien ocupara importantes 
					responsabilidades en el equipo municipal conformado por las 
					fuerzas “progresistas” de esta ciudad, PSOE, PSPC y CDS. 
					 
					Jamás he utilizado, ni utilizaré en mis reflexiones 
					informaciones relacionadas con las formulas utilizadas por 
					las diferentes corporaciones municipales, que han 
					posibilitado el acceso a la función pública de un importante 
					número de ceutíes. No obstante, ante las reiteradas 
					acusaciones de supuestas prácticas de “enchufismo” 
					formuladas por quien fuera máximo responsable de la gestión 
					económica de las cuentas públicas es decir, del responsable 
					último en la aprobación del gasto de las diferentes 
					concejalías, en el día de hoy, por primera y última vez, 
					compartiré con ustedes un dato facilitado en las hemerotecas 
					de la ciudad, la contratación de 320 personas entre el 14 de 
					enero y el 17 de junio de 1991, curiosamente los últimos 
					meses de Gobierno del responsable ideológico del tripartito 
					mencionado.  
					 
					En definitiva, un responsable político y sindical empecinado 
					en crispar a la sociedad ceutí a través del insulto con la 
					única intención de obtener rédito electoral. En primer 
					lugar, insultando en repetidas ocasiones a los ceutíes que 
					decidimos apoyar mayoritariamente la candidatura del Partido 
					Popular liderada por Juan Vivas posteriormente, a los 
					profesionales de todos los medios de comunicación 
					independientes de la ciudad, exceptuando a quienes sirven a 
					sus intereses y finalmente, a todos aquellos ceutíes que han 
					accedido legítimamente a un puesto de trabajo en la 
					Administración Autonómica. 
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