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					Cada día es más difícil llenar la cesta de la compra. Los 
					precios suben sin parar y las amas de casa se ven obligadas 
					a prescindir de algunos alimentos que tradicionalmente han 
					llenado sus despensas, debido a la subida sin control de los 
					precios. Es el caso del plátano de Canarias o las patatas, 
					algunos de los productos que más se han encarecido en el 
					último mes de abril, según los datos recogidos por el 
					Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. El pasado mes 
					el precio de un kilo de plátanos se situaba entre 1,47 y 2 
					euros, precio que se ha incrementado más de un 19% en un 
					año. Ayer, el kilo de este producto superaba los 2 euros 
					tanto en el Mercado Central como en el Mercado de Real 90. 
					En el caso de las patatas, la subida anual ha sido del 
					14,8%, situándose el precio entre los 0,69 céntimos y 1,05 
					euros. No obstante, este producto se encuentra más barato en 
					los mercados de la ciudad, (entre 50 y 60 céntimos) debido a 
					la condición especial que tienen por ser importadas de 
					Marruecos.  
					 
					Pero no todo son subidas en el mundo gastronómico. Mientras 
					los precios de plátanos y patatas han subido sin parar, el 
					coste para el consumidor de alimentos como judías verdes, 
					lechugas, pimientos o limones ha descendido. Concretamente, 
					un kilo de limones en la frutería ‘El Santo’, en el Mercado 
					Real 90, el precio oscila entre 1,20 y 1.30 euros. Si el 
					cliente compra en el Mercado Central, los limones le pueden 
					costar hasta 80 céntimos. El precio varía dependiendo del 
					origen del producto y de la oferta y la demanda, pero aún 
					así, en Ceuta los costes se mantienen por debajo de la media 
					española, que sitúa el kilo del límón entre 0,94 y 1,39 
					euros.  
					 
					Y en medio de este vaivén de precios que se mueve sin parar, 
					algunos puestos de frutas y verduras se han visto obligados 
					a echar el cierre en el Mercado Central. En los últimos 
					años, varios comercios han cerrado por la crisis. Y es que, 
					los empresarios son los que más sufren la mala situación 
					económica. “En época de crisis la gente compra menos y 
					muchos productos apenas se venden, pero lo que los clientes 
					no dejan de llevarse son patatas, tomates y cebollas”, 
					cuenta Hamido, dueño de la frutería del Mercado Central con 
					el mismo nombre. “Sólo hay que mirar que estamos a 
					principios de mes y a media mañana el mercado está vacío”.
					 
					 
					La situación es parecida para los carniceros, que ven como 
					los productos de mayor valor son lo primero que dejan de 
					comprar las familias. No obstante, los precios en este 
					sector se mantienen más estables. El pollo se ha abaratado 
					un 1,13%, mientras que el coste del cerdo ha crecido un 2%. 
					“Ahora, la gente compra más productos para hacer caldos, que 
					son baratos”, explica el dueño de ‘Carnicería Manolo’, en el 
					Mercado Central. “Las ventas han bajado a la mitad y si los 
					proveedores suben los precios nosotros los mantenemos para 
					no perder clientes”, cuenta este propietario.  
					 
					Mientras, los clientes coinciden en que se nota la subida de 
					los precios. “Todo está más caro, antes con 20 euros hacía 
					la compra y ahora ya no da ni con 50”, se quejaba una mujer 
					en el Mercado Real.  
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