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					Paciencia, esa es la clave, lo más importante cuando os 
					llegué el momento de parir”. Así Sara Rodríguez Benjuneda, 
					matrona del Hospital Universitario de Ceuta, explicaba el 
					procedimiento que, llegado el momento, se realizaría, a las 
					seis parturientas, procedentes del centro de salud de Otero, 
					que ayer se acercaron al centro de Loma Colmenar para 
					conocer las instalaciones en las que, en más o menos un mes, 
					darán a luz a sus retoños. Junto a las gestantes, aunque 
					mucho más asustados, sus parejas, que “de momento, luego el 
					miedo dirá”, tienen la intención de entrar con ellas al 
					parto, como explicaban Sandro y Rafa, dos de los futuros 
					papás.  
					 
					Los gritos de una mujer a punto de ser madre cortó las 
					palabras de estas mujeres al entrar en sala de parto. A los 
					pocos minutos, el primer llanto. Un sonido que las relajó. 
					Han recibido clases de parto, pero aún no han decidido de 
					qué forma darán a luz. “Cuando llegue el momento les 
					ofreceremos que den a luz de la manera en que se sientan más 
					cómodas: tumbadas en la camilla, sentadas en la silla de 
					parto, de pie para que les ayude la fuerza de la gravedad... 
					Ellas deciden”, explica Nieves Rodríguez Adalid, que además 
					de enfermera, acaba de terminar su residencia como matrona. 
					“La mayoría, supongo que por cuestión de cultura, se 
					decantan por parir en la cama tumbadas, pero no siempre es 
					lo más aconsejable”, añade la enfermera, que propone que se 
					instale una bañera para parir en el agua. 
					 
					De momento, con este recorrido por la sala de dilatación, el 
					paritorio, el quirófano y la planta de obstetricia, 
					acompañados de algunos integrantes de la plantilla, se han 
					quedado “más tranquilas”, explicaba Almudena, una de las 
					madres. “Así sabemos con qué nos vamos a encontrar”, añadía 
					Musaina, una primeriza que aseguraba que lo que más miedo le 
					da del parto es cómo va a nacer el bebé y el momento en sí 
					del alumbramiento. 
					 
					Las futuras mamás coinciden en señalar que no les influye 
					que su matrona sea mujer u hombre, “contad de que sean 
					buenos profesionales”. Manuel María Sánchez Guerrero, 
					supervisor de la unidad de dilatación y parto fue la primera 
					matrona hombre que llegó al paritorio. Era 1997. 
					Actualmente, la plantilla la conforman doce matronas, de las 
					cuales hay paridad entre hombres y mujeres, seis y seis. 
					 
					Unos seiscientos partos  
					 
					El supervisor ha guiado el recorrido, y ha explicado que con 
					esta actividad, “que es la cuarta o quinta vez que se 
					realiza”, facilita mucho el parto tanto para los 
					trabajadores como para las gestantes. “La mamá conoce el 
					itinerario y se solventa el enigma de qué me voy a encontrar 
					y quién estará allí”, añade. 
					 
					En los poco más de cuatro meses, en el Hospital 
					Universitario han atendido unos seiscientos partos, según 
					explica el supervisor de la unidad. A lo largo de 2010 
					fueron un total de 1.528. “La natalidad suele aumentar un 
					10% cada año”, agrega.  
					 
					Sánchez ha valorado que en España todavía “hay muchas cosas 
					que mejorar” a la hora de parir, ya que todavía “hay mucha 
					instrumentalización del parto”, y que, en ese sentido, en 
					Ceuta están intentando “adaptarlo a la forma natural, 
					considerarlo un proceso fisiológico normal, en el que la 
					mujer sea la protagonista”. 
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