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					Bertuchi unió su vida de forma permanente a Ceuta y al 
					protectorado español a través de sus pinturas. En ellas 
					plasmaba las costumbres musulmanas y cristianas. Un legado 
					que está muy presente en la ciudad y que ayer se puso de 
					relevancia en una conferencia que presidieron el nieto del 
					artista y su biógrafo. 
					 
					El 6 de febrero de 1884, en una casa a las faldas de la 
					Alhambra de Granada llegó al mundo Mariano Bertuchi, quien 
					llegó a ser el pintor de referencia para Ceuta y el 
					protectorado español. Con sólo cinco años, el pequeño 
					Mariano ya imitaba a su padre, amante de la pintura, y se 
					alzaba en un taburete frente a un lienzo con sus primeros 
					pinceles. Imágenes de la época lo demuestran, y ayer, su 
					nieto, Mariano Bertuchi Alcaide las acercó al más del 
					centenar de personas que asistieron a la conferencia 
					‘Mariano Bertuchi, Ceuta y el Protectorado’ que tuvo lugar 
					en el Salón del Trono del Palacio Autonómico. Un lugar cuyo 
					atmósfera estaba dominada por el arte de Bertuchi, ya que 
					los tres óvalos que presiden el salón corresponden a tres 
					óleos del pintor.  
					 
					En su intervención, Bertuchi Alcaide realizó una 
					introducción a la vida y la obra de su abuelo a través de 
					fotografías e imágenes que recogían las pinturas de finales 
					de siglo XIX y principios del XX. Desde su nacimiento, 
					pasando por su estancia en las academias de arte de Granada 
					o su primera visita a Tánger, que hizo a los catorce años 
					acompañado de Aníbal Rinaldi, hasta su llegada a Ceuta, 
					donde vivió durante una década. El recorrido por la vida de 
					Bertuchi estuvo lleno de anécdotas y curiosidades.  
					 
					Entre ellas, se resaltaron las historias que el pintor 
					protagonizó durante su estancia en Ceuta. Diez años en los 
					que residió en una casas situada al comienzo de la calle 
					Real, y que ha estado en pie hasta hace pocos días, cuando 
					se derribó. No obstante, la huella de este pintor sigue muy 
					viva entre la sociedad ceutí, como se demostró en el 
					congreso celebrado ayer, al que no quiso dejar de asistir la 
					consejera de Cultura, Mabel Deu.  
					 
					En el acto también participó José Antonio Pleguezuelos, 
					historiador ceutí y biógrafo de Bertuchi, que tras la 
					intervención del nieto del artista realizó un repaso a la 
					obra del pintor durante su estancia en Ceuta y en el 
					protectorado. Una época que ha legado una unión permanente 
					de la ciudad con Bertuchi, según señaló el director de la 
					Biblioteca Pública, José Antonio Alarcón, que organizó el 
					acto. 
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