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                     El transporte marítimo es tan 
					esencial para Ceuta que cualquier incidencia en su normal 
					desarrollo y funcionamiento es un sobresalto. El último de 
					estos incidentes, del que informó ayer en exclusiva EL 
					PUEBLO, está relacionado con el proceso de adjudicación del 
					nuevo contrato de la línea de interés público. La única 
					compañía que se había presentado a la licitación era 
					Baleària, que no cumple los requisitos económicos y 
					financieros exigidos en el pliego de condiciones 
					administrativas. Este problema, calificado por el Ministerio 
					de Fomento por tanto como de índole “administrativa”, ha 
					llevado a declarar desierto el primer concurso y a la 
					convocatoria de uno nuevo en el que se han “modificado” las 
					exigencias que figuraban en el pliego, “adaptándolas a las 
					condiciones del sector del transporte marítimo”. El 
					departamento de José Blanco, en concreto, la Dirección 
					General de la Marina Mercante, que es el órgano al que 
					compete esta contratación, se ha apresurado a comunicar que 
					“estas exigencias administrativas no impedirán que se 
					continúe con la prestación del servicio público de 
					navegación entre Ceuta y Algeciras”. No obstante esta 
					afirmación con intenciones, entendemos, tranquilizadoras, lo 
					cierto es que la situación genera zozobra dada esa 
					trascendencia que para los ceutíes, para todos los ceutíes y 
					para la actividad económica de la ciudad en general, tiene, 
					como decíamos, el mal o buen funcionamiento de la línea que 
					nos une con la península, verdadero cordón umbilical, que 
					nos nutre y nos comunica con nuestros conciudadanos y 
					familiares del otro lado del Estrecho. Lo deseable es, en 
					definitiva, que este paso atrás no suponga un perjuicio 
					mayor y que el proceso culmine en tiempo y forma, de modo 
					que Ceuta y los ceutíes puedan recibir los frutos de la 
					ardua y larga negociación que llevó a la modificación de los 
					requisitos de prestación del servicio con el necesario fin 
					de abaratarlo y de mejorar su calidad. 
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