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OPINIÓN - VIERNES, 13 DE MAYO DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

Caballas tira la piedra y esconde la mano


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Lo habitual. Demagogia y cobardía a partes iguales. Nueva “Nota de prensa” de la Coalición Caballas con una especie de grimoso alegato sobre la libertad de expresión “que cada cual pueda decir y opinar lo que quiera” para lo que conminan al Partido Popular para que “realice una campaña limpia”. Y este nuevo dislate responde a las aseveraciones del Presidente Vivas exigiendo a la Coalición que deje de insultar a los ceutíes llamándoles “racistas”, lo que significa que Aróstegui y los suyos se creen poseedores de una especie de “patente de corso” que les permite despotricar en cada comparecencia.

Así del insulto a los veintidos mil “racistas” que votan al PP a las sospechas de que, en el hotel Ulises se fraguaba un fraude electoral en complot con los trabajadores de Correos (queja de los trabajadores de Correos). Posteriormente las acusaciones de “panfleto” contra este diario a cuyos empleados tildaba de “mercenarios” (queja de los empleados) más tarde le “tocó” a la televisión pública a la que acusó ser una “ herramienta partidista al servicio exclusivo del PP” y de estar promoviendo una encuesta telefónica que llevaba a los ciudadanos a la confusión (queja de los trabajadores de la televisión pública), también “pilló rasca” Urbaser ... Y no digamos la cadena de despropósitos sobre el Gobierno de la Ciudad con veladas alusiones a una corrupción que nunca han denunciado porque no existe y una correlación de insultos sistemáticos que, para suerte de Caballas, han sido encajados por sus víctimas con un olímpico desprecio.

¿Y la Coalición Caballas es la que se permite reclamar una “campaña limpia”? Sí, precisamente ellos que han estado convocando semanalmente a los medios en rueda de prensa, pero no para ofertar noticias novedosas o temas punteros que motiven un desplazamiento de profesionales con las cámaras y los micrófonos, sino para “exponer su programa electoral y sus propuestas” cuando “eso” se puede leer en los impresos de su propagando y ningún partido utiliza la táctica de leer sus ofertas electorales “en rueda de prensa” porque no es práctica habitual ni existen motivos para convocar a nadie porque nada tienen que comunicar que no aparezca ya reflejado en su propia propaganda.

¿Campaña limpia? Sí, con la táctica de “tirar la piedra y esconder la mano”. Acusan al Ayuntamiento de tener a setenta altos cargos políticos, sin especificar ni nombres, ni apellidos, ni datos de filiación, ni sueldos ni cometidos. Se limitan a “acusar”. Acusan de “mentir” al Presidente con la inversión de seis millones de euros en políticas de empleo, demostrada documentalmente por el PP y no aportan ni cifras, ni datos, ni presupuestos, ni un miserable número que justifique la grave acusación de “mentir”. ¿Es eso “limpieza”?.

Pero, aumentando un grado en las acusaciones difamatorias la Coalición Caballas “se permite” añadir que “viendo la cantidad de escándalos que se han protagonizado en estos diez años” ¿Escándalos?. Cuando se lanzan “acusaciones” de “la cantidad de escándalos” se unen los números de las Diligencias Previas y de los Juzgados que las tramitan así como del escrito de acusación del Fiscal y si no existen esos datos puede estarse entrando ominosamente en la calumnia y en la difamación. ¿Es esa la “campaña limpia”?

Denuncia absurda de utilización del vehículo de Ecoceuta... ¿Y por qué?. Porque piensan que es una empresa “muy ligada” al PP. Si tienen alguna prueba de “algún” chanchullo o de alguna corruptela o comportamiento ignominioso que denuncien con nombres, apellidos, cifras, hechos y fundamentos de Derecho. Pero el solapamiento, el “lanzar” la acusación infamante y batirse en retirada porque “mañana será otro día y seguro que se les olvida”, el tratar de existir políticamente en base a que, el insultado tiene demasiado trabajo y excesivas ocupaciones de importancia como para pasarse el día redactando querellas y compareciendo en las conciliaciones, eso resulta mezquinamente cobarde y no puede extrañar el descrédito que para determinados políticos conllevan estas conductas. En política y en todo lo relativo a la gestión de lo público han de existir principios éticos y valores a los que no se puede renunciar y esos valores se ciñen a una rectitud moral que se manifiesta en ser veraz, en la ecuanimidad, en la negación rotunda del “todo vale” porque, precisamente en política “no todo vale” en esta época en la que, el ciudadano, se encuentra sobresaturado de información y posee criterios propios que le hacen dilucidar con claridad quien es una persona operativa, eficaz y prestigiosa y quien es un mamarracho y un “golferas”.

¡Que pelmazos!. Y a más vueltas todavía con la “humildad” exigible a todos con excepción de a ellos mismos, cuya prepotencia y capacidad agresiva nunca ha tenido más límites que los fijados por su propia imaginación. Realmente el Partido Popular ha llevado una línea regular, sin estridencias y sin fardar de las encuestas de Sigma dos y de los sondeos del CIS, es decir, haciendo gala de humildad. Y nunca, jamás ha atacado a nadie, lo único que ha acontecido es la lógica reacción “acción-respuesta” siempre bien motivada.

Realmente la Coalición Caballas es la menos idónea, por su trayectoria constatada, para pedir estrictamente nada. Ni humildad, ni limpieza, ni coherencia, ni respeto, ni veracidad... De hecho pueden empezar “aplicándose el cuento” y haciendo un repaso de la trayectoria que han venido llevando en los últimos meses en los que han ido pasando en alternancia, de la agresividad inmotivada al victimismo.

La Coalición es un anacronismo y un esperpento del absurdo y no hay que ir más lejos en cuanto a definiciones.
 

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

La regeneración democrática, una necesidad vital


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Ya me atrevo a anunciar que el próximo día 22 de mayo se iniciará en las urnas la materialización del compromiso de la regeneración democrática en toda España. Ganar en las municipales y las autonómicas es tan solo un primer paso, porque el trayecto hasta las generales puede convertirse en un camino largo y proceloso, ya que es hartamente improbable que “estos de ahora” se quieran marchar por las buenas.

Pero el plazo hasta que Rajoy acceda desde las urnas a la Moncloa no puede ser en modo alguno desaprovechado y todos, desde todos los lugares y desde cada uno de los puntos de la geografía de esta Iberia vieja, hemos de trabajar codo con codo para trazar las líneas maestras de lo que ha de ser la regeneración y la renovación de esta realidad actual que se nos ha quedado estrecha haciendo necesario que necesitemos un par de tallas más. Así la totalidad de los enclaves donde sea mayoría el Partido Popular ha de convertirse, por imperativo moral y por compromiso ético, en un laboratorio de ideas de donde surjan las claves del despertar al futuro. A un futuro distinto al presente actual donde todo parece haberse quedado viejo, añoso, gastado y pasado de moda hasta el punto de que ni las leyes atienden a las necesidades de los ciudadanos. Y no porque existan lagunas jurídicas ni hechos sin legislar o conductas sin contemplar, sino que la perspectiva con las que se realizaron las leyes ha cambiado y las normas actuales no se han adecuado a ese cambio.

En Ceuta el Presidente Vivas, en sus múltiples intervenciones siempre tiene un recuerdo y siempre tiene presentes a los colectivos más vulnerables y dentro de estos la cifra alarmante del incremento de la violencia de género a nivel local y a nivel nacional. Con la diferencia de que parece que hasta en el enclave más humilde y apartado cuentan con su propio Juzgado de Violencia de Género y sus salas de atención a las víctimas, pero no en Ceuta donde históricamente parece existir una sustancial dejadez por parte del Ministerio de Justicia que siempre nos ha ninguneado y a la vista está.

Pero, aparte de la mayor o menos precariedad de las infraestructuras de atención y del uso de los protocolos, amén de las medidas aplicables como las órdenes de alejamiento para los maltratadores y los centros de acogida para las víctimas, el número de conductas susceptibles de ser calificadas como violencia doméstica o violencia de género continúan incrementándose en toda España. Hay quienes opinan que, las leyes “están bien como están” pero en la futura regeneración no tiene cabida el inmovilismo y lo que no sirve hay que cambiarlo y si no se hace el Partido Popular habrá incumplido con su compromiso electoral centralizado en la renovación y que está siendo capaz de ilusionar a la inmensa mayoría de los españoles.

Lógico que para no defraudar las expectativas de los ciudadanos haya que hacer de la rapidez y la agilidad de los cambios una constante. Y lo que no sirva se manda al carajo, a absolutamente todos los niveles. Para regenerar la cochambre actual en la que nos han metido estos diabólicos habrá que hacer un brutal esfuerzo legislativo y poner a los expertos a parir leyes y a reformar leyes de manera que la Ley con mayúscula se adecue a los deseos del pueblo y colme sus esperanzas y no como la generalidad de las leyes actuales, tremendamente obsoletas y que van defraudando continuamente a los españoles. Con el plus de que, cuando los ciudadanos se echan a las calles, desesperados y reúnen miles de firmas suplicando reformas como en el caso de la infumable “Ley del menor”, que ha movilizado casi a la totalidad de la sociedad española que ha tenido que sufrir la ignominia de ver como asesinos “menores” salen libres para cachondearse de sus víctimas, en esos casos de protesta general la postura gubernamental ha sido la de escupir sobre los sentimientos de los ciudadanos y no hacer ni puto caso. Algo que nunca sucederá cuando llegue la regeneración donde habrá una sola voz y una sola voluntad y por supuesto una única soberanía absoluta que residirá en el alma del pueblo español. La legitimidad reside en la voluntad de los ciudadanos y en que existan los mecanismos legales suficientes como para poder expulsar de las esferas del poder a quien defraude las expectativas y no tan solo por medio de las urnas. Pero esos mecanismos serán objeto de otro análisis y en otro momento.

Lo fundamental es que las leyes actuales que contemplan y castigan la violencia de género no son lo suficientemente eficaces y han de endurecerse, por el efecto disuasorio que conlleva para muchos la cuantía de las penas. Pero en estos delitos volvemos a encontrarnos con nuestro viejo “tema favorito” que son las carencias de todo tipo que existen en España en lo relativo a la salud mental y al diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los sujetos que presentan patologías. De hecho, la propia Secretaria General de Instituciones Penitenciarias ha llegado a declarar sin inmutarse y con tono resignado que la mitad de la población reclusa española presenta graves problemas psiquiátricos y que no deberían estar en cárceles sino en manicomios o en psiquiátricos penitenciarios. Algo que no es posible porque faltan manicomios y hay aún mayor carencia de psiquiátricos penitenciarios seguramente porque hace falta una gran parte del presupuesto del Ministerio para construirles a los asesinos de ETA cárceles de gran lujo, de cinco estrellas, como la nueva de Álava.

O que convierta Álava en psiquiátrico penitenciario para meter a los locunos y entre ellos al inmenso porcentaje de maltratadores que presentan graves anomalías psiquiátricas sin diagnosticar ni tratar por lo que se convierten en doblemente peligrosos e incontrolables. Así la existencia de psiquiatras especializados en todas las clínicas forenses de los juzgados constituye un imperativo. No forenses sino neuropsiquiatras especialistas que examinen a los imputados y les vayan clasificando desde un primer momento atendiendo al nivel de peligrosidad que presentan. ¿Hay alguien en España que opine que no necesitamos la renovación total más que el agua de mayo?. Regenerarlo todo, las leyes, las medidas, la atención médica desde el minuto uno, la reapertura de los centros psiquiátricos o manicomios, los diagnósticos tempranos, la evaluación de los factores de riesgo de cada cual y la derivación a centros cerrados, tratamiento ambulatorio irrenunciable y pulseras de control.

Y en cada comunidad autónoma un Director General de Salud mental como lo hay en cada estado de EEUU. Porque las leyes pueden endurecerse hasta el infinito, lo que nunca es malo, pero los controles psiquiátricos representan un imperativo en la mayoría de los espectros de a sociedad y más aún en el campo de las Leyes Penales. Para proteger de manera eficaz a los colectivos vulnerables de víctimas hay que determinar con exactitud y rigor “contra qué o quien” se las protege para determinar el modo de protección. ¿Comprenden el por qué quienes seguimos los valores del PP nos enfrentamos al imperativo de hacer de cada ciudadano un potencial laboratorio de ideas?.

Tan solo tenemos que retomar esa frase del Presidente Vivas cuando asevera que, en el PP no se pregunta a nadie de donde viene sino hacia donde va y si está dispuesto a realizar un camino conjunto en base a unos principios determinados. Por eso la respuesta esperada de esa persona a quien no se pregunta de donde viene al preguntarle adonde va debe ser: a partirme el culo por España, a trabajar. Y no es una respuesta cómoda, pero es la que debe ser y no hay otra.
 

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