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OPINIÓN - DOMINGO, 15 DE MAYO DE 2011

 
OPINIÓN

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES. 9


Paseando por la plaza de la Constitución me encuentro a Lorenzo Linares Díaz y, como ocurre siempre que nos vemos, que son pocas veces, nos ponemos a charlar. Lorenzo, creo haberlo dicho ya en otras ocasiones, es lector de cuanto escribo y gusta sobremanera preguntarme por ciertas opiniones mías. Y a mí me encanta responderle en la medida que me sea posible. Hoy nos ha tocado conversar de vinos y de mi edad. Y, aunque yo no sea experto en la materia, me he atrevido a darle mi parecer sobre cómo se crían los vinos del marco de Jerez. Lorenzo, que dice apreciarme, no ha tenido el menor inconveniente en decirme que bien podría escribir yo los lunes. Ya que le fastidia el no poder leerme esos días. Y me ha salido del alma una expresión que no es publicable. Bromas aparte, Lorenzo es un tipo estupendo, a quien conozco desde hace un montón de años, y cuyo comportamiento conmigo ha sido siempre digno de encomio. Por más que se empeñe en que yo no descanse un día a la semana.

MARTES. 10


Vilipendiado. Criticado acerbamente. Aborrecido por una inmensa mayoría de españoles que no acaban de digerir que Ronaldo Cristiano sea lo que es: un figurón del fútbol mundial. Un jugador sensacional. Hoy, en partido frente al Getafe, jugado a esa hora en la que antes comenzaba la segunda sesión de las compañías de teatro, el madridista ha vuelto a conseguir tres goles. Y ha llegado ya a la cifra de 36. Con lo cual está a un paso de rebasar a los grandes goleadores de la Liga española: Zarra y Hugo Sánchez; quienes lograron 38 tantos en una temporada. El problema de CR es que genera envidia por un tubo. La envidia clásica española, que se basa en lo siguiente: se puede ser inteligente y feo; pero no inteligente y guapo. Ambas cosas son un suplicio para innumerables españolitos de todas las edades y clase. Al portugués se le ha venido acusando de prepotente, de egoísta, de niño mimado, y de buscar su lucimiento por encima de todas las cosas. Es decir, los mismos aficionados que, años atrás, hablaban extasiados sobre las actuaciones de Ronaldinho, hoy no cejan en su empeño de maltratar a Cristiano. Y el motivo es evidente, palmario, claro como el agua clara: con el brasileño la naturaleza no fue pródiga. Y, por tanto, hiciera lo que hiciera, todo se le perdonaba. Así, sus malabarismos no eran considerados vejaciones para sus rivales, mientras los que suele realizar el portugués son tenidos por afrentas que hay que vengar. A ver qué culpa tiene la madre de Cristiano de haber parido a un hijo con semejante presencia y tan poco dado a pronunciarse con falsa modestia.

MIÉRCOLES. 11


Quedo con Ángel Muñoz en recogerlo en su despacho para tomar el aperitivo y cuando nos encaminamos hacia el lugar elegido nos tropezamos con Carlos Muñoz. Carlos estuvo muchos años al frente de ‘La Favorita’. Establecimiento que estaba situado en la calle de Serrano Delgado. Carlos, como siempre que nos vemos, me dice cosas amables y encima me cuenta lo que más le haya gustado de la columna del día. A Carlos le tengo yo ley. Y creo que mi afecto se lo tiene más que merecido. Tal es así, que en cuanto nos despedimos, le dije al gerente de este periódico, que es Ángel Muñoz, por si ustedes no lo saben aún, las razones por las que yo aprecio tanto a quien fuera propietario de la tienda de tejidos mencionada. Y Ángel, como es habitual en él, tras escucharme atentamente, no respondió ni mu. Como si la cosa no fuera con él. Aunque luego, cuando menos lo espera uno, va y te cuenta lo que le comunicaste hace ya dos años y un día. Él es así…

JUEVES. 12


La sobremesa entra en su tramo final. Ya se ha hablado de todo un poco. Es la hora en que los comensales tratamos de saborear un pacharán y de mantener lo que un cursi llamaría un silencio sonoro. Un silencio conducente a pedir la factura y levantar la sesión. Pero es entonces, en ese preciso momento, cuando uno de los participantes de la comida habla de lo afortunado que ha sido Mohamed Alí en cuanto a viviendas protegidas. Y los demás nos quedamos con el cante. Y, como no podía ser de otra manera, tratamos de sonsacarle al respecto. Pero nuestro hombre parece que no quiere seguir hablando del asunto. Porque teme ser objeto de represalia por parte de alguien con capacidad para hacerle pagar su indiscreción. Además, se le nota en la cara que está arrepentido de haberse ido de la mui. Y tampoco es cuestión de someterle a un interrogatorio que acabe por amargarle la comida. Eso sí, habrá que averiguar el sentido de sus palabras: “Lo afortunado que ha sido Mohamed Alí en cuanto a viviendas protegidas”. En fin, que en cuanto haga mis correspondientes pesquisas, y si la suerte está conmigo, prometo contar lo de las viviendas protegidas de Mohamed Alí.

VIERNES. 13

Recibo una nota, firmada ilegiblemente, en la que se me pone al tanto de personas muy allegadas a Juan Luis Aróstegui y que obtuvieron empleos en la Administración, gracias al poder como sindicalista que tiene el hombre que todos los jueves trata de darnos lecciones de moral y que se ha propuesto destacar cual martillo de todas las corrupciones. Dado que el denunciante no se ha dado a conocer, yo no haré público los nombres de las personas que, según la nota, consiguieron magníficos empleos por la cara. Es decir, por la cara de pertenecer a una familia en la que su cabecera se permite el lujo de colocar a los suyos, infrigiendo todas las normas habidas y por haber. Las mismas por las que él no cesa de acusar a otros. Parece mentira que el secretario general de CCOO, tan conocido ya por sus trapicheos en todos los sentidos, siga blasonando de la transparencia de su conducta. Cuando muchos sabemos con qué algarabía suele relatar, en momentos propicios, la forma que él ha tenido siempre para colocar a dedo a los suyos.

SÁBADO. 14


Durante la campaña electoral, hay políticos que suelen desmadrarse. No tienen el menor inconveniente en blasfemar como carreteros o mostrar maneras de verduleras, con mis debidos respetos para éstas. Por suerte, son los menos. En cambio, cada vez son más los que ponen como chupa de dómine a sus adversarios, firmando el comunicado como colaboradores o simplezas por el estilo, con el fin de que sus nombres no salgan a la palestra. Fea acción. José Antonio Carracao ha sufrido ayer, a mi modesto entender, un ataque desmesurado por parte del Partido Popular de Ceuta. Un ataque que no se corresponde con el comentario que hizo el candidato socialista a la presidencia, en lo tocante a la protección que la policía hace de la sinagoga, que es lo que, al parecer, ha primado para que los populares decidieran tratarlo con muy mal estilo. Con un pésimo estilo. Cuando a mí me consta, debido a las veces que he hablado con Carracao –el cual, por lo leído, debe avergonzarse de tener un padre que es senador socialista. Vaya tela-, el buen concepto que éste tiene de Juan Vivas.
 

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