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                     Es lo que vimos, en el debate de 
					los dos líderes de PP y de PSOE, en la noche del lunes en 
					Radio Televisión Ceuta. 
					 
					Uno y otro se llevaban muy bien aprendida la lección de lo 
					que tenían que decir, de lo que debían hacer y de cómo se 
					puede salir airoso, cuando la educación y el respeto al 
					contrario es lo primero. 
					 
					Debates de este tipo son los que gustan, porque enseñan, al 
					menos a quines queremos aprender y tenemos por norma la 
					educación y no el barullo. 
					 
					El respeto fue tal que, en ninguna ocasión, en ninguna de 
					las intervenciones, el moderador, que fue lo más flojo del 
					debate, tuvo que advertir a ninguno de los dos que se había 
					pasado del tiempo que le correspondía. 
					 
					Uno y otro dijeron cosas serias, uno y otro golpeó con 
					dureza al contrario, pero todo ello, en el terreno de la 
					educación, y del respeto, sin que hubiera una sola palabra 
					malsonante, a lo largo de todo el debate, y sólo en una 
					ocasión apareció el término “indecente”, pronunciado por 
					Carracao, que pasó casi totalmente desapercibido y sin más. 
					 
					Los dos, Juan Vivas y José Antonio Carracao, dieron la talla 
					y, es de suponer que mientras a Juan Vivas se le asegura un 
					poco más esa gran mayoría, a Carracao le irán llegando más 
					seguidores, porque en el cuerpo a cuerpo y con menos 
					experiencia, también ha sabido el terreno que pisaba, ha 
					sabido tocar los puntos candentes y ha sido capaz de entrar 
					en ese terreno en el que “el vale todo” ya se debe haber 
					superado. 
					 
					¿A partir de ahora, qué?. A partir de ahora quedan menos de 
					48 horas de campaña, muchos tienen o tenemos ya decidido 
					hacia donde va a ir nuestro voto y luego, en la noche del 
					domingo, todo estará decidido y concluido, veremos en qué 
					porcentajes. 
					 
					Y si es bueno oír, no en un mitin, sino en cara a cara, lo 
					que va a hacer uno y lo que no puede hacer el otro, si se 
					hace como lo hicieron, en esta ocasión los dos candidatos, 
					Juan Vivas y José Antonio Carracao, es mucho más elegante, 
					dejando hablar al contrario, dejando que cada uno se pueda 
					explicar y rebatiéndolo a tiempo, sin cortarle en su 
					intervención, permitiendo las rectificaciones, si es que las 
					hay y sabiendo lo que se debe hacer en cada instante. 
					 
					Todo lo demás, algo de lo que gustan muchos, especialmente 
					en la política de nuestros días, la poca educación y la 
					falta de respeto al adversario, es propio de otros que ni 
					saben, ni aprenderán, aunque quieran estar ahí para montar 
					el alboroto cada día y a cada instante, sea con el tema que 
					sea, cuando se está abordando algo serio. 
					 
					No sé si habrá algún otro debate, pero tanto a Vivas, como a 
					Carracao les diría que debatir sí, pero entrar en el patio 
					de vecindonas jamás, porque esto último es lo que suelen 
					ser, en muchas ocasiones, los debates con algunos de los que 
					aspiran a llegar a la Asamblea. 
					 
					En los dos días que quedan de campaña, cada uno va a ir 
					apretando un poco más el acelerador, pero ya al llegar a 
					este momento, con casi todo decidido, cuando están la mayor 
					parte de las cosas hechas, sólo los rezagados pueden cambiar 
					una mínima idea del voto, para esos y no para otros son los 
					mítines finales de la campaña, muchos de los cuales van 
					acompañados de música y fiesta, un poco para dejar de lado 
					tanta adrenalina como se ha ido acumulando a lo largo de 
					todos estos días, el viernes por la noche la campaña termina 
					y el domingo se decidirá todo, un poco más. 
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