La organización del Movimiento ‘15-M’ estuvo ayer respaldada
por cerca de 200 ceutíes que unieron sus voces en la Plaza
de la Reyes para pedir “más educación y menos corrupción”.
Reivindicaciones que no olvidaron lanzar un mensaje a los
políticos: “El domingo hablaremos en las urnas”. Los
manifestantes quisieron dejar claro que “la democracia real
era el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
“No hay quien resista siendo mileurista”, “No hay tanto pan
para tanto chorizo”, “Con nuestro dinero se salva a los
banqueros”, “Más educación y menos corrupción”. Mensajes que
ayer nacieron de la unión de unas 200 voces ceutíes que en
la Plaza de los Reyes quisieron dejar clara su postura ante
la democracia y que respaldaron a la organización del
Movimiento ‘15-M’, cuyas manifestaciones y protestas fueron
protagonistas de la jornada de ayer a nivel internacional.
Desde las siete de la tarde, los seguidores de esta
plataforma reivindicativa iniciaron el reparto de carteles
cuyo lema central presidió el manifiesto del que se hizo
lectura pasadas las siete y media. “La democracia real es el
poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Somos ese
pueblo y vamos a ejercer esa democracia desde ya”, rezó la
proclama que en voz alta pronunció una de las organizadoras
del movimiento en la ciudad.
“Me sobra mes al final de mi sueldo”, “Que el viento de
levante se lleve a los mangantes”, “Mucho plan y poco
empleo” o “Nosotros os votamos, nosotros os echamos”, fueron
otras de las pancartas que alrededor del círculo humano
apoyaron la alocución. “Queremos hablar hoy, queremos
advertir de que no olvidamos los pelotazos urbanísticos,
tampoco olvidamos que más de la mitad de los jovenes ceutíes
que quieren trabajar están en paro, ni olvidamos que esta
ciudad batamos récords en los índices de fracaso escolar y
de pobreza”, proclamó la organizadora. Pero la advertencia
del Movimiento ‘15-M’, sin nombres ni apellidos, fue
directamente a los partidos. “Os recordamos, políticos, que
nuestra papeleta el domingo no va a ser un cheque en blanco
para los próximos cuatro años. Sin nuestro voto no sois nada
y sin nuestra confianza sois menos”, se desprendía de las
líneas del discurso que concluyó bajo un frente común:
“Estamos indignados”.
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