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                     En mi etapa de alumno de Enseñanza 
					Primaria, no se incluía en nuestros estudios ningún idioma 
					extranjero. Sólo se estudiaba en español. Después, como 
					estudiante de Bachillerato, tuve la oportunidad de hacerlo 
					en régimen Nocturno, y se incluía en el curriculum, en 2º y 
					3º curso, como Idioma Moderno, el Francés. Ya en mis 
					estudios de Magisterio, también en régimen Nocturno, se 
					incluía el Francés, en 3º curso. 
					 
					En nuestras escuelas no se incluía ningún idioma extranjero. 
					Fue con la Ley de Educación General Básica (E.G.B 1970) 
					cuando se da el primer paso. “La inclusión del aprendizaje 
					de una Lengua Extranjera, con carácter obligatorio, en la 2º 
					Etapa de la E.G.B ha venido a resaltar la gran importancia 
					que tiene la adquisición de un idioma, instrumento de 
					comunicación, cuya esencialidad queda puesta de relieve en 
					la Nueva Orientación de la E.G.B.” 
					 
					En principio se establece como idioma el Francés, que 
					durante unos años se imparte a partir de 6º Curso. En 
					algunos centros se encontraron con problemas, ya que la 
					especialización, de forma oficial, no existía entre los 
					maestros. Se recurre a aquellos con algunos conocimientos, 
					confiando en su buena voluntad y realizando cursos 
					acelerados de especialización en los llamados Centros de 
					Profesores. Después, ya como maestros especializados –ni el 
					Francés ni el Inglés eran todavía especialidades- se 
					introduce el Inglés en el Curriculum, en principio, a partir 
					de 6º de Curso de la EGB, para, en la actualidad, 
					incorporarlo a todos los niveles de la actual Enseñanza 
					Primaria y Educación Infantil. ¡Inglés para todos! Cabe 
					preguntarse por qué desde el principio no se incluyó el 
					Inglés y sí el Francés, como idioma Extranjero, sabiendo que 
					el Inglés gozaba de mayor fuerza que el Francés. 
					Lamentablemente, un tiempo perdido para aquellos alumnos que 
					no pudieron optar al idioma más extendido. Y no sorprende 
					que, en los momentos actuales, el Inglés siga siendo la 
					asignatura pendiente de muchos españoles. En conjunto, 
					nuestra competencia en esta lengua es “baja”. Según un 
					reciente estudio, con una muestra de unos dos millones de 
					estudiantes de Inglés, de 44 países distintos, España ha 
					quedado por detrás de todos los países europeos que han 
					participado, y sólo por delante de Rusia y Turquía. Portugal 
					nos saca nueve puntos de ventaja, mientras Italia, un puesto 
					por encima. 
					 
					Sorprende que los españoles que, actualmente, empezamos a 
					estudiar inglés a edades muy tempranas –Educación Infantil-, 
					no logremos acercarnos a la competencia lingüística de los 
					países que lideran el “ranking”, como Noruega, Holanda, 
					Dinamarca, Finlandia, Suecia… quienes, paradójicamente, 
					empiezan más tarde las lecciones de lengua extranjera. 
					 
					Pero, ¿qué es necesario tener en cuenta para que se produzca 
					una mejora en el dominio del Inglés? El propio estudio 
					subraya como elemento clave para obtener buenos resultados, 
					en primer lugar, la calidad de los docentes, los materiales 
					utilizados o el número de horas dedicadas, pero no destacan 
					empezar temprano. Sin embargo, sí que se considera muy 
					relevante la metodología didáctica: según el Informe, la 
					enseñanza de Inglés debe centrarse en estrategias de 
					comunicación reales y no simplemente en el dominio de la 
					Gramática. 
					 
					En síntesis: “Dominar las reglas gramaticales de un idioma 
					no sirve para hablarlo, lo que necesita es conversación, 
					vocabulario y perder el miedo a expresarte en una lengua 
					extranjera”. Nosotros tenemos mucho que aprender en este 
					sentido, ya que nuestros docentes siguen poniendo el acento 
					en la gramática, mientras que la comunicación efectiva tiene 
					un papel aún muy secundario.  
					 
					Para los autores del Estudio, nuestro bajo rendimiento tiene 
					mucho que ver con las carencias de nuestro sistema 
					educativo, que son las que provocan que tengamos un nivel 
					“tan bajo” pese a los seis años que se imparten en los 
					Institutos (cuatro en la ESO y dos en Bachillerato). Y se 
					olvidan de los seis de Enseñanza Primaria y los tres de 
					Educación Infantil.  
					 
					Como no podía ser de otra forma, el estudio realizado señala 
					como causa del bajo nivel español “las sucesivas reformas 
					educativas (Leyes) de los últimos 30 años. España es el 
					ejemplo perfecto para demostrar que hacen falta bastantes 
					años para que los efectos de una reforma educativa se 
					reflejen en la población adulta”.  
					 
					También destaca el Informe que, como el español es un idioma 
					internacional, aprender una lengua vehicular para los 
					negocios como el inglés no ha sido tan importante 
					tradicionalmente para nuestra economía, y ello ha incidido 
					en nuestro bajo rendimiento en este sentido. Sin embargo, el 
					inglés ahora es poco menos que crucial. 
					 
					Asimismo los autores coinciden en afirmar que, el dominio 
					del inglés ha pasado de ser una ventaja comparativa, a ser 
					una herramienta básica e imprescindible en el mundo 
					globalizado en el que vivimos. “Hablar inglés se da por 
					hecho para entrar en cualquier puesto de trabajo de nivel 
					medio; ahora, para ser más competitivo necesita, incluso 
					dominar una tercera lengua”. Así, el inglés ha dejado de 
					considerarse como habilidad extra; ha pasado a ser una 
					competencia básica y los españoles aún no lo dominamos. 
					Hablar inglés es determinante para obtener cualquier puesto 
					de trabajo en cualquier sector de la economía. Por ello, al 
					incrementar las habilidades lingüísticas de los ciudadanos, 
					también se amplía la competitividad económica del país. Y es 
					importante destacar el dato de aquellos trabajadores que 
					hablan inglés consiguen salarios entre un 30 y 50% más 
					elevados. 
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