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                     En el día de hoy compartiré con 
					los lectores de este medio de comunicación algunas 
					reflexiones en relación a las Elecciones Autonómicas 
					celebradas en el día de ayer. En primer lugar, debo destacar 
					el hecho de que los ciudadanos acudiéramos mayoritariamente 
					al llamamiento a las urnas, respondiendo legítimamente a los 
					planteamientos formulados en las últimas semanas por los 
					candidatos de las diferentes formaciones políticas. Los 
					resultados cosechados por cada uno de ellos corresponden, 
					sin ninguna duda, a la decisión legítima adoptada por una 
					ciudadanía comprometida con el futuro de nuestra ciudad tras 
					valorar concienzudamente las distintas candidaturas. 
					 
					A partir de estos momentos, corresponderá a los órganos de 
					dirección de estas formaciones políticas ofrecer sus 
					valoraciones correspondientes en función a los resultados 
					electorales obtenidos asumiendo responsabilidades incluso, 
					en algunos casos, planteándose internamente la presentación 
					de dimisiones irrevocables como consecuencia directa de no 
					alcanzar los resultados previstos a principio de año. No 
					obstante, la respuesta generalizada de los distintos 
					portavoces será el de victoria a pesar de no haber alcanzado 
					dichos objetivos. 
					 
					Las Elecciones de Autonómicas de ayer plantean un nuevo mapa 
					autonómico, que nos acercará irremisiblemente a las 
					Elecciones Generales del próximo año a pesar, de las 
					reivindicaciones planteadas por un movimiento social surgido 
					de la indignación de unos ciudadanos, que han visto con 
					preocupación como se reducían ostensiblemente en los últimos 
					años las políticas sociales. No obstante, resulta enigmático 
					comprobar como dicha indignación es repartida 
					equitativamente entre las dos principales formaciones 
					políticas de carácter nacional a pesar, de que debería 
					corresponder en exclusividad a la formación política que 
					dirige el país desde hace siete años. 
					 
					Con la cita de ayer, también finaliza una labor compleja 
					iniciada hace meses, una labor que ha consistido 
					fundamentalmente en devolver a la actualidad informativa la 
					actividad política desarrollada por el portavoz localista, 
					Juan Luís Aróstegui, durante la etapa más siniestra de 
					nuestra historia democrática. Una labor compleja e intensa 
					que ha recibido duras críticas del entorno más cercano de 
					este político ceutí aunque, también todo tipo de 
					felicitaciones de quienes han recobrado la razón pérdida por 
					el paso del tiempo. No obstante, debo señalar que mis 
					reflexiones se han circunscrito exclusivamente a la labor 
					política alejándome totalmente de los aspectos personales 
					aunque, si en algunas de mis colaboraciones alguien ha 
					apreciado intromisión alguna en su intimidad, desde aquí mis 
					disculpas más sinceras.  
					 
					Una vez más, los ceutíes hemos otorgado nuestra confianza 
					mayoritariamente al candidato del Partido Popular, Juan 
					Jesús Vivas, haciendo realidad los pronósticos anunciados 
					por los diferentes sondeos electorales dados a conocer en 
					los últimos meses como consecuencia directa de la confianza 
					que los ceutíes tienen en un político que ha transformado 
					nuestra ciudad en todos los aspectos en la última década. 
					Sin embargo, otros líderes deberán reflexionar en 
					profundidad en relación al apoyo recibido valorando en 
					consecuencia su retirada definitiva de la actividad política 
					activa. En definitiva, finalizo mi reflexión de hoy 
					expresando mis sinceras felicitaciones a todos los ceutíes 
					sin exclusión alguna por su activa participación en la 
					Fiesta de la democracia. 
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